Los 4 Uchihas. || SasuSaku

Capítulo 1

Aquellos ojos color ónix se posaron sobre ella, haciéndola saltar de los nervios, cayendo instintivamente al suelo.

No podía creer lo que estaba viendo ante sus ojos.

— Que hago aquí — habló el Sasuke más alto de los tres tras estar frente a ella y desenvainar su katana de manera desafiante frente a la oji-verde — Responde ahora sí aprecias tu vida. — sentenció tras activar su Sharingan.

— Yo... — hacía mucho tiempo ya que no volvía a su mente cuando Sasuke de antaño, cuando este había abandonado la aldea para cumplir su deseo de venganza.

De pronto el más joven de los tres se posicionó delante de Sakura, quedando en medio de la katana y ella.

-— ¡Oye tú, idiota, deja eso! — está vez el Sasuke de 8 años había hablado.

— Creo que hablo por todos aquí sobre el desconocido el por qué extrañamente estamos aquí, pero no llegaremos a nada empleando la violencia, estúpido. Así que baja tu arma y relájate. Por ver su rostro podemos ver que ni ella esta al tanto de esto.

Aquella voz era de su Sasuke-kun que siempre recordaba, aquel genial Sasuke que sabía cómo manejar la situación sin complicaciones lo mejor posible.
De pronto esos tres pares de ojos se fijaron hacía ella.
El Sasuke de la katana aún con molestia y un seño fruncido guardo su arma. Podía sentir como aquel joven que la había amenazado desprendía un aura de molestia hacía ella, recuerdos vagos de antaño surcaron su mente, hace mucho tiempo ya que no sentía esa vibra en ella. Aunque actualmente ya no era lo mismo que antes, ahora todo era amor y felicidad, aun podría decirse que le incomodaba la mirada que este le proporcionaba.

— Tu eres Sakura, ¿cierto? — el azabache de 13 años habló, la nombrada únicamente asintió con lentitud — ¿Que es este lugar, y que hacemos aquí?

¿Que podría decir?

Muda era como me encontraba, no salía nada de ella. Era lo único que podía pensar.

"¿Yo como iba a saber?" Quiero decir, no es como si ella lo hubiera planeado, y mucho menos Sasuke. Él era un tipo que no le gustaba jugar ése tipo de bromas únicamente para gastar chakra en algo banal y sin importancia.
Me encogí de hombros ya que realmente no sabría dar una explicación como tal sobre que ellos que hacen aquí, era igual de desconocido para ella como para ellos.

— Tsk... — fue lo último y único que pudo decir tras dejar esos ojos rojizos de lado.

— Este lugar es eh... — por un momento dudo sobre la respuesta que ella iba a formular.

— ¿Konoha? — el joven poseedor de la marca maldita más desarrollado los miro, ¿había escuchado bien? Si bien recordaban hace un par de años que había desertado, no tenia sentido.

La oji-jade asintió dudosa — S-si, es konoha. Es tu casa y...–

—Si es mi casa, ¿que haces aquí? — interrumpió ahora él, siendo el desafiante. — ¿No deberías estar en tu casa?

Los otros dos presentes no entendían que sucedían, uno por ser demasiado joven y vivir relativamente corto, y otro que sabía algo por las experiencias que ya había vivido.

— Es que...

A punto de poder decir algo, un "Mgh..." Se escuchó del otro lado del cuarto, podría decirse que era un gemido ahogado proveniente de aquella cama de tamaño matrimonial que estaban ignorando los cuatro. Sakura regresando a la situación en la que se encontraba recordó que era lo que había venido a hacer en esa situación, no podía distraerse por el momento. Corrió hacia su marido a socorrerlo. Tocarle el rostro era su plan, pero fue detenida abruptamente por el Sasuke de 17 años quien ya había analizado rápidamente aquella situación, ya sabia que aquel hombre era él, pero con un poco más de arrugas.