La Capa Invisible

CONQUISTANDO AL LEÓN

–Me gusta Harry Potter.

¿Qué estaba pensando al decir eso?

Bueno, eso es lo que paso exactamente, Draco no pensó, solo actuó. Y ahora esperaba una reacción de asco u odio por parte de Blaise.

–¡Maldición! –exclamó Blaise, Draco no pudo mas que encogerse, ahí venia; una frase de desprecio–, maldita seas Pansy Parkinson –muy confundido, Draco reaccionó y lo siguiente que vio, fue como Blaise sacaba unos cuantos galeones y se los extendía a Pansy, la cual ahora tenía una sonrisa burlona en el rostro.

–Te gane –le dijo ella en respuesta–, aceptalo, yo siempre tengo la razón.

–"Yi simpri tingi li rizin" –imitó infantilmente el chico–. Algún día Pansy; algún día no la tendrás, y ahí estaré yo, riéndome en tu cara –amenazó mientras la señalaba con un dedo.

–Mal perdedor, eso eres. Un mal perdedor –contestó divertida.

–Esperen, esperen –interrumpió Draco bastante confundido–. ¿Qué demonios esta sucediendo?

–Una apuesta, una que claramente gane –contestó Pansy triunfante.

Eso no respondía la pregunta de Draco, y Blaise lo notó.

–Lo que Pansy quiere decir –comenzó–, es que hicimos una apuesta. Te veíamos tan atento a Potter, que apostamos sobre ello –la cara indignada que Draco puso en ese momento, fue ignorada a propósito por Blaise, quien continuó–. Yo, pensé que tu mirabas a Potter porque analizabas tu siguiente ataque, ya sabes, ustedes dos con sus estúpidas bromas. Pansy pensaba que era porque lo amabas, ya sabes, cursilerías –entre más hablaba Blaise, Draco se sentía cada vez más incrédulo–. Así que ambos apostamos el final que tendrían; yo aposté a que ambos terminarían la escuela odiándose a muerte y Pansy apostó a que tu terminarías enamorándote de Potter –Blaise dejo caer los hombros en señal de derrota, y suspirando terminó–. Pero ya vimos quien gano... Gracias Draco, me has hecho perder veinte galeones.

El susodicho, que estaba perplejo por la información de inmediato reaccionó a la acusación y no pudo más que cambiar su mirada de indignación a una asesina.

–Son unos idiotas.

–Tambien te amamos Draco –contestó sarcásticamente Pansy.

–¿En serio?, ¿apostaron sobre mi? –preguntó ignorando el sarcasmo de la chica.

–Hey –llamó Blaise–, nosotros nunca nos quejamos de tus ridículas bromas con Potter, así que tu no te quejes de nuestras apuestas, ¿va?

–Además, la apuesta no solo era sobre ti, era sobre Potter y tú cariño –señaló Pansy.

–En serio, quiero odiarlos –siseo Draco.

–Draco, amigo, el único que debe sentir odio aquí, soy yo, me has hecho perder veinte galeones contra la estúpida de Pans- ¡auch!, ¿que te pasa ahora Pansy? –gritó Blaise, había recibido un zapatazo en la cabeza por parte de la chica, igual que Draco anteriormente.

–No me llames así, estúpido.

Pronto, un silencio se instaló en la habitación, no era incomodo, era más bien uno pensativo. Pero ese silencio se vino abajo cuando Blaise pregunto:

–Bien, ¿qué planeas hacer?

Draco no entendía, la confusión en su rostro era palpable.

–Ya sabes, con el asunto Potter –insistió Blaise.