🪔13. "...Yo podría casarme contigo"🪔

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Aidan.

Al día siguiente, cuando ya estaba listo para irme al colegio, el abogado de mi padre me estaba esperando en la sala, cuando me vio llegar se levantó e hizo una reverencia.

— Príncipe, lamento venir sin avisarle. Sólo quería saber cómo iba con eso de conseguirse una esposa. — Suspiré e hice una pequeña mueca. —

— No muy bien que digamos. — Dije y el señor suspiró. —

— Miguel me contó que estaba conociendo chicas, ¿ Aún no lo logra con ninguna? 

— Verdaderamente aún no me acerco a ninguna, sólo las estoy observando y luego las conoceré. — Expliqué y él asintió. —

De acuerdo. — Dijo y comenzó a caminar hacia la puerta. — Le recuerdo que cada día que pasa es un día perdido, será mejor que se ponga atento y ya consiga a alguien con quien casarse. — Abrió la puerta. — Hasta luego, príncipe. — Se despidió y salió del castillo. —

Bien, supongo que hoy debo comenzar a acercarme a alguna de ellas.

(...)

Divisé a T/n sentada al fondo del salón, Matemáticas e Historia eran las únicas clases que compartíamos, así que me senté en la silla que estaba sola junto a ella.

— Buenos días. — Saludé y ella no me regresó el saludo. — Sabes... Siento que no te agrado del todo. — Mencioné y ella dirigió la mirada a mí. —

— Honestamente... No. — Hizo una mueca y regresó la mirada al frente. —

No despegue la mirada de ella ni un sólo segundo hasta que ella la dirigió a mí.

— ¿Qué tanto me miras? — Preguntó, al parecer incómoda. —

— ¿Por qué no te agrado? Digo... No te he hecho algo malo, apenas y entablamos una conversación normal. — Dije y ella suspiró. —

— A Tom no le agradas. — Mencionó sin mirarme nuevamente. —

¿Quién es Tom? ¿Su gato? ¿Su perro? ¿Algún primo?

— ¿Tom? — Pregunté. —

— Mi novio. — Respondió y en ese momento la profesora entró al aula. —

— ¿Y por eso no te agrado? ¿Por tu novio? — Pregunté y note como ella ponía sus ojos en blanco. —

— Aidan... No tengo porque darte explicaciones.

¿Ahora ya me llama por mi nombre?

— ¿Hoy vas a mi casa? — Pregunté y ella dirigió por tercera vez la mirada a mí. —

— ¿Para qué?

— Aún necesito que me ayudes. — Dije, ella hizo una mueca pero finalmente asintió. —

— Bien, pero... Tengo una condición. — Dijo un poco tímida. —

— Dime.

𝑇ℎ𝑒 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora