Capítulo 12

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Eros no esperó un segundo grito para salir volando rápidamente, mira desde lo alto buscando de dónde habría venido aquello. Anteros lo acompaña un segundo después y entre ambos miran por el lugar.

- Allí - Anteros apunta a un acantilado a donde Aimar y otros soldados llevaban arrastrada de unas cadenas a Thearis.

Allí terminaría todo... Aimar ya se unió a Thearis, eso era todo lo que quería...

- Pero puedes salvarte... si aceptas casarte conmigo - Menciona Aimar.

- Prefiero morir antes que casarme con alguien como tú - Gruñe Thearis desde el suelo.

- Entonces, que así sea... -

Aimar sonríe y estira de las cadenas que le habían puesto a Thearis, la deja en el borde y finalmente la empuja de una patada. El grito que desgarró la garganta de Thearis se escuchó probablemente por todo el reino, ella caía y prefirió cerrar los ojos como si eso fuera a tranquilizarla...

- Es una lástima... - Aimar sonríe pero entonces ve una sombra pasar sobre él pero no supo de quien se trató - ¿Qué? - Todos miran hacia el acantilado por un momento hasta finalmente Eros aparece con Thearis en brazos - ¡No puede ser! -

- ¡El Dios Eros! -

- ¡Es él! -

- ¡Es increíble! -

Eros mira a Thearis quien estaba aún con los ojos cerrados, temblando y respirando agitada.

- Ya puedes mirar... - Menciona el Dios causando que la chica lo vea y luego a su alrededor.

- ¿Ah... ? -

- No creas que dejaría morir a la mujer que realmente amo... -

Aquellas palabras tocaron el corazón de Thearis y la dejó sin siquiera poder pensar o respirar, Eros sonreía mientras la miraba y dejaba en el suelo un momento antes de colocarse frente a ella y mirar a todos los otros.

- Ustedes se han atrevido a poner sus sucias manos sobre esta mujer... El precio que han de pagar será muy caro -

Todos los hombres comenzaron a suplicar perdón pero Eros saca su arco y otras flechas, no las suyas de siempre para finalmente atravesar a cada uno provocando la muerte de todos hasta que solo quedó Aimar.

- Y tú... - Eros se le acerca - Sé lo que le hiciste... realmente eres peor que cualquier otro -

- Jm... aún así... ni tú pudiste evitarlo, te haces llamar Dios... ella te confió su vida y pureza pero ¿Tú qué... ? Pendiente de otra mujer, ¡Ja! ¡Ni siquiera te importó cuando ella suplicaba tu ayuda! ¡Yo sí me uní a ella, me pertenece y... ! -

- Ya cállate - Eros habla con la voz más fría y asqueado que podía demostrar para finalmente clavarle una flecha en su rostro - Que en el inframundo eligan tu castigo -

Eros deja caer el cuerpo inerte de Aimar, mira hacia atrás para encontrar a Thearis abrazándose a sí misma mientras recordaba lo que Aimar le había hecho, la sensación de asco volvió y las lágrimas empañaron sus ojos. Sentía como si las manos de aquel hombre regresaban a ella y volvía a ocurrir.

- Thearis... - Eros se le acerca arrodillándose frente a ella y apoyando sus manos ens hombros pero al instante ella se espanta.

- No quiero... - Dice en automático refiriéndose a que no quiere ser tocada.

Eros levanta su mano y la mira un momento antes de abrazarla y cubrirla con sus enormes alas. La joven se resiste, creyendo que el que está frente a ella solo era alguien que quería poseerla de nuevo.

- Está bien, Thearis... nadie va a hacerte daño, de ahora en adelante seré yo quien proteja de ti... -

La voz del Dios hace reaccionar a la chica quien abre los ojos de par en par y deja su forcejeo, pero suspira.

- ¿Cómo puedo asegurar que eso pase... ? Los otros Dioses han tenido más misericordia de mi y lamento sinceramente mis palabras pero... no sé si pueda confiar en las tuyas -

Eros la mira sin decir nada, no podía estar enfadado por el atrevimiento de que una mortal le hablara de esa forma, pero en realidad le daba la razón... él no hizo nada por ella antes ni cuando sucedió aquel suceso cerca de su propio templo.

- Conseguiré ganar tu perdón y tu confianza, tu siempre me has sido fiel y no te hice caso... ahora es mi turno de hacer lo correcto por ti - Acaricia la mejilla de la chica quitando una de sus lagrimas - Mi verdadera amada... me costó ver y comprender lo que estaba pasando pero te aseguro que haré todo lo que esté a mi alcance para conseguir tus sentimientos de nuevo... -

Eros mete su mano en uno de sus bolsillos y saca el colgante que había recogido del lugar donde Aimar había tomado a la fuerza a Thearis cuando fue allí.

- Mi... collar... - Thearis lo agarra, al instante se da cuenta que el collar que tiene es de justamente el Dios que tiene frente a ella por lo que se sonroja apenada.

- Te gustaba mucho y te quedaba muy bien... ¿Lo quieres conservar... ? -

Thearis lo mira y luego al collar, se lo piensa un momento y entonces se lo coloca, sus manos temblaban poco pero aún así pudo hacerlo y lo acomodó.

- Creo que está bien conservarlo... - Menciona.

Eros se guarda la sonrisa que quería asomarse por sus labios pero entonces escuchan el llamado de Psique, Eros aparta sus alas y ambos miran como la chica aparece siendo traída por Anteros. Thearis se acerca a este último.

- Lamento cuestionar sus decisiones pero quiero saber... ¿Por qué usó su única flecha de anulación? -

- Mi nombre ya es suficiente pista... Además de ser conocido como el Dios del Amor correspondido, también me dicen Vengador del Amor... Tus sentimientos por mi hermano fueron los más reales, genuinos y correspondidos... -

- ¿Correspondidos? Pero si nosotros... No entiendo... -

- Lamento la confusión pero mi hermano suele ser muy tonto a veces - Anteros sonríe pero Eros lo fulmina mientras que las dos chicas intentan no reír - Estuvo por darse cuenta de sus sentimientos si no fuera por el incidente con la flecha... -

- Siento la tardanza, debí darme cuenta antes... Es irónico ¿No? El Dios del amor sin saber que estaba enamorado - Apoya su mano en su nuca y sonríe algo apenado.

Thearis se sonroja y sorprende por sus palabras, no se creía que el Dios del que estuvo enamorada desde el comienzo... esté enamorado de ella ahora.

- Pero... ¿Y tú, Psique... ? Tus sentimientos no fueron por una flecha... -

- No te preocupes por eso, Thea... Deja de poner los sentimientos de los demás por encima de los tuyos, ahora es tu momento de felicidad... ¿Qué eliges? -

Todos miran a Thearis esperando una respuesta, Eros realmente estaba impaciente y nervioso... pero sea lo que sea que su amada eligiera, él lo aceptaría aún si eso fuera doloroso para él; lo comprendería.

Mi Amado Dios 'EROS'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora