(33) ♡Descubiertos♡

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     Eijiro está boquiabierto por lo que acaba de suceder.

   —T/N... —tartamudea.

     La chica aún se encuentra molesta y con la respiración agitada, pero al ver a Kirishima viéndola fijamente con cara de sorpresa, ella sacude un poco su cabeza, se calma un poco, y le dice:

   —Lo lamento, yo no quería incomodarte con ésto, tán sólo-

     Es interrumpida por su novio, quien le da un fuerte abrazo mientras una pequeña lágrima sale de uno de sus ojos.

   —Perdón, no imaginé que ésto pasaría, creo que la culpa es mía.
   —Para nada. Mi madre llegó de repente, tú no tienes nada que ver.
   —Pero no debiste decirle lo que éramos, de ése modo no hubieras tenido éste problema.
   —Reflexioné en lo que me dijiste ayer... Té voy a dar tu lugar desde ahora en adelante. No me importa qué es lo que nos digan, o qué tenga que perder, tú me gustas, Eijiro, y los comentarios de la gente no cambiarán eso —dice al corresponder el abrazo.
   —Pero... Tu madre...
   —Ya se le pasará, créeme, cuando ocupe algo me buscará.
   —¿Por qué te dijo ésas cosas?
   —Porque así es ella, pero no la juzgo, perdió mucho. Aún así, no pienso que interfiera en algo como ésto, de todas maneras, tengo la edad y madurez suficiente para saber lo que quiero.
   —De verdad, de verdad... de verdad... Quiero estar contigo, T/N, porfavor, déjame estar contigo... —murmura en su oído con la voz rota.
   —No me lo pidas, yo quiero hacerlo.
   —Gracias.

     Se mantuvieron unos momentos más en ése abrazo. Luego, Kirishima limpió su rostro.

     Unos momentos después, los dos desayunaron, se cambiaron y subieron al auto de T/N para que ella pudiera llevarlo a su dormitorio.
    
   —¿Hoy no tienes clases o sí?
   —Nop, para nada. Nos dieron el día libre. ¡Y entre semana, que genial!

     T/N deja salir una pequeña risa mientras cubre su boca con la mano.

   —Para nuestra mala suerte, aún debemos venir a los dormitorios. Nos permiten salir, e incluso no pasar la noche aquí, pero con la condición de estar aquí la mañana siguiente, así que... Disculpa por hacer que me trajeras hasta acá...
   —No te preocupes.
   —No tengo idea de qué le pasó a la moto, simplemente no encendió. Enviaré a alguien para que la revise al rato sí no tienes problema.
   —Claro.
   —O mejor yo voy mañana por ella, para que no estés tu sola cuando llegue el mecánico, ya sabes, sólo por seguridad. No podría estar tranquilo sabiendo que estás sola.
   —Como gustes. Tengo algo que hacer en la tarde, así que mañana está bien.
   —Excelente. Espero no haber sido un inconveniente.
   —Para nada, yo encantada de traerte, Eijiro.

     Tras decir eso, T/N rápidamente cubre su boca por la pena.

   —¿Disculpa, puedo llamarte así?
   —Claro —tartamudea enrojecido—. De todas maneras, ya me habías llamado así antes, ¿no es cierto?
   —Si, pero... Solo quería asegurarme.
   —Bueno... Creo que yo debería entrar.
   —Si, eso... eso es correcto.

     T/N se levanta de su asiento para acercarse a Eijiro y besar sus labios con delicadeza.

   —Cuídate, tiburoncito —dice con una hermosa sonrisa.
   —Adiós, pececito... —responde con timidez.

     Kirishima baja del auto directo al edificio y T/N se marcha.

     Ella regresa a su casa por unos documentos y vuelve a subir a su coche, pero ahora se dirige hacía otro lugar.

     Llega directamente al hospital que la directora del prescolar le recomendó.

   —Hola, buenos días, vengo por la entrevista para el puesto de recepcionista —saluda cordialmente T/N.
   —Buenos días, querrás decir, asistente de recepcionista.
   —Es que a mi me lo dijeron así, una disculpa.
   —No te preocupes. ¿Me permites tus documentos?
   —Claro.

     La chica les da una un vistazo por un rato y le sorprende las increíbles recomendaciones que le dan a T/N en cada trabajo que a tenido.

   —¡Vaya! Es genial. ¿Quién te recomendó éste trabajo?
   —Pues, de hecho fue la directora del prescolar en el que trabajaba.
   —¡Claro, la conocemos! Siempre nos manda los mejores empleados, conoce mucha gente. ¿Té despidieron?
   —Así es.
   —¿Por qué, sí aquí dice que eres muy buena con los niños?
   —Hubo un recorte de personal, mi nombre estaba en la lista.
   —Ya veo. Pues, estás contratada. ¿Puedes comenzar en tres días?
   —¡¿En serio?! —exclama sorprendida.
   —Claro, no es necesario más, con éstos datos puedo ver que serás una perfecta ayudante.
   —¡Muchísimas gracias! ¡No se arrepentirá!
   —Espero que no. Mi nombre es Camí, y voy a ser tu compañera por aquí.
   —Mucho gusto Camí. ¡De verdad gracias, lo necesito!
   —No hay de que. Ten ésto, lo vas a necesitar estudiar, pero es muy fácil —explica con una especie de libro en sus manos.
   —¿Puedo saber qué es?
   —Es una guía de medicamentos, pero tranquila, sólo la necesitarás para dar los medicamentos que te pidan. O quizá puede que un día te toque darle sus medicinas a algún paciente, entonces ése será tu apoyo.
   —Está bien.
   —Tu tranquila, aunque suene difícil, es muy fácil, ya lo verás.
   —Bien.
   —Ahí viene todo lo que necesites saber sobre cualquier duda que tengas, también viene la hora y el salario que recibirás.
   —De nuevo gracias.
   —No hay de que. Te veo en tres días, por la tarde.
   —Bien, Adiós.
   —Hasta luego.

     T/N se dirige a su auto y se va llena de felicidad, pero en eso, cuando llega a casa, recibe un mensaje que la deja helada.

   “¿Puedo saber por qué tuviste ése tipo de acercamiento con uno de mis estudiantes?”
                                                                                                                                                                         Aizawa.

✩Me cambiaste la vida✩ Lectora×Kirishima.•*¨*•. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora