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Hyejoo caminó lentamente por el pasillo hacia los susurros que había escuchado. Asomándose en el cuarto de living, parpadeó algunas veces cuando un rayo apareció e iluminó la casa por un momento.

La escena en frente de ella era casi angelical. Chaewon estaba sentada en medio de la habitación, vestida solo en su ropa interior y en una de las blusas completamente blancas de Hyejoo. No pudo evitar sonreír cuando se dio cuenta de que Chaewon debió agarrar la primera prenda de ropa que encontró para ponerse encima de su sostén deportivo.

Aparte del brillo de la luna que pasaba por sus ventanas, la única otra cosa que iluminaba el cuarto era la luz apagada que venía de la laptop que Chaewon tenía en frente de ella. La pequeña susurró algo en voz baja, gentilmente apartando a Wolf cuando éste intentaba ganar su atención.

Hyejoo levantó una ceja, dando un par de pasos dejando el pasillo para hacer saber su presencia. Chaewon, sin embargo, estaba demasiado concentrada en su tarea para notar a la chica hasta que su voz llenó la habitación.

—¿Qué haces?— susurró Hyejoo, arrodillándose al lado de su novia. Chaewon jadeó, sus manos inmediatamente tomando la computadora y alejándola de Hyejoo.

—Nada— susurró Chaewon. Miró a su novia nerviosamente. —¿Por qué estás despierta?—

—Podría preguntarte lo mismo— dijo Hyejoo tranquilamente, con preocupación en sus palabras. —¿Pasa algo malo? ¿La tormenta te despertó?—

Chaewon negó con su cabeza, mirando abajo hacia la pantalla de la computadora ansiosamente. —Deberías irte a la cama— susurró. Hyejoo ladeó su cabeza.

—¿Qué está pasando?— preguntó Hyejoo, preocupándose de pronto. Se acercó e intentó ver la laptop, pero Chaewon rápidamente la movió una vez más. Hyejoo elevó una ceja.

—Nada— Chaewon negó con la cabeza una vez más. Fue entonces cuando Hyejoo vio lágrimas formarse en los ojos de la menor, amenazando con caer.

Chaewon se desconcertó cuando Hyejoo se levantó rápidamente del suelo y desapareció de la habitación. Se volvió al laptop, limpiando sus ojos e intentando enfocar su borrosa mirada.

Fue cuando escuchó los pasos reapareciendo cuando levantó la mirada para encontrar a Hyejoo arrodillada a su lado, dejando dos vasos en el piso de madera.

—Vamos a hablar— asintió Hyejoo suavemente, tomando la botella de vino que les había dado Hyunjin de debajo de su brazo. Vertió una pequeña cantidad en cada vaso, gentilmente deslizándole uno a Chaewon. —¿Qué te tiene despierta tan tarde?—

Chaewon estudió el vaso, envolviendo sus dedos con cuidado alrededor de este y llevándolo a sus labios. Hyejoo observó como la menor tomó un sorbo, pasando su lengua por sus dientes un par de veces para tomar el sabor. La mayor dejó escapar un suspiro de alivio una vez que Chaewon levantó el vaso para tomar otro sorbo.

—No es nada Oli— Chaewon negó con la cabeza, tragando el nudo en su garganta. Hyejoo le dio una mirada que solo Chaewon entendía.

Una mirada que decía 'te conozco bien como para creerme eso.'

Gentilmente, Hyejoo alcanzó la computadora y le puso una mano encima, mirando a Chaewon por aprobación. Cuando la menor simplemente dejó caer su cabeza, Hyejoo deslizó la computadora y se inclinó para estudiar la pantalla.

—¿Qué es esto?— Hyejoo inclinó su cabeza hacia un lado. Dejó su vino a un lado y movió el cursor en la pantalla. —¿Encuestas?— la chica miró a Chaewon. Quien mantenía su cabeza baja culpablemente. —No entiendo— dijo Hyejoo suavemente.

—Necesito dinero— susurró Chaewon, casi inaudible. Hyejoo casi no captó las palabras de la menor, pero cuando lo hizo se preocupó aún más.

—¿Dinero para qué?— preguntó Hyejoo. —Tenemos dinero. Ambas comenzamos a trabajar.—

Green | hyewon (LOONA) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora