Capitulo 8

2.6K 280 40
                                    

Un nuevo día había llegado, mejor que los anteriores a decir verdad. Más bien, varios días habían pasado ya pero éste era más tranquilo que los anteriores.

Si bien los pleitos correspondientes habían disminuido a lo largo de la semana no quería decir que estaban exentos de ello. Y era normal, el no tener aun una respuesta clara de cuando podrían regresar a su tiempo más Sakura por su parte a diferencia de su marido, lograba sobrellevar la situación llevándose en contra de su voluntad a los chicos a dar paseos o bien, convivir entre ellos debido al ser de diferentes tiempos. 

Y era lo menos que podía hacer si no quería que se terminaran matando entre ellos.

Y aun tras eso los jóvenes más altos y con más edad no se permitían llevarse bien debido a su naturaleza de seriedad y agresividad en cuanto a su venganza se refería. Aunque aun después de dichos problemas no dejaban de lado el interés que tenían por su compañera de equipo y no era para menos, era decir, habían veces que el Sasuke de la época en la que aun pertenecía en el libro bingo quería saber más sobre que fue de ella, si bien en sus días la ultima vez que la había visto no la recordaba bien, recordaba más cuando se encontraron por primera vez después de dos años en los que el tarado de Naruto y el otro chico pálido la acompañaban y no era para menos, no era misterio que, en aquellos años de su juventud antes de fugarse de la aldea había desarrollado unos molestos sentimientos que los dejó guardados y olvidados muy en el fondo de él, que, para su mala suerte regresaron para molestarlo en ésta situación. Y no era para menos, su actual amiga era más hermosa que antes, mantuvo su cabellera corta tras muchos años y aunque no era alguien que dijera ése tipo de cosas tenía una buena figura. No era algo fácil de ignorar, aun más cuando ella se la pasaba casi todo el día en su casa.

A diferencia del joven casi adulto, el chico que pasaba por su adolescencia aun tenía más incógnitas que respuestas mediante a su vida futura y más a futura lo cual algo así le daba temor la incógnita el no saber que pasaría con el ya que, ¿la familia? ¿será que jamás llevo a cabo su venganza? Y aunque sus pensamientos le atormentaban de vez en cuando éstos comentarios se fueron de golpe al sentir la mano de su versión más joven con las suyas.

—Dice Sakura-san que si la acompañas a no se donde.

El joven pequeño tenía a su peluche de dinosaurio en una de sus manos mientras que la otra libre tenía la mano tomada de su versión más alta, quien por su parte se encontraba sentado en la sala mirando a la nada, como de costumbre.

—¿No se donde? — el joven con la banda de la hoja le puso su mano en la cabeza mientras le miraba confundido, esperando una respuesta más concreta—. Creo que querrás decir que no recuerdas lo que te dijo, ¿no?

Con una sonrisa nerviosa el pequeño niño rascó su mejilla, había sido atrapado—. Si, me dijo un lugar pero la verdad es que no recuerdo su nombre. Aun así tienes que acompañarla.

Dudoso, resopló cansado mientras dejaba el niño en el lugar en el que estaba con anterioridad, si ella quería que fuera él en lugar del desnudista eso quería decir que estaba bien, ¿no? Incluso podría ser una ventaja para indagar un poco más sobre él estando solo con ella, por que siendo sincero, Sakura seguía siendo Sakura sin importar el tiempo. Sin más se dispuso a donde estaba pues el joven antes de que emprendiera viaje le había comentado que la joven de cabellera rosada se encontraba fuera de casa: en la entrada de esta.

—¿Me llamaste? —dijo él, mientras rascaba su cabeza.

—¡Claro! Necesito de tu ayuda en una misión que tendré hoy y es algo fácil pero a la vez  muy importante.

—¿Una misión? ¿Qué no es algo arriesgado que yo salga? —la confusión se podía observar en su rostro.

—Bueno... 

—Sabes bien que yo no pertenezco aquí, y aunque por ahora esto es mi presente, no puedo morir haciendo una misión que te concierne más a ti que a mi.

—...T-tienes razón, creo que fuí algo imprudente —la pelirrosa avergonzada pasó su mano por su rostro, de alguna forma tenía razón.

— ¿Por qué no te puede acompañar mi yo intimidante? —el joven dejó caer su espalda y peso en la puerta de la gran casa mientras cruzaba sus brazos. Ahí estaba la típica pose Uchiha gennin.

—¿Intimidante? —Sakura posó sus verdes ojos hacía el joven, quien solo frunció su ceño y rodó los ojos— Supongo que te refieres a tu versión adulta, ¿no?

—Parece que es algo obvio.

—Mm... Bueno, ahora él está en una importante reunión con el Hokage. No puedo interrumpirlo debido a la gravedad del asunto, por eso mismo me pidió que me acompañaras —Sakura le apoyó su mano en esperanza de que el joven cambiara de opinión—. Si bien el caso es que realmente no quieres ir por el miedo podría pedirle al otro Sasuke más grande que me acompañe, pero al ser más rebelde temo por que se fugue mientras estamos en dicha misión. Por eso recurro a ti, eres más maduro y tranquilo y se que puedo confiar en ti.

La mirada el joven se dirigió hacia la mujer quien le estaba regalando una sonrisa... ¿con brillo labial? ¿desde cuando Sakura usaba maquillaje? Rápidamente sacudió su cabeza y asintió, la acompañaría, no podía dejar que la situación se complicara si el daba su brazo a torcer, probablemente eso le facilitaría la vuelta a su tiempo.

—Bien, puedo ayudarte. ¿Cual es la misión?

—La esposa del Hokage enfermó y como no hay suficientes medicinas para atenderlas tenemos que ir a Iwagakure, al País de la Tierra por unas que se encuentran listas para entregar, tienen que ser inspeccionadas personalmente por mi, para asegurar su eficacia y no sean interceptadas en el camino. Es fácil, ¿no? El tiempo es de 3 días si seguimos un sendero recto y sin muchas paradas.

—Bien, ¿cuando partimos?

—Debido a la importancia de la misión esta misma noche, deje tus cosas en tu cuarto ésta mañana, puedo ver que no te percataste de ellas.

—Ya veo, la verdad es que no así que dame unos minutos para prepararme —tomo el pomo de la puerta y la abrió, dudando de entrar— ¿Quieres que les avise que saldremos? —la joven negó con su cabeza.

—Ellos ya saben que saldremos, no te preocupes por ello.

—Ya veo, entonces ahora vuelvo.

Sakura por su parte se limitó a asentir mientras le esperaba frente a la puerta.
A veces quería que todo fuera un simple sueño, pero no siempre todo lo que quieres puede ser siempre realidad. Unos vagos pensamientos fueron surcando su mente, hasta que estos fueron disipados una vez vio al joven salir con una gran gabardina blanca a medida junto con una bufanda que había tejido ella misma hace tiempo atrás de un color verde seco que le cubría obviamente parte de la cabeza y rostro. No tenía la banda de Konoha y sus ropajes habían cambiado, ahora era una mezcla de la ropa de ella de antaño con la ropa del joven en colores rojizos y oscuros.

—¿Estamos listos? —el poseedor del Sharingan asintió despacio— bien, hora de irnos.

Y así, emprendieron camino al País de la Tierra: a Iwagakure.

Andrew_GD

Los 4 Uchihas. || SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora