El lugar había quedado en silencio, la Diosa Afrodita estaba de brazos cruzados y ojos cerrados pensando. Quería morir mientras no hablaba pero finalmente abrió los ojos, Eros y yo nos tensamos bastante y tragamos grueso, sentía como ambos presionábamos con fuerza la mano del otro.
Pero claro, su fuerza era mayor y no pudo controlarla así que me dolió un poco por lo que disimuladamente le di un pinchazo en el brazo, él comprendió y aflojó mi mano, yo suspiré aliviada.
Volvimos a prestar atención a Afrodita quien resopla.
- Eros... - El nombrado se tensa más - ¿Realmente amas a esta hum... a Thearis... ? -
Todos los presentes miran a Eros expectantes por su respuesta, yo igual lo miré de reojo.
- Completamente, madre... la amo -
Me sonrojé y sonreí al escucharlo, sentí mi cuerpo tranquilizarse de nuevo y Eros me sonríe.
- Entonces no tengo otra opción... - Afrodita sonríe - Les otorgo mi bendición... -
Todos los Dioses comienzan a aplaudir por nosotros, Eros y yo sentimos que el peso sobre nuestros hombros desaparecía por completo. Me di vuelta hacia él y salté para abrazarlo por el cuello, él rodea mi cintura y da un par de vueltas por la emoción. Me separé para mirar su rostro y ambos unimos nuestros labios consiguiendo que los aplausos y vítores se hicieran más fuertes.
Lo que nos hizo separarnos fue el sonido de pasos tras nosotros, al voltear vemos a Zeus acercarse con una copa en manos, Eros me baja y Zeus se para frente a mi.
Eros me había dicho que si todo salía bien Zeus me daría justamente aquella copa con néctar y ambrosía, lo que me daría la inmortalidad. Zeus me dió aquella copa y me hizo beber de ella.
- Thearis... tu camino fue complicado, tomaste decisiones por encima de tus sentimientos pero aún así el universo estuvo a tu favor... Ahora eres inmortal y estás libre de los obstáculos creado por la ignorancia de los hombres y el vínculo que os une a ti y a tu marido nunca se romperá y este amor durará por toda la eternidad -
Los Dioses volvieron a aplaudir y Zeus retrocedió, Eros y yo volvimos a abrazarnos pero entonces me hizo dar vuelta y finalmente me encontré con Psique.
- ¡Tú! - La abracé efusivamente - ¿Cómo es que estás aquí? -
- Yo la traje... - Miré hacia Anteros - Supuse que tenía que ver esto... -
- Me alegro tanto por ti... - Dice Psique sonriendo.
- Estoy que no me creo nada de lo que pasa - Un par de lágrimas de felicidad empañaron mis ojos, Psique vuelve a abrazarme.
- Am... Thea... - El tono de Psique era de sorpresa.
- ¿Qué? ¿Qué ocurre? - Me separé pero ella mira tras de mi.
- Tú... Tú tienes... -
- ¿Ah? - Miré por encima de mi hombro y abrí los ojos de par en par en el momento en que vi un par de alas - ¡¿Qué... pero qué... ?! -
Me di vuelta un par de veces sin creerme esto hasta marearme, Eros me atrapa mientras ríe cuando caí hacia atrás y me ayuda a enderezarme.
- Ahora tú también podrás volar sin mi ayuda... Ris... -
Me sonrojé nuevamente pero entonces mis nuevas alas se sacudieron bastante y noté las plumas de esta erizarse.
- ¿Ah? - Murmuré.
Eros ríe de nuevo al igual que los demás quienes me miran con ternura y diversión, yo me sentí apenada y como si fuera en automático mis alas me cubrieron completamente.
- No te escondas, mujer, sal de ahí - Escuché a Psique.
- No quiero - Me senté en el suelo de piernas cruzadas mientras seguía cubierta.
- ¿Por qué te avergüenzas? Es normal que te guste como tú pareja pronuncia tu nombre... - Anteros habla de manera burlona.
La mayoría ríe ante su comentario y mis alas se aprietan un poco más por la pena. Hasta que escuché la risa de Eros y luego su mano en mis alas.
- Vamos... mejor sal de ahí y prueba tus alas... -
Me quedé pensando un momento pero entonces suspiré, hice un pequeño hueco entre mis alas donde Eros mete su mano y me la tiende, la agarré dudosa pero entonces me levanté mientras que mis alas regresaban a ponerse normales.
- Bien... intenta extenderlas - Dice.
- Am... - Miré por encima de mi hombro y traté de hacerlo, luego de un momento estas me hicieron caso y sonriendo intenté agitarlas.
Unas ráfagas de viento, provenientes de mis alas, hicieron que el cabello de los cercanos se removiera un poco pero entonces sentí como poco a poco dejaba de sentir el suelo bajo mis pies.
- Oye, yo solo te dije "intenta extenderlas" pero tú ya estás volando - Eros sonríe y yo reí un poco.
Aunque por la distracción y porque no lo controlo muy bien casi caigo, Eros se preparó para sujetarme pero yo conseguí seguir en el aire.
- Estoy bien, estoy bien... - Mencioné mientras suspiraba, aún tenía agarrada la mano de Eros pero entonces lo solté y me equilibré.
Todos los presentes sonreían más ampliamente y yo me elevaba un poco más, suerte que este lugar era inmenso.
Miré a Psique y luego a Eros y entonces, sorprendiendo a todos, salí volando con mucha más rapidez que apagué un par de velas.
- ¡Ya no podrás obligarme a ir a algún lado! - Grité mientras me alejaba.
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Mi Amado Dios 'EROS'
RomanceThearis había tenido como único Dios a Eros, el Dios del Amor y la Pasión, por su admiración hacia él terminó perdidamente enamorada del Dios. Psique y ella son mejores amigas desde hace tanto tiempo, y en el reino se las conoce como las dos más her...