(1) ♡T/N♡

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      La chica dejó desconcertado a su pareja ante sus palabras; él no podía creer lo que le estaba diciendo.

   —No podemos continuar con ésto, no está bien y tú lo sabés —expresa desconsolada.
   —¿Por qué no tendría que estarlo? —pregunta confundido.
   —Soy una mujer y tú... un niño.
   —¡¿Acaso no he demostrado quererte lo suficiente?! ¡No eres una carga para mí, y no deberías serlo para nadie!
   —Esa no es la cuestión.
   —¡¿Entonces cual es, T/N?!
   —Ya debés irte... Nunca debimos estar juntos.
   —¡¿Y que hay de lo que nos prometimos?! ¡¿No fue real?!
   —Sólo vete... Conviértete en el héroe que siempre has querido, y olvida todo ésto...

     Meses atrás:

     Suena el despertador...

     ¿Mmm? ¿Qué hora es? —se pregunta mientras estira el cuerpo—. La hora de despertarse al parecer.

     T/N se levanta de su cama, lava sus dientes y cara, y posteriormente procede a vestirse, tomar su café y subir a su automóvil para marcharse a lo que parece ser un preescolar..

   —Señorita T/N, buenos días.
   —Buenos días profesora —responde T/N a una de las maestras.
   —Maestra T/N, buenos días.
   —Buen día también, maestro.

     T/N sigue caminando hasta una pequeña aula donde yacen pequeños niños sentados en sus sillas...

   —¡Buenos días!
   —¡Buenos días, maestra T/N! —resuena un coro por parte de los pequeños niños que responden al saludo de su maestra.
   —¿Cómo están mis pequeños? —pregunta con una hermosa sonrisa.
   —¡Bien!
   —¡Me alegra mucho! ¿Listos para trabajar?
   —¡Si!
   —Les he traído dibujos para que puedan pintar en lo que yo califico sus tareas.

     Los niños, emocionados, corresponden al dibujo que T/N les ofrece.

     Luego de que la mayoría ya terminó, suena la campana para que todos puedan salir al recreo, y por suerte T/N también a terminado de calificar...

   —«¡Vaya! Para ser tán pequeños, es bastante agotador».
   —¡Buen día, señorita T/N! —exclama uno de los maestros mientras de acerca.
   —Maestro Juk, buenos días, aunque creo que ya son tardes —ríe.
   —¡Ah! Tiene razón, error mío —se disculpa el maestro—. ¿Cómo té va con los pequeños?
   —Ya sabes, cansado, pero son buenos niños.
   —Ya veo, y tú siempre sonriente, eres sorprendente.
   —Muchas gracias, al tiempo hay que ponerle buena cara, ¿no?
   —Tu si sabes de eso. ¿Qué harás está noche? Podemos salir a cenar si tú quieres...
   —Perdona Juk, pero tengo planes con mi novio ésta noche.
   —¡Ah! ¡Cierto! Lo olvidaba... Tu novio... Si, bueno, otro día será.

    El timbre suena.

    —Si, otro día tal vez... Adiós, Juk —se despide y entra a su respectivo salón a terminar su clase.

     T/N les brinda a sus alumnos más actividades recreativas durante el día y luego procede a salir de la escuela trás terminar la mañana.

   —«Estoy muerta... Si yo estoy así no me imagino a los demás profesores».
   —¡T/N! —grita un chico desde un coche muy lujoso.
   —¿Darior? —se pregunta T/N extrañada mientras se aproxima al coche—. ¿Qué hacés aquí?
   —¿No puedo pasar por mi novia a su trabajo?
   —Perdón, Darior, pero traje mi carro.

   El hombre hace una mirada de asco.

   —¿Tú carro?
   —No seas grosero, no está tán mal, en cuanto pueda voy a comprar otro.
   —Mmm, ¿entonces no vienes?
   —Tengo trabajo, mejor nos vemos en la noche.
   —¿Estás segura?
   —Muy segura.
   —Bien.

     Darior se asoma de la ventana del coche y besa a T/N en los labios, beso que al parecer T/N no disfrutó nada, al contrario.

   —Nos vemos entonces, preciosa.
   —Adiós.

     Su novio se marcha y T/N luego de pasado un tiempo, también sube a su coche para poder irse a casa.

     Ya en ella, se coloca ropa cómoda y se tira en la cama...

     «Otro día más en mi típica rutina de siempre, despertar a las 5 de la mañana, e ir al trabajo para después soportar a Darior y finalmente llegar a mi casa sin nada que hacer... Y mis pocos amigos están ocupados siempre con sus propias labores». «Mejor iré a hacer las actividades de mañana para los niños, eso si me distrae».

     Se encuentra sentada cuando de pronto le llega un mensaje a su celular, el cual contesta...

     Conversación...

   —¿Cómo estás hermosa?
   —Hola, bien, hace rato llegué del trabajo, y tú ¿cómo estás? Pensé que tendrías clase hasta tarde.
   —Aquí estoy ya sabes, terminé antes, los chicos tuvieron entrenamiento.
   —Ya veo, pues que bien.
   —Si, ¡Amo la juventud de ahora!
   —Jajaja, se nota que si.
   —¡Oye! Te tengo una noticia.
   —Dime...
   —Aún siguen contratando maestros.
   —¿Y eso? Pensé que se había cerrado las entrevistas en primer año.
   —Pues si, pero recientemente se necesitan suplentes de maestros, por sí nosotros no podemos asistir, es bueno tener suplentes.
   —Suena bien, pero sabes que yo nunca he dado clase a mayores de edad, los chicos de ahí ya son grandes, Nemuri.
   —Vamos, son buenos chicos, todos son muy lindos.
   —¿Todos?.
   —Bueno la mayoría... Por lo menos considera esta oportunidad, T/N. ¿Si?.
   —Lo consideraré, luego té digo.
   —Porfavor.

     Fin de la conversación.

     «Me serviría el sueldo que ofrece, pero si puedo lograr algo con los pequeños es gracias a mi don, sería más difícil con chicos más grandes». —Mira su reloj—. «Ya casi es hora de mi cita con Darior». Ya que... —suspira silenciosamente mientras su mirada es fría y triste.

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    ¿Qué les parece la nueva idea?

✩Me cambiaste la vida✩ Lectora×Kirishima.•*¨*•. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora