"La princesa Lilith siempre estuvo enamorada del duque Sebastian Stan, incluso cuando este tenía una aterradora fama de mujeriego. Incluso cuando fue comprometida al príncipe Bill de Suecia, pero cuando este muere a causa de la guerra y el duque vue...
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"No podría amar a un hombre tan puramente
incluso los profetas perdonaron su idiotez
he aprendido que el amor es como un ladrillo
puedes construir una casa o enterrar un cadáver."- Judas, Lady Gaga.
Lilith despierta sola en la cama, algo que no estaba acostumbrada, cubre su cuerpo con las sabanas mientras observa a Richard fumar en el balcón de la habitación. Ella se coloca de pie poniéndose su camisón rojo caminando hasta el coronel, la joven lo abraza por la espalda haciéndolo sobresaltarse.
- ¿Qué pasa amor?
- Nada- responde el apagando el cigarrillo contra el balcón girando, llevándola a su pecho besando su frente- ¿Por qué despertaste?
- Tenía frio... ¿Seguro que esta todo bien?- cuestiona ella viéndolo- estas extraño desde hace cinco días, desde la muerte de mi tío Thomas ¿Es eso?
El coronel suspira acariciando su mejilla con cuidado, baja su rostro al de la chica bésalo con cuidado mientras la abraza por la cintura.
- Volvamos a la cama, mi pequeña.
La chica asiente dejándose guiar nuevamente a la cama, la princesa se recuesta en el pecho de Richard quien besa su coronilla acariciando su espalda.
- ¿Crees que algún día volverás a Inglaterra?- cuestiona Richard viéndola, acariciando dulcemente su mejilla.
- ¿Te gustaría volver a Inglaterra?- cuestiona ella viéndolo, acariciando su mejilla riendo cuando el muerde sus falanges, como si fuera un juego divertido.
- ¿Pero eres realmente feliz aquí? A veces no lo pareces, es como si temieras que ocurriera algo.
- No puedo volver a Inglaterra- responde sin verlo- fui exiliada, jamas podre volver. Es una historia compleja de entender, pero... mi hermano me prohibió la entrada, últimamente vivo el día a día ¿Sabes? Antes tenia sueños, quería una familia, ahora... todo lo que tengo es miedo.
Richard levanta su barbilla haciendo que lo viera a los ojos. El se acerca besando suavemente sus labios, haciendo que ella sonría en medio del beso, el acaricia tras su cuello haciéndola sonreír.
- ¿Quieres contarme? Soy bueno escuchando.
- Serás mi esposo en un par de días, así que supongo que sí- sonrie la joven- mi matrimonio con Bill, fue después de su muerte es algo complejo de explicar, pero básicamente el quería proteger a su hermana de sus enemigos, los mismos que lo asesinaron a él a sus hermanos mayores, a su padre y al tío Thomas... Me dejo una carta, donde estipulaba que me casara con él, que tendría tierras y oro, como si eso importara.
