Capítulos 24:De vuelta.

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EMMA.

Abrí mis ojos, recorrí mi habitación con la vista, tomé mi móvil, mire la hora, abrí bien los ojos, me destape y me levanté rápidamente, tomé una toalla del armario y salí de mi habitación para tomar una ducha, se me estaba haciendo tarde, la cita con el abogado la tenía a las doce, eran las once, tomé una ducha de cinco minutos, me cambié rápidamente y bajé a la cocina, no había nada para desayunar más que yogurt, tomé uno, me apresure a comerlo, después de unos minutos salí de casa, miré la hora; 11:20, tenía que llegar a la parada de taxis en menos de diez minutos, la parada estaba algo lejos de mi casa, corrí unos metros, después caminé con pasos rápidos, llegué a la parada y tomé aire, le hice la parada a un taxi, se detuvo y subí rápidamente,  le di la dirección al taxista y después se puso en marcha.

El taxi se detuvo frente al edificio, le pague y bajé, subí las escaleras para llegar a la entrada, salude al oficial y fui al ascensor, presione el botón a la última planta, unos segundos después se abrieron las puertas y salí, caminé hasta la sala de juntas, estaba casi al fondo, empuje la puerta de cristal y entré.

—Siento llegar tarde, había mucho tráfico—Medisculpe, un hombre alto y de cabellos blanco me sonrió, señaló una de las sillas que estaba alrededor de la mesa.

—No se preocupé señorita Johnson, tomé asiento por favor—Pidió él, ese era Anderson, había reconocido su voz. Hice lo que me pidió, miré a Natalie entrar, ella era la mejor amiga de mi mamá, trabajaban juntas, ella me miró y vino corriendo a mí, me levanté y la abracé, ella me apretó con fuerza.

—Cielos, Emma, la extraño mucho, nada es igual aquí sin ella—Se quejó.

—Lo sé, también la extraño—Dije.

—Bien, ya que a llegado señorita Natalie vamos a comenzar con la lectura del testamento, tomen asiento por favor—Pidió el abogado, Natalie y yo nos sentamos, Anderson tomó su maletín y sacó unos cuantos papeles, se aclaró la garganta y comenzó a leer.

—Quiero decirle a mi hija Emma que la amo, y que en donde sea que ella esté la estaré mirando, siempre estaré allí, pendiente de ella.

Tal vez esto se esté leyendo muy pronto, Emma, perdón por dejarte antes de lo esperado, pero sé que estarás bien por que eres fuerte. Espero que tomes las decisiones correctas y si no lo haces entonces aprende de tus errores.

Quiero que el cien por ciento de mi casa, es decir, toda la casa, le pertenezca a mi querida hija Emma, en cuanto ella reciba esta noticia podrá hacer lo que ella deseé con la casa. Por otra parte, quiero pedirle a mi querida amiga Natalie, mi mano derecha, en el trabajo y en mi vida personal. La compañía sea dirigida por ella, deberá darle el cuarenta por ciento de cada ganancia a mí hija Emma.

Miré a Natalie, tenía ambas manos tapando su boca, sus ojos estaban llorosos, ella también me miró, quitó las manos de su boca y me sonrió ampliamente, le devolví medía sonrisa. Anderson continuó hablando.

—Mi abogado estará al pendiente de todos los movimientos y finanzas que se hagan en la compañía, también se encargará de que mi hija reciba el cuarenta por ciento de las ganancias, de lo contrario mí hija se hará cargo de la compañía—Anderson bajó el documento, miró a Natalie y luego a mí—¿Tienen alguna duda al respecto?

Negué con la cabeza, Anderson miró a Natalie, ella también negó.

—Bien, vendré personalmente aquí para ver como marcha la empresa, señorita Johnson, se le abrirá una cuenta de Banco para depositar su dinero, espero que lo utilice bien. Eso es todo, que tengan una buena tarde—Guardo el documento y salió de la oficina, me quedé sentada, mirando fuera del ventanal de la oficina, Natalie arrastró su mano a la mía, la miré, ella me mostró una sonrisa triste.

Todo por ella. (#1 TPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora