✩Me cambiaste la vida✩ Lectora×Kirishima.•*¨*•. [Editando]

(19) ♡Tengamos cuidado♡

   —Eijiro... oye... despierta... —lo llama T/N moviéndolo un poco.
   —¿Eh...? ¡¿Ah?! ¡Me quedé dormido! ¡Mil disculpas, profesora!
   —Tranquilo, no te preocupes. Solo apresurate. Aún tienes que llegar a tu dormitorio a vestirte.
   —¿Todavía puedo ir a mis clases?
   —Si, te perdiste la primera hora y la segunda, pero llegas a la tercera.
   —¡Claro, claro! ¿Podemos irnos ya?
   —Si, vamos.

     Kirishima solo acomoda un poco su pelo y lava su cara. También toma sus cosas. Los dos suben al auto y se aproximan a Yuei.

     Durante el trayecto, T/N saca de su bolso unas cuantas galletas en una servilleta y se las ofrece a Kirishima.

   —Quedaron unas cuantas...
   —¿Usted desayunó?

     T/N asiente con la cabeza y Eijiro mete una galleta a su boca.

   —Creo que está de más decir lo apenada que estoy contigo.
   —¿Sobre qué? —pregunta desviando la mirada.
   —Todo.
   —¿Usted está bien?
   —Si, pero-...
   —En ése caso, no importa.
   —Mmm... Solo no quiero que nuestra relación cambie.
   —...Y yo quisiera tener una con usted... —murmura viendo por la ventana del auto.
   —¿Qué?
   —¡No, nada! Pensé en voz alta...
   —Kirishima... Ya habíamos hablado de ésto... Creo...
   —Lo siento.
   —Soy tu maestra... Eres un chico muy lindo y valiente pero... yo... No.
   —Es solo que ayer no dijo lo mismo —vuelve a decir en voz baja.
   —...Acabo de terminar una relación.
   —Pero no lo amaba, ¿o sí?
   —Ése no es mi punto —suspira.
   —¿Es por qué soy estudiante?
   —Así es.
   —Entonces, ¿admite que quizá siente algo?

     T/N pará el automóvil cerca de los dormitorios, pues en éste momento todos están en clases.

   —¿Por qué me lo preguntas?
   —Perdón, es solo que ésto no me había pasado con nadie y... No sé como actuar o qué decir.
   —La verdad yo tampoco sé.

     Ambos muestran una pequeña risa penosa y bajan la mirada hacía sus pies, sin decir nada.

   —Si, lo admito, pero no es posible... —confiesa presionando su cabeza con las manos.

     Eijiro voltea a verla con la boca entreabierta y las mejillas rojas.

   —Eres una linda persona, y bastante atractivo, a cualquier mujer podrías gustarle. ¡Osea en el sentido de que... —Suspira—. Me refiero a que puede que le gustes a alguien de tu mismo salón, quién sabe. No me necesitas. Hay muchas más opciones.
   —Si hay alguien que me gusta de mi clase...
   —¿Lo ves?
   —Pero no es una compañera.

     Esta última frase hace que a T/N se le erize la piel, pues la mirada de Kirishima la mata por completo.

     Eijiro está a punto de tomar la mano de T/N, pero se detiene y se arrepiente.

   —Si usted quiere, dejaré el tema por la paz. Y respetaré su decisión... —dice con la voz entrecortada.

     Rápidamente, ella pone la mano sobre la de él.

   —¿Te soy sincera? Me llamaste la atención desde el primer día en el que nos vimos...
   —¿Encerio? —tartamudea.
   —Si... Pero nunca, nunca, había sentido ésto por nadie, mucho menos me lo imaginé con uno de mis alumnos.

     Kirishima acaricia la mano de T/N con su pulgar.

   —¿Es de verdad o solo quiere cumplir un capricho de un mocoso como yo?
   —Yo nunca ilusionariá a nadie, mucho menos a ti —murmura acercando su rostro—. Solo necesito tiempo para asimilarlo.
   —¡¿Eso quiere decir que-
   —Solo tengamos cuidado...
   —Si —acepta tartamudeando.

     T/N se acerca para besar a Kirishima, pero él se hace para atrás, y en cambio, toma su mano para besarla.

   —Le daré el tiempo y espacio que necesite.
   —... Será mejor que bajes de una vez, se nos hará tarde —dice sonrojada.
   —¡He cierto! Bueno... Nos vemos en clase.

     Eijiro baja del auto y se dirije a los dormitorios dando pequeños brincos mientras camina, es obvio que está feliz.

     A T/N le da gracia ésta acción.

   —«No tego idea sí hice bien o mal, pero... una persona que es capaz de recibir los golpes que son para ti, merece un poco de amor al menos, ¿no?» —se dice mientras conduce.

     Una vez que llega su hora de entrar al salón a dar su clase, Eijiro ya se encuentra ahí.

   —Buenos días. Casi se acercan los exámenes, así que vamos a retomar cosas de sus clases anteriores a ésta materia.

   —¿Bro, dónde estabas anoche? —susurra Kaminari.
   —Me quedé a dormir con mis padres.
   —¿Encerio?
   —Mi mamá se sentía mal, fuí a visitarla y me ofrecieron quedarme. Me levanté tarde y llegué tarde.
   —Bueno, está bien. Ayer Bakugo estaba persiguiendo a Midoriya porque le tiró el agua encima a la hora de la cena —dice entre risas silenciosas—. ¡Te lo perdiste!
   —¿Detuvieron a Bakugo?
   —Si, el ruido de las explosiones llamó al profesor Aizawa.
   —Que bueno que Midoriya sigue con vida —ríe.
   —¡Si, de puro milagro!
   —En la mañana Aizawa no me dijo nada cuando llegué. ¿No me descubrió?
   —¿Quiénes crees que nos encargamos de eso?
   —¡¿De verdad?! Mil gracias, amigo.
   —No respondías el celular, bro.
   —Disculpa, no tenía señal.
   —Lo bueno es que no nos descubrió, y que ya llegaste —dijo golpeando a manera de juego el hombro de Eijiro.
   —No pueden vivir sin mi.
   —¡Si tu! ¿Y eso?
   —¿Qué?
   —Te vez más emocionado que otras veces.
   —No es nada, solo me levanté de buen humor, supongo —responde con una sonrisa.