Capítulo 6

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Era extraño por el angulo en como lo vieras pero Sasuke de 32 años regañando al Sasuke de 13 era gracioso y algo raro ya que tenerlo frente a el con esa aura de superioridad e intimidación pero estando de rodillas frente a el, eran muchas cosas extrañas. Te dejaban pensar, por lo menos, pero ese no era el caso.

— Hace cuanto que se fue.

— N-no lo se, cuando salí d-del baño ya no estaba — ¿tartamudear? De acuerdo, esto era demasiado incluso para ambos. No podría decir mentir si era su fuerte o no, pero no tener su versión un poco más vieja le aterraba puesto que no sabía cómo reaccionaria el contrario al saber que faltaba uno de los cuatro.

Una mirada penetrante fue lo que pude tener en respuesta, no sé si estaba pensando yo sobre la situación o simplemente estaba encontrando formas para torturarme y sacarme la verdad. Era una sensación extraña, no podía distinguir si había enojo, malestar, frustración o algo parecido ya que podía discernirlo muy bien para no ser percibido por los demás.

— Entiendo — suspiró —, por lo menos ustedes quédense aquí. No puedo permitirme que les suceda algo mientras estén en mi tiempo. — Aquel quien fue un vengador en su juventud solamente le dio una palmada en el hombro, no sabía que pero se sentía extraño el tacto. Tenía una rara sensación en el pecho y le vio marchar por la puerta principal.

— En verdad que cuando se trata de enfrentarnos a nosotros mismos las cosas salen raras, pero no creí que tanto.  — el niño de ocho años comentó mientras que se comía uno de los bollos al vapor. — ¿Que tanto fue lo que pudiste hacer en lo que nos fuimos? — y con eso ahora hablaba con la boca llena. Molesto, le dirigí una mirada con cansancio debido a toda esta situación.

La posición era demasiado incluso para él, muchas preguntas en mente pero las únicas que podían salir de él era su matrimonio y vida del futuro puesto que no había pasado desapercibida su compañera de grupo en lo que a él le concernía. La verdad de todo era que, aunque no lo admitiera abierta y directamente, él esperaba que su futuro fuera no el mejor debido a las decisiones que el estaba tomando por su venganza pero ahora, ahora todo se volvía diferente. El ver que había hecho una vida, tenía una casa y hasta posiblemente hijas o hijos, no mentiría si no dijera que lo que estaba presenciando era agradable o desagradable, y más cuando por sus ojos paso aquella chiquilla que ahora era toda una mujer, ella lo volvía todo diferente, por no decir que siempre. No era malo ese aspecto, era solo que ella era la única que todo podía volverlo diferente.

— Pues que quieres que te diga, lo de siempre en un cuarto: ropa, muebles y tal. No había nada fuera de lo normal, a excepción de una caja pero no pude ver su contenido por que nuestra versión no tan vieja se fue a quien sabe donde.

— Y por que no...-

El pequeño no logró terminar su oración debido a que vio como una joven de cabello rosado cruzaba el umbral junto con el chico de la Katana, quien extrañamente mantenía un brazo al desnudo. Aunque si ahora se ponía a ver los pequeños detalles, la joven pelirosada mantenía una cara sonrojada.

— ¡¿Donde diablos te metiste?! Estuve a punto de "posiblemente" morir a a manos de mi mismo. — Sasuke adolescente saltó de su posición para disponerse a golpear al contrario.

— Creo que no debería importar donde a vaya. — Aquel joven musito, mientras seguía a su joven acompañante a cualquier dirección a la que ella iba. Pereciera que quería escapar de él.

— ¿No debería importar? Estamos en una época que no es la nuestra pedazo de estúpido. No se como me transforme en eso. — molesto, solo se cruzo de brazos para dirigirla una especie de mirada asesina.

— ¿Sasuke-kun salió? — dijo al no lograr ver a su marido. Instintivamente paso sus ojos por el joven de 13 años quien solamente miro con seriedad mientras que segundos después paso su mirada al niño de ocho años, quien asentía con su cabeza mientras devoraba un enorme bollo de lo que parecía ser carne con verduras. El olor del alimento se percibía en el aire. La joven solo soltó un suspiro sonoro. — supongo que tendré que cuidarlos por el momento chicos. 

Y con una sonrisa se dispuso a sentarse en uno de los asientos de su estancia, de pronto el joven de 17 años se dirigió al baño de la casa, mientras que el Sasuke "genial" iba a comer en la cocina acompañado de su palpable molestia. Su única compañía era el niño de 8 años, quien mantenía una mirada penetrante sobre ella.

— ¿S-sucede algo conmigo? — nerviosa comentó. El niño solo negó mientras se colocaba a lado de ella. — ¿Entonces?

— Nada realmente, es solo que me recuerdas a alguien de mi tiempo, creo. — encogido de hombros dijo, mientras tomaba su peluche entre manos. — tiene tu mismo color de cabello pero creo que es un poco más largo aunque con las puntas mas abiertas, es una niña extraña de mi case...

Y con ello llamó la atención de la chica, quien sabía perfectamente que hablaba de ella, aunque probablemente él no supiera. — ¿En serio? — él asintió —. ¿Y por que dices que es extraña?

— Bueno, cada que me ve se pone toda roja y sale corriendo como si estuviera viendo algún fantasma o algo al lado contrario al que voy. —  era lo único que podía decir, su atención estaba con su peluche al cual estiraba de ambos brazos — Aunque me agrada un poco cuando se pone roja, parece un tomate y a mi me gustan mucho de esos. Por eso me agrada.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Sakura, quien solamente le dio una palmada en la cabeza. La conversación le estaba gustando en demasía, no esperaba que la versión más pequeña y joven se expresara así de ella o mejor aun, que notara que ella existiera ante sus ojos. Siempre fue tímida cuando fue muy joven cuando se trataba del azabache y enterarse de ello le dejaba sin palabras. Aunque el pequeño niño no se diera cuenta, él estaba hablando tiernamente de ella, a quien le había hecho la noche con sus palabras. Y sin pensarlo tantas veces estrujó al joven entre sus brazos sin miedo, sorpresa fue lo que obtuvo puesto que el niño no esperaba tal reacción de ella.

— Oh, Sasuke-chan~, ¡eso fue demasiado adorable!

No pude evitarlo, tener a mi marido en una versión para llevar me tenía en las nubes más sumando lo que me había comentado, no pude resistirme, era una invitación para abrazarlo. Aun era un niño quien no tenía idea sobre lo que pasaba en el momento o la gravedad del asunto. Él solo era: hablar, comer y dormir. Así hablando entre nosotros sobre lo que le gustaba y lo que no, el tiempo pasó volando, pude ver como tallaba con sus manos sus ojos, era obvio que estaba cansado. Aun teniéndolo en mis brazos lo reconforté y brinde de mi calor para hacerlo dormir a lo cual el no puso resistencia y se dejaba llevar mientras lo adormecía.

— ¡Sasuke-kun! — traté de sonar lo más fuerte posible mientras murmuraba, era extraño como describirlo pero había llamado la atención de aquel chico de la banda de Konoha quien se encontraba lejos de mi.

— Que. — el joven poseedor del sharingan dijo mientras hacía presencia en la sala. Mantenía un bollo con su mano derecha en su boca, mientras que tenía su mano izquierda con otro bollo, sabía que le hablaba a él puesto que su versión desnudista aun se encontraba en lo que podría seguir siendo el baño.

— Disculpa que te llame pero, ¿crees poder traer una manta...-?

No pudo terminar su oración debido a que el joven había ido a lo que podría ser la habitación de ellos. No era tan difícil lo que ella quería decirle tras haber investigado todo el hogar plagado de emblemas del abanico. Quizás se había apresurado debido a que le avergonzaba que su compañera quien ahora era toda una mujer, le cargaba en brazos siendo él un bebé, no era lo que él esperaba divisar pero era extraño, no sabía como describirlo pero no era una sensación de incomodidad o que detonara algo malo, al contrario. No era que fue alguien que actualmente recibiera mucha atención por parte de alguien, o que le dijera que estaba bien o mal con palabras y palmadas en el hombro, esto era la gran brecha de diferencia de su vida futura con la actual.

No paso mucho cuando llegó a dicho cuarto y decidió llevarse aquella dichosa manta de entre todas las cosas para después dirigirse nuevamente con la chica, bajó del segundo piso con cuidado mientras que se ponía a pensar sobre su vida mientras terminaba de comer su segundo bollo, quizás Sakura no era tan molesta después de todo y de alguna forma sí quería lo mejor para él y probablemente él sabía que lo estaba evadiendo, aunque por ahora no entendería el porque.

Cruzando el umbral de la puerta pudo ver como su versión que le agradaba ir desnudo por la vida al verle el torso, se encontraba capturando el rostro de la joven de ojos esmeralda con sus manos. Se encontraba capturando toda su atención. No supo cuando ni como había pasado todo ello, pero sin pensarlo, ya se había encontrado con sus manos alejando a su versión un poco más alta de ella. Enojo era lo que ahora se sentía en el ambiente.

Los 4 Uchihas. || SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora