✩Me cambiaste la vida✩ Lectora×Kirishima.•*¨*•. [Editando]

(6) ♡Nervios♡

   —¡Buenos días! —saluda T/N llegando al aula 3-A.
   —¡Buenos días! —corresponden los jóvenes.
   —¿Usted nos dará clases hoy, maestra? —pregunta una chica de color rosa.
   —Así es.... em...
   —Mina Ashido.
   —¡Si! Ashido, me toca darles su clase de matemáticas ya que su profesor no vino hoy. Bien, ya que no me he aprendido sus nombres, les voy a pedir que lo anoten en un pequeño papel y se lo pongan como gafete, porfavor, así podré ubicarlos.

     Trás seguir las indicaciones...

   —Demos inicio al trabajo...

     T/N dicta problemas matemáticos a los chicos que éstos van respondiendo.

   —Exelente, pueden pasar aquí al escritorio y dejar la hoja con los resultados. Es para saber el rendimiento matemático que tiene cada uno de ustedes. Gracias —agradece tras recibir los trabajos—. Hoy nos toca dos horas así que regresando del almuerzo les digo que tal les fue en su examen.
   —Gracias, maestra.
   —Hasta luego, maestra.
   —Provecho, chicos.

     T/N al prender su celular se percata de un mensaje:

     “Estoy en la escuela, ¿por qué no estás acá? La directora me dijo que no viniste hoy. ¡¿Dónde estás?! O más importante, ¡¿con quién?! Voy a ir a verte en la noche, y sí no estás, no te la vas a acabar T/A”.

   —«Ay no... no quiero decirle que acepté el trabajo».
   —Maestra, ¿está bien? —pregunta Kirishima al verla tan nerviosa.
   —¿Eh, Kirishima? Lo lamento, pensé que ya habían salido todos —expresa limpiando la pequeña gota de sudor en su rostro.
   —Una disculpa, estaba sacando mi comida de la mochila y sin querer la distingui bastante nerviosa. ¿Le pasa algo?
   —Gracias, pero no, estoy bien, no te preocupes.
   —¿Está segura?
   —Si, descuida.
   —Bueno —acepta con una sonrisa leve antes de salir.
   —«Recordé su nombre sin verlo» —piensa extrañada la chica.

     Ella no puede concentrarse del todo en calificar, el temor y los nervios la invaden por completo.

     Por otra parte, en el comedor...

   —Miren quien se tardó toda una vida —dice Mina al ver a Eijiro llegar a sentarse.
   —Perdón, no quise hacerlos esperar.
   —¡Como si fueras tán importante como para retrasar mi comida!
   —Bakugo ya terminó —resume el chico de cabello negro, Sero Hanta.
   —No le digan nada, no ven que fue el único que se quedó ahí, solito —explica Denki con una risita maliciosa.
   —¿Qué quieres decir? —pregunta el pelirrojo.
   —Tú sabes que quiero decir —responde con un guiño.
   —¡Ya déjate de eso, Kaminari!
   —Chisme.
   —Haber, cuenta —piden sus amigos.
   —Pues verán...
   —¡Kaminari, no sé té ocurra!
   —El otro día que vino la maestra, yo los encontré a ella y a Kirishima hablando ahí en lo oscurito~.
   —¡Que mentiroso eres!
   —¡¿Eso es cierto?! —exclama la chica.
   —¡No!
   —Que ilegalisimo, aunque si está buena eh —comenta Sero.
   —¡¿Qué?!
   —Pero Eijiro ya es mayor de edad, así que no cuenta la ilegalidad aquí, sabés —aplica Mina.
   —Que asco —murmura con cara de fastidio el chico rubio.
   —¡No no no y no! ¡Aver, esperense! ¡Eso no fue lo que pasó!
   —Te pusiste más rojo, bro —dice Denki entre risitas.
   —¡Tú ya no hables! Lo que pasó en realidad fue que yo ya me dirigía al salón para cuando la ví. Sé resbaló de la escalera y me apresuré a evitarlo.
   —¿La tomaste en brazos? —pregunta Mina levantando una ceja.
   —Pues si... ¡Pero es lo que haría un caballero! Luego de eso, llegó Kaminari y malentendió todo.
   —Así le ponemos —murmura Kaminari.
   —¡Es mucho mayor! Además... ¡No! ¡¿Cómo se les ocurre algo así?!
   —¿Cuánto le calculan?
   —Es una vieja —se queja Bakugo.
   —Entre veintitrés y veintinueve —responde el pelinegro. 
   —¡¿Podemos dejar de hablar de ésto?!
   —¿Por qué te incomoda hablar del amors, bro?
   —¡Ésto no se habla a espaldas de una dama, y peor, una maestra! Nos meteremos en problemas, ustedes a mi.
   —Dile algo como “¿Té quieres meter en problemas, mami?~” —comenta Sero entre carcajadas de todos.
   —¡Ya me harté! —exclama completamente rojo levantándose de la silla.
   —¡Pero no te enojes Kiri! —ríe su amiga.

     Tras dar el toque de clases, todos entran a sus respectivos salones y se sienta cada uno en su asiento.

   —Estuve revisando sus respuestas y me percaté de que varios de ustedes son bastante avanzados, por lo que no habrá problemas. En cambio, otros van un poco mas atrás, también tienen buena comprensión, pero les falta un poco más. Algunos de los avanzados vendrían siendo; Iida Tenya, felicidades, todo correcto. Momo Yaoyorozu, igual. Midoriya Izuku, igual. Bakugo Katsuki, mejora tu letra-...
   —¡¿Qué?!
   —Todoroki Shoto, exelente. Tokoyami Fumikage, muy bien. Asui Tsuyu, igual. Shouji Mezou, muy bien. Los que van mas atrás: Sero Hanta, Ashido Mina, Kaminari Denki y Mineta Minoru, les pido que se esfuercen más y también estudien. Voy a tener clases extra con ustedes. Los que no nombré son lo que van al corriente con todo y no necesitan horas extra. Me voy a encargar de ayudar a nivelar a los alumnos mas atrasados en distintas materias. También les pido a los más adelantados que me ayuden con sus compañeros. Así cuando el profesor o profesora tenga clase con ustedes, ya va a poder ver los progresos y avances de este grupo. ¿Entendido?

     Todos asienten a las indicaciones de la maestra.

   —Tengo entendido que hoy después de matemáticas les tocan sus clases de heroísmo, así que van a realizar el siguiente trabajo dejado por su profesor y luego su maestro Eraserhed se encargará de lo demás.

     Trás terminar, T/N se despide de los alumnos y se dirije a casa, ahora sin siquiera parar a ver a sus amigos.

     Al llegar a su casa, el automóvil de su pareja se encuentra estacionado afuera, por lo que su sangre se vuelve helada.

     «Pensé que vendría hasta tarde».

     Cuando entra a su departamento, ve a Darior sentado en el sofa viéndola con una mirada de fuego.

   —¿Dónde estabas?