⌕ › 013 ‹

919 132 4
                                    

Totalmente exhaustas, como la situación lo meritaba, Jennie y Lisa lograron por fin llegar a las orillas de una playa poco concurrida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Totalmente exhaustas, como la situación lo meritaba, Jennie y Lisa lograron por fin llegar a las orillas de una playa poco concurrida. Con rapidez, dejaron las máquinas acuáticas y, entrelazaron sus manos para poder correr lo más lejos posible de ahí.

Tenían que ser precavidas.

Para Lisa ya se había vuelto una costumbre el dormir plenamente y despertar en un lugar  totalmente diferente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para Lisa ya se había vuelto una costumbre el dormir plenamente y despertar en un lugar  totalmente diferente. Lo único que había recordado es que ambas tomaron un tren con rumbo desconocido. Pero justamente ahora, abriendo de manera perezosa sus ojos, lo primero que pudo observar fue a Jennie durmiendo tranquilamente en un sofá que estaba frente suyo.

Dio un largo bostezo y de a poco fue sentándose, notando a la vez que llevaba un pijama limpio y totalmente cómodo. Su mirada volvió a detenerse en la castaña, que tenía los brazos cruzados en su pecho y la respiración calmada, muy lenta.

Suspiró sintiéndose extraña, esta vez recorrió con su vista la tan lujosa y bien cuidada habitación en la que se encontraban. Sacudió su cabello despeinándolo un poco más y se levantó por completo para dirigirse hacia el balcón.

Lentamente tomó las perillas de las puertas hechas de vidrio y con todo el tiempo del mundo fue abriéndolas. Sus ojos se extendieron desmesuradamente y su linda boquita hizo una pequeña 'o' en clara muestra de sorpresa.

Soltó un vago suspiro y observó el hermoso lugar que tenía en frente. Desde las construcciones lujosas con toque antaño, la dulce gente yendo de un lugar a otro, hasta el pulcro y celeste cielo azul, con una pileta ubicada al centro de la plaza y que tenía como decoración a un bello ángel hecho de mármol, rodeado de muchas flores coloridas.

Simplemente hermoso.

—Bienvenida a Praga —la voz de Jennie detrás de ella, la descolocó un poco. Mas luego sólo esbozó una pequeña sonrisa en asentimiento.

Ambas se miraron con fijeza, sin ningún signo de incomodidad de por medio. Lisa volvió a soltar un suspiro y le sonrió de manera incrédula, no pudiendo creer en qué gran lugar se encontraban.

Siempre soñé con conocer Praga.

Pensó inevitablemente, tratando de no ponerse a saltar tal cual niña emocionada en navidad.

The wonseog | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora