✩Me cambiaste la vida✩ Lectora×Kirishima.•*¨*•. [Editando]

(41) ♡Rebeldía♡

     Ante esas palabras, la mirada de T/N se oscurece.

   —Haz lo que quieras —dice mientras vuelve a tomar asiento.
   —¿Qué?
   —Haz lo que tú quieras.
   —Deja de ser sarcástica.
   —No lo soy.
   —Claro que si, lo estás haciendo, y en éste momento lo estoy odiando, T/N.
   —Es tú decisión.
   —Dime que opinas, por eso te lo digo.
   —Si te quieres separar de mi, está bien.
   —¡Te pregunté que opinas, jamás te dije eso!
   —¡Y yo te dije mi opinión! ¡Haz lo que quieras!

     Kirishima, ofendido, toma su chaqueta y se retira hacía la puerta.

   —Gracias por la comida —sale de la casa.

     T/N se molesta mucho.

   —«Jamás pensé que me pediría opinar sobre ésto... ¿Qué quiere que le diga al respecto? Obviamente no estoy feliz por ésto... ¿Qué es lo que quiere? ¿Convertiste en héroe, o solo irse y dejarme?».

     Por otro lado, con Kirishima...

   —«No pensé que reaccionaría de ésa manera, ¿Qué le pasa? Tan sólo le hice una pregunta, más que nada, un comentario... Y reaccionó como si le dijera que me hiba a ir. En ningún momento habíamos peleado de ésta manera».

     Esa noche, tanto Kirishima cómo T/N se van a dormir enojados por lo que pasó. El día de mañana es el último en el que la mujer dará clase en la U.A, pero por lo sucedido, no consigue dormir mucho por culpa de los pensamientos tán negativos que llegan a su cabeza sobre Eijiro.

     A la mañana siguiente, T/N despierta con unas enormes ojeras que cubre con maquillaje. Al revisar su celular:

   —«Sabía que Kirishima no me mandaría mensaje».

     T/N va a la Yuei como siempre acostumbra.

     Por otra parte con los chicos, antes de que llegue la profesora...

   —¿Qué te pasó, Eijiro? Tienes unas ojeras horribles —comenta su amigo Sero.
   —No logré dormir bien anoche.
   —¿Por qué?
   —No lo sé...

     Luego entra la maestra.

   —Sentados —ordena.

     Todos acatan la indicación de inmediato y la clase comienza.

     T/N deja unas oraciones escritas en el pizarrón que los alumnos deben copiar en su cuaderno.

   —Sensei —llama un alumno levantando la mano.
   —Dime, Mineta...
   —¿De qué nos va a servir eso? Digo, éste es el último día de clases, ¿No deberíamos estar aprendiendo más sobre heroísmo?
   —Ya lo sé, Mineta, pero ésto es lo que se me ha asignado.
   —Pero no sirve de nada.
   —¿Pues no lo sé, quieres hablarlo con el director? —pregunta molesta mientras señala la puerta.
   —¿Qué pasa, sensei? —habla Kirishima—. Fue solo un comentario que hizo mi compañero, ¿Por qué le habla de esa manera?
   —¿Te dí permiso de hablar, Eijiro?
   —Solo es un comentario, mío, maestra.
   —Silencio, Kirishima...
   —¡¿Ahora tampoco puedo opinar?! —exclama levantándose molesto de su silla.
   —¡Compañero, Eijiro, le está faltando el respeto a la profesora! —exclama Iida.
   —¡Eijiro, te ordeno que te sientes y guardes silencio! —ordena T/N con su don.
   —¡No lo voy a hacer!

     Todos están paralizados por lo que está pasando en ése momento y el porqué Kirishima no acata órdenes aun que la profesora use su don.

   —«¿Qué sucede? —piensa sorprendida— ¿Por qué mi don no le afecta? Será que...»

     T/N recuerda lo que le dijo a Eijiro aquella vez...

   “Un adolescente puede resistirse si lo desea, pero se necesita mucha fuerza de voluntad”.

   —«Kirishima no es un adolescente, es aún más grande que eso».

     Eijiro se sorprende, pero igual que T/N, recuerda lo que le dijo, y está consciente de que lo que está pasando es posible sí se tiene fuerza de voluntad, y él está muy molesto.

   —¡Es todo! ¡Vé a la oficina del director!

     Kirishima toma su mochila de mala gana y sale de su salón de clases.

   —Bro... —susurra Denki.
   —¡Ahora, sí ya no hay más interrupciones!.. Voy a seguir con la clase.

     Todos siguen en shock, por todo lo sucedido.

   —No lo entiendo... ¿Kirishima? —murmura Iida
   —«Qué carajos te pasó, pelos de incendio» —piensa Bakugo.

     Al terminar la clase...

   —Chicos... Lamento lo que sucedió anteriormente. No era mi intención arruinar su último día de clases con mis regaños, no quería que ésto terminará así. Solo quiero felicitarlos por todo su esfuerzo éstos tres años, sé que solo estuve poco tiempo con ustedes, pero tengo en cuenta que venir a la escuela no es nada fácil, manejar las materias, las clases de heroísmo, su vida personal, y claro, divertirse porque eso nunca se debe olvidar. Les deseo suerte en su vida y estoy segura de que todos serán unos increíbles héroes que sean capaces de salvar a muchas personas —dice con una hermosa sonrisa.
   —¡Muchísimas gracias por todo, Sensei, siempre la recordaré como una excelente maestra! —exclama el representante de la clase.
   —¡Usted es una maestra genial! —exclaman varios chicos.
   —¡Siempre la vamos a recordar con cariño!

     Los chicos hacen una reverencia ante su Sensei, pero ella extiende sus brazos insinuando un abrazo, a lo que los chicos se levantan y corren a abrazarla.

     Finalmente, T/N salé del salón de clases por última vez.