🪔09. Un Buen Amigo🪔

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— A Hannah le gusta que sean sensibles, que no teman demostrar sus sentimientos y que cuando la quieran invitar a salir no lo hagan con rodeos, que sean directos. — Mencionaba mientras el príncipe tomaba notas en una libreta. —

Me permití apreciar cada una de las letras que escribía, eran claras y bonitas.

— ¿Algo más que deba saber? Como... ¿Sus pasatiempos favoritos? — Suspiré y me dejé caer en el respaldo de la silla. —

— Le gusta salir a fiestas y de vez en cuando leer algún libro. — Mencioné recordando las veces en las que Hannah me obligaba a ir a las fiestas con ella de noche y cuando me recomendaba libros, los cuales, por supuesto, nunca he leído. —

— Fiestas... — Susurró el príncipe y soltó una pequeña risa. — Son realmente aburridas. — Hizo una mueca y yo lo miré con el entrecejo fruncido. —

— ¿Aburridas? — Asintió. — ¡Pero claro que no! — Exclamé y él dio un brinco en su lugar. — Admito que no soy muy fan de ellas pero cuando tengo ganas de ir son muy buenas. — Sonreí y él me veía con una ceja alzada. —

¿Qué tiene de bueno una simple cena y baile lento? Son muy aburridas, mi padre siempre me obligaba a estar en ellas. — Hizo una mueca y entonces comprendí. —

— Tú tienes otro estereotipo de fiesta, a las que yo voy no tienen nada que ver con las tuyas. — El príncipe me miraba con atención. — Las buenas fiestas tienen alcohol y música realmente buena. Además de comida.

— Nunca he estado en una de esas. — Hizo una mueca, parecía un niño pequeño decepcionado, hasta me pareció tierno. —

— ¿Nunca? — Pregunté y él negó con la cabeza. — ¿Qué es lo que haces los fines de semana? — Suspiró y miró hacia el techo. —

— Normalmente me quedo en casa.... — ¿¡Casa!? Esto es un castillo enorme. — Y... Leo libros. — Dijo y sonrió. — Eso es divertido.

— ¿¡Divertido!? — Exclamé levantándome de la silla. —

— Sí. — Dijo pero sonó más como pregunta. — Un fin de semana aburrido está lleno de papeleos y/o visitas a lugares donde debemos hacer algún papeleo, o al menos eso hacía cuando mi padre estaba.

— Bueno, supongo que cuando eres el príncipe de este lugar tu vida es diferente a la de los demás. — Asintió dándome la razón. — Bien, es hora de irme. Tengo que salir con mi novio y debo arreglarme.

— Espera... ¿Me ayudarás con las otras chicas? — Preguntó mientras se levantaba, abrió la puerta del lugar en el que estábamos y me dejó salir primero. —

— Supongo. — Me encogí de hombros, después de todo él pagó mi inscripción y debía agradecerle de alguna u otra manera. —

— Gracias. No sabes cuánto significa para mí. Debo casarme lo antes posible. — Hizo una mueca y sonreí débilmente. —

El príncipe me parecía agradable, desde aquella vez en la que me trajo para quitarme el lodo no me parecía tan mala persona.

Pero, por supuesto, Tom no pensaba lo mismo.

𝑇ℎ𝑒 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora