Capítulo 10 Hermano menor.

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Rulius—ugh... ¿Donde estoy? —miro a su al rededor notando que estaba en una habitación—¿Qué es esto?

Apenas si podía tener los ojos abiertos, al girar noto que a su lado estaba su hermano y la reina, cuando miró mejor la habitación lo vio, estaba en la habitación que ocupaban la reina y su hermano, se tocó el cuello con miedo recordando el frío filo de aquella daga.

Se levantó tan rápido como pudo de la cama y busco un espejo, se acercó al tocador de la reina tratando de mirar su cuello, pero debido a la poca luz que había apenas si lo podía ver, cuando su vista se acostumbro a la oscuridad lo vio, tenía una cicatriz en el cuello, era pequeña pero visible.

Su madre entró gritando a la habitación, culpando a la reina por lo que había pasado, por más que Rulius tratara de explicar lo que pasó nadie lo oía, la reina se despertó por el ruido, pero esto provocó una discusión entre ambas.

Rulius—¡Mamá detente no fue culpa de la reina!

Jieun—Tienes razón no fue culpa de ella, fue de ese maldito niño

Hans que yacía dormido fue atacado por la emperatriz, la cual había sacado un cuchillo que había escondido en su vestido, pero no pudo hacerle daño alguno porque la reina la detuvo interponiendose entre el cuchillo y el pequeño, el cual apenas abrió los ojos pudo ver como gotas de sangre caían en su mejilla.

Hans—Madre... —abrió los ojos con sorpresa

Se levantó de inmediato sentandose  en la cama, de inmediato empezó a curar la herida de su madre, la emperatriz se sorprendió al ver aquello.

Hans—¡Idiotas, ¿que diablos hacen?! —dijo con enojo —Váyanse y déjenos solos

Jieun—Yo... No era mi intención... —se sorprendió de sí misma, estuvo a casi nada de matar a alguien

Rulius—¡Hans, tu mano!—dijo con preocupación

Hans—Sabía que esto pasaría, por eso quería dormir....

Rulius—¡Mamá has algo, mi hermano esta desapareciendo!

Jieun—No se que hacer...

Hans—¡Deja de gritar!, esto sucede porque te cure tu herida en el cuello, te dije que tuvieras cuidado con las personas a tu al rededor, en unos días regresaré, solo tendré que descansar bien —dijo esto mientras se desvanecía

Rulius—¡Hans, Hans! —dijo mientras recorría la habitación —¿Donde estas?, hermano...

Hans—Ya te dije que en unos días regresaría, solo debo recuperarme

Aristia—Mi niño, mi niño... —busco desesperada de donde venia la voz

Hans—Aquí estoy mamá, por favor estate tranquila, en unos días me veras de nuevo...

Tal y como el dijo días después apareció de nuevo físicamente, en cuanto apareció su madre no lo soltaba prácticamente para nada y las visitas de Rulius se vieron reducidas en lo que la paranoia de la reina pasaba.

Después meses de caos interno, Rulius podía pasar tiempo con Hans como antes, aunque la seguridad para el primer príncipe se incremento pues después de ese primer intento de asesinato hubo otro más, lo cual hizo que la emperatriz Jieun se diera cuenta de que esto era por problemas de grupos que se habían formado.

Rulius—Oye... Gracias por salvarme ese día —dijo mientras estaba acostado en las piernas de Hans

Hans—De nada, sino hacia algo te ibas al cielo antes que yo y eso no lo podía permitir

Rulius—Se empezó a reír —Se que no debería de reírme por esto pero... De alguna manera sonó gracioso

Hans—Idiota, ahora si fíjate en quien confías ya te lo había dicho

❥ᴀ̶̶ʙ̶̶ɪ̶̶s̶̶ᴍ̶̶ᴏ̶⛥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora