🪔12. Finn🪔

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Aidan.

Si algo era verdaderamente estresante es tener que aguantar a los reporteros con sus infinitas preguntas.

— ¿Estás bien? — Preguntó Noah dirigiendo la mirada a mi ya que íbamos en mi auto rumbo al castillo. —

— Sí, sólo que de verdad no soporto a los reporteros. — Dije mirando por la ventana. —

— Ellos sólo hacen su trabajo, Aidan.

— Ya lo sé, sólo que... No me gusta, pediré a mi tío un guardaespaldas para cuando deba salir del castillo. — Hice una mueca y abrimos el portón del castillo para poder entrar. —

Noah bajó del auto siguiéndome al interior.

— No pude despedirme de T/n. Debe estar muy molesta conmigo por haberla dejado de esa manera. — Recordé repentinamente y Noah se tumbó en el sofá. —

— No lo dudo, amigo. ¿Sabes? Esa chica tiene algo que no tienen las demás. — Dijo mirando hacia el techo. —

— ¿De qué hablas? — Cuestioné entrecerrando los ojos, me senté junto a él y sonrió. —

— Me refiero a que... No es como las que yo he conocido, la mayoría son muy lanzadas y no se defienden, sólo lloran o algo por el estilo. T/n tiene carácter y es muy linda. — Una sonrisa se dibujó en su rostro. — Ella no está en tu lista, ¿Cierto?

— Por supuesto que no. — Respondí y él continuaba sin borrar la sonrisa de su rostro. —

— Eso es... Increíble. Trataré de conquistarla. — Se levantó de un salto y comenzó a caminar a la salida. —

— Tampoco debería estar en la tuya. — Solté de repente y él me miró confundido. — Recuerda que tiene novio.

— Es verdad. — Hizo una mueca. — Pero lo intentaré, cuando se aburra de su novio yo estaré ahí para consolarla.

— Lo dudo mucho. — Rodó los ojos. —

¡Adiós! — Se despidió y salió del castillo. —

(...)

T/n.

Después de que el príncipe se fue del centro comercial decidí quedarme por aquí para ver qué puedo comprarle a Tom, en siete días cumpliremos un año y siete meses de noviazgo y no tengo idea de qué podría regalarle.

— ¿Necesita ayuda, señorita? — Preguntó una persona a un lado mío, me encontraba viendo algunos discos de música de la banda favorita de Tom pero desgraciadamente ya le había comprado todos. —

— La verdad sí. — Dije y dirigí la mirada al chico que tenía junto a mi y... No podía creerlo. —

— ¿Qué es lo que necesita? — Sonreí al instante y me lancé a los brazos de quien solía ser mi compañero de aventuras y también mi mejor amigo. —

— Oh por Dios, ¿Cuándo volviste? — Le pregunté a Finn sonriendo. —

— Hace un par de días, he estado buscándote desde entonces. — Se encogió de hombros y sonrió. —

𝑇ℎ𝑒 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora