Capítulo 3

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Cuando la señora Raquel terminó su relato, yo ya me encontraba  con la boca abierta y lágrimas en mis ojos.

No lo podía creer que todos estos años mis papas me estuvieran mintiendo ocultando, me la verdad no podía ser.

¡Me preguntaba!

Si ellos siempre odiaron las mentiras, estaban en contra de la falseda no lo podía creer.

Pero no los podía juzgar ellos debieron de tener sus motivos para ocultarme la verdad, yo se que a pesar de todo, para mí ellos fueron los mejores papás, los mejores seres humanos, amigos, compañeros que pude a ver tenido.

La señora Raquel se acercó a mí sigilosamente sentándose en el borde de la cama, puso entonces una mano en mi mejilla, sentí algo dentro de mí que se mobia una sensacion que solo sentía con mis papas cuando me sentía triste y ellos me consolaban.
De paz, amor, tranquilidad, como si ella fuera mi hogar.

Pero no, nadie podría remplazar a mis papás.

Dándome palabras de aliento, que todo iva a estar bien, que ellos Iván a estar para mi, que no trataban de  remplazar a mis papás por que ellos eran únicos, pero que viera en ellos unos amigos.
Que a pesar de que no los conocía Iván hacer todo lo posible para ganarse mi cariño, confianza y amor hasta que los biera como unos  segundos papás. Que juntos como la familia que éramos lo ivamos superar.

Yo la escuchaba llorando en cilencio por que como creía  que yo iba a super la muerte de mi papá y mamá jamás los iva a olvidar, ellos siempre van a estar en mi corazón, mente y pensamientos.

A pesar de todo yo sabía que lo que decía no lo haci por hacerme. sentirme mal por que yo miraba en sus ojos que era una buena persona, desprendían paz . Que sus palabras eran sinceras  llenas de cariño. Hubo un silencio incómodo ni guno de los dos sabíamos que decir.
La voz del señor Carlos se escucho por toda la abitacion rompiendo el, cilen-
cio que se a había formado, disculpan-
dose  y saliendo de la habitación para poder a reglar el alta para poder irnos

Me desperte  gritando por una pesadi-
lla donde mis papas me pedían alluda para sacarlos del carro pero no podía por mas que lo intentaba no podía, ver su cara de impotencia, terror, tristeza me pone mal. Siento a alguien abrazarme y consolarme cuando veo ala señora Raquel limpiandome las lágrimas diciéndome que todo pasará que solo fue una pesadilla, que después de la tormenta bienela calma. Que intente volver a dormir que ella velará mis sueños y no me pasara nada.

Despierto al sentir que me sacuden leve mente entra una enfermar a con una charola con comida nada antojab- le, para mí gusto de inmediato ago gestos y se escucha una leve risa volteo a mi izquierda y esta la señora Raquel sentada en un sillón mordien- dose el labio para no reírse.la enferm-
era deja la comida y se marcha.
Mientras almuerzo me comenta la señora Raquel, que hoy por la tarde me darán  el alta y mañana temprano nos marchamos a donde ellos viven. ¿Cómo?

Le digo que no me puedo marchar 
¡Yo  nopuedo! toda mi vida esta aquí, recuerdos, amigos, sueños y sobre todo lo mas importante mis papás,
No los podía a bandonar no otra vez.

Con cara enternecida me dice que mis papas siempre van a estar con migo a donde quiera que balla que siempre van a estar en mi mente ycorazón  siempre me cuidaran a donde quiera que balla y ellos estubiran bien contentos al saber que iva a estar con ellos a salvo.

La Vida DespuesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora