Minho lleva una vida tranquila, va a una buena universidad, es buen estudiante y siempre pasa buenos momentos con su mejor amigo, Han Jisung.
Sin embargo, cuando cinco niños aparecen en su casa llamándolo "papá" las cosas se descontrolan y su apasib...
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El frío se coló por la ventana, Minho intentó ponerse de pie, pero no pudo, el licor seguía inundando sus sentidos, la presión en el pecho y las lágrimas le impidieron ver con claridad.
Nuevamente era ese estúpido y fatídico día.
Si él no hubiera sido tan estúpido, aún tendría a Jisung entre sus brazos en ese momento junto a sus pequeños hijos.
¿Estarían bien? ¿El Minho del pasado seria menos estúpido que él? Le tenía mucha envidia al Minho del pasado, ese bastardo aún podía sostener a Jisung entre sus brazos y escuchar sus "te amo".
Con dificultad se levantó de la cama que alguna vez compartió con Jisung, su esposo, y observó cómo había cambiado tanto en tan poco tiempo.
La habitación que solía ser rosa pastel con decoraciones negras había perdido su brillo, los dibujos de Bangchan, Seungmin, Felix y Hyunjin habían desaparecido levemente y ya no había maquillaje tirado por la habitación.
Su ropa ya no se mezclaba con la de Jisung en el cesto de lavar y el baño ya no se llenaba de vapor por las obscenidades que él solía hacer allí con Jisung.
Caminó por el pasillo, los cuadros se habían llenado de una capa ligera de polvo, quizás necesite llamar a Changbin una vez más, la casa se sentía muy sola sin Jisung y los niños.
— ¿Hoy? —la voz de Changbin sonó triste— Min, hoy tengo que llevar a los gemelos al hospital para sus vacunas
—...— soltó un suspiro angustiado— Por favor, es... tu sabes...
— No vayas a Jeju de nuevo por favor
—Pero...—
—No es saludable, Minho— se escuchó llanto de bebés del otro lado— Iré a verte en la noche, llevaré a los niños, espero que no te molesten
— Sí, no importa, saldré por ahí
— Abrígate y no hagas ninguna tontería
— Hasta luego, Changbin—
Tomó su abrigo y algo de dinero, sin los niños en casa era mucho más fácil emborracharse y volver drogado a casa, Changbin se encargaría de arreglar sus mierdas mañana y Wooyoung le dará un buen sermón cuando lo vea.
— Sería más fácil si estuvieras aquí—.
Reviso las notificaciones de deudas, al parecer el banco se había confundido, él nunca adquirió un tercer préstamo y menos para gastos médicos.
¿Por qué estaba esa deuda a nombre de los esposos Lee?
¿Acaso Jisung había solicitado ese crédito antes de morir? No tenía sentido, ellos se confiaban todo.
— ¿Qué me ocultabas, Hannie?
El cuadro familiar estaba colgado en la sala, no lo entendió, él lo había instalado en su habitación hace unos días.
Se dirigió a Incheon, si él no hubiera sido tan tonto y tan impulsivo hubiese podido pasar una hermosa tarde en esa ciudad junto a sus hijos ese terrible día.
Si él no hubiese sido un imbécil con Jisung, no estaría llorando su ausencia, le dio otra calada al cigarrillo que llevaba consigo y se sentó en el puerto.
— Mierda, Jisung, no tengo tiempo para eso —había dicho años atrás— Habrá otros cumpleaños, estoy ocupado
— Pero es nuestro bebé, Honnie— podía escuchar su voz rota pero no le prestó atención— Solo quiere pasar el día contigo
— Volveré la semana que viene, Jisung y ni una palabra de eso—
— Amor, el cumpleaños es el jueves— dijo con la voz cansada— Haz un esfuerzo por favor... por mí
— Ya veremos...—
No había sido una discusión en toda regla, pero él había cortado en medio del "Te amo, Honnie, cuídate mucho", sin saber que las siguientes conversaciones serían demasiado cortas para repetirlo.
"Sorpresa sorpresa, amor"
Ese era el último mensaje que Jisung le había dejado...
¿Qué significaba eso?
¿Por qué había sido tan mierda con el amor de su vida? ¿Qué le costaba haber regresado a casa? ¿Qué le costaba haberse quedado en Incheon en vez de irse a celebrar a Jeju?
¿Por qué carajos tuvo que tomar ese ferry? ¿Por qué ese ferry? ¿Por qué lo siguió a Jeju?
— Te extraño, Jisung— sollozo observando el tranquilo paisaje— Como no tienes idea, mi amor
El alcohol opacó sus sentidos, podía escuchar personas murmurando por su comportamiento, no era extraño que la gente viniera a llorar a ese lugar, ya era una costumbre, sin embargo, verlo a él, el compositor y productor Lee Minho llorando borracho en ese lugar era todo un espectáculo.
Se acercó lentamente a la baranda que lo separaba de las inquietas olas y observó el mar, el agua debía de estar helada... como ese día...
¿Podía hacerlo? ¿Podía unirse a Jisung en el más allá? ¿Quién cuidaría de sus niños?
Changbin se encargaría, él los criaría como suyos, no tenía de que preocuparse.
Si caía tenía que dejarse hundir, las olas le harían golpear contra el muelle y perdería el conocimiento, solo debía ser valiente para tirarse, tomó otro trago y se colocó del otro lado de la baranda, no tenía nada que perder...
— ¿Qué estás haciendo, Lee Minho? —
Minho levantó la vista para encontrarse con un castaño familiar, llevaba la bufanda rosa en el cuello y un saco impermeable bastante curioso.
