Minho lleva una vida tranquila, va a una buena universidad, es buen estudiante y siempre pasa buenos momentos con su mejor amigo, Han Jisung.
Sin embargo, cuando cinco niños aparecen en su casa llamándolo "papá" las cosas se descontrolan y su apasib...
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Jisung tuvo que controlarse para no asesinar a Minho cuando llegaron a ese extraño parque de diversiones, afortunadamente los niños se habían quedado dormidos en el trayecto o todo se saldría de control, se aseguró de que sus hijos estén cómodos y jaló la oreja del mayor hasta que soltó un chillido de niña.
—No lo hiciste, dime que no lo hiciste
Minho sacó siete pulseritas de colores de su abrigo mientras Jisung intentaba golpearse contra el parabrisas gimoteando, necesitaba un respiro, acababa de terminar sus exámenes finales, se la pasaba cocinando para los niños y lo único que necesitaba en ese momento era un respiro, no un fin de semana en Rilakkulandia con seis niños descontrolados, al menos debió decirle para prepararse mentalmente y traerse a Changbin consigo.
— Bien, esto es lo que haremos— dijo con el ceño fruncido— Yo me encargaré de Seungmin y Felix, y tú de los tres terremotos
— ¿Has llamado terremotos a nuestros hijos?— preguntó sorprendido mientras miraba por el retrovisor a los niños— ¿Por qué?
— Bangchan es tu responsabilidad y si noto aunque sea un pequeño gesto de tristeza o incomodidad en mi copito, te juro que me voy con Changbin y no vuelvo, Lee Minho—
Tragó grueso, su hijo mayor parecía ser muy tranquilo, quizás hasta le ayude con Hyunjin y Jeongin, no debía preocuparse.
Empezaron a despertarlos de a pocos, Felix se pegó a Jisung en cuanto abrió los ojos y Seungmin pareció entender todo a la perfección mientras sujetaba a su madre con una sonrisa.
Chris abrió los ojos lentamente para observar el lugar, un oso marrón enorme los recibió en la entrada y como Jisung esperaba, todo se descontroló.
— ¿Mami, vamos por comida?— preguntó Felix sonriendo— ¿Pizza?
— Pizza será— Jisung volteó a ver como Minho intentaba separar a Bangchan del Rilakkuma y negó divertido— Cuidado con mis hijos, Lee Minho
Bien...
Eso no se lo esperaba...
Bangchan era un loco fan de Rilakkuma, Jeongin no dejaba de correr de aquí para allá y Hyunjin estaba perdido, sin duda Jisung lo mataría lentamente.
Intentó guardar la calma pero cuando todos los niños desaparecieron entró en pánico, buscó por todos lados hasta que la odiosa vocecita por el intercomunicador le informó que sus hijos estaban en el centro de control.
— ¡Sí!— gritó espantando a todo mundo— Ojalá Jisung no haya escuchado
Pero cuando llegó, Jisung estaba ahí junto a Changbin con los brazos cruzados y con todos los niños junto a él.
— Bangchan corrió hacia el Rilakkuma y Jeongin se fue tras Hyunjin... y... — Jisung suspiró decepcionado— ¿Qué hace Changbin aquí? Sin ofender pero hasta que te cases, no me agradas
