El día era un tanto especial y aunque en Konohagakure se caracterizaba por tener un buen clima, este día era la excepción. Era un día frio y lleno de nubes pues la lluvia se hacía presente. El clima no era agradable para ciertos shinobis que no eran de la época y el Sasuke actual lo notaba puesto que estar con puros hombres que no podían mantener una charla entre ellos mismos en una sola casa no era la mejor definición de calidez. Tener otras tres versiones de el era lo contrarió a calidez y lo estaba notando desde tres perspectivas diferentes.
Aunque por el momento no podría llamar a su esposa para tener ayuda ya que ella ahora no estaba durmiendo con el para su maldita desgracia - según él -, y aunque Sakura ya le había comentado que tendría que atender el hospital para aligerar un poco la caga de la semana y así ayudarle después. Por tanto con las otras versiones de él tendría que cuidarlas solo. A veces este tipo de situaciones eran mucho para él, quizás con Sarada sería diferente pero ella encontraba en una misión fuera de la aldea.
Por más calificado que fuera como ninja, el cuidar de alguien más que no fuese Sakura o su propia hija era complicado, y lo era aún más cuando era él mismo. Por ahora quizás un par de suéteres bastaría, aunque tendría que ir para buscar unos a la tienda, tendría que comprar un par para ellos por el momento ya que actualmente no tenía tanta ropa de su pasado, y menos de niño. Era ir a comprar un par o pedirle a Naruto y él no iría a pedirle nada al tonto de su amigo.
Ahora todos se encontraban en su sala, el más alto de los tres estaba dormitando con su palma posada en su mentón, mientras que el de camiseta azul leía uno de los miles de libros que su esposa había comprado para Sarada de pequeña.
Coloco su gabardina negra por sus hombros junto con su bolso de viaje para poder salir y traer eso, hasta podría traer comida si se daba la oportunidad ya que por el momento no se dispondría a incendiar su casa ya que no tenía ganas de pasar por su cocina.
— El clima por ahora no es nada bueno, iré por algo para ustedes. No tardaré.
Su versión de doce o trece años solo asintió en silencio mientras pasaba otra pagina en calma total, mientras que con su mano izquierda le señalaba sus piernas, había olvidado completamente su versión mucho más joven quien yacía pegado cual chicle a su lado dando a entender que quería ir.
La verdad que por ahora no quería batallar para nada con el pequeño ya que eso tendría consigo llanto insaciable así que por el bien de todos lo llevaría.
— Espérame aquí, iré por algo para ti.
En silencio se dirigió a su habitación donde compartía sueño con la pelirosa, reviso en el ropero donde esta guardaba la ropa de bebé de la pelinegra que actualmente se encontraba en misión, con su única mano comenzó a buscar un impermeable con forma de rana en el gorro para poder disimular un poco en la salida. Volvió con esta en mano y se la dió para colocársela.
— ¡Listo! — musito el pequeño, mientras se colocaba el gorro en su cabeza. Tendió su mano frente al adulto para salir.
— Hmp. — tras un suspiro, tomo su mano saliendo a caminar.
Y así, ambos se fueron.
Y el plan del Sasuke de 12 años de edad había comenzado. Su versión adulta no lo dejaría con sus preguntas al aire.
Era fácil cuando podía tener una coordinación consigo mismo para poder ver lo que se ocupaba en esa casa. Recordaba haber hablado con su versión de 8 años, metiéndole ideas de que se pegará en todo momento a su adulto él.
Dejo de lado el libro que aparentaba leer para comenzar su recorrido por toda la extensión del hogar.
— Algo tiene que salir aquí...
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Los 4 Uchihas. || SasuSaku
FanfictionTras una simple pero extraña misión, Sasuke agotado decide volver a casa después de una sorpresiva fiebre en su organismo. Sakura sin saber de su regreso con antelación decide cuidarlo, más no contaba que inconscientemente Sasuke traería a tres vers...