Algunos dicen que el amor no muere.
Ese es un problema para Brian.
Él tampoco muere.
Roger y John, sí.
...
🦇Vampire AU | Highschool AU | History AU
🦇Esta historia la había ya subido en mi perfil, pero no me gustó cómo la estaba narrando, así que...
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🏉 Roger P.O.V. 🏉
Era mi último día en el pueblo, y para variar había huido de mi casa para estar con John. Estar en el campo con mis padres y mi hermana sería cuarenta veces menos aburrido si tan solo podría invitarlo a él; pero era tiempo familiar, y lo mínimo que pudieron hacer era permitirme pasar la noche con mi novio. En vistas de que no lo hicieron, porque debía dormir temprano, sencillamente me largué. Eso de "hijo, creo que una llamada en Facetime bastará" me sonó a cuento choto. Necesitaba no solo ver y escuchar a John, sino sentirlo... ¿entienden?
Y claro, aprovechamos el tiempo al máximo... bueno, no al máximo pero no podría quejarme.
Despertar así, tirados bajo las cobijas con su cabeza sobre mi pecho mientras los rayos de sol acariciaban su mejilla... ¡Me había sacado la lotería!
Desde hace un par de semanas que John se negaba a que lo toque, lo cual no hubiese sido raro si es que no lo hubiésemos hecho antes. No estoy con él por eso, quiero que me entiendan, pero sigo siendo un muchacho de 17 años, casi 18, y mi cuerpo necesita algo de estímulo de vez en cuando. En fin, nada que mi computador, una buena señal de internet y mi vieja y confiable mano no puedan remediar. Tocar la batería hace sus maravillas en eso de soltar un poco la muñeca, se los aseguro.
Al final, su comodidad me importa más, e incluso más que eso, su salud.
Y es que, sencillamente, ¡no duerme!
Dice tener pesadillas, de esas que te fuerzan a despertar con el corazón colmado de adrenalina, todo sudado y en búsqueda de una bocanada de aire para aliviar la pesadez en los pulmones. Lo he visto despertar, y he visto su estado incluso antes de que grite y se siente de golpe en la cama. Es un movimiento de ojos inquieto. Patea, tironea de lo que tiene a disposición y de vez en cuando murmura cosas en otro idioma. Freddie lo ha visto en ese estado, y asegura que es alemán. No obstante, John nunca ha tomado clases de alemán, y dado que no recuerda esos lapsos nerviosos que tiene al dormir (o intentar dormir, por lo menos) se ríe cada que se lo comentamos. "Es ridículo, chicos", nos dice, y luego cambia de tema porque detesta hablar de sus pesadillas.
Yo sí quiero hablar de ellas.
No es curiosidad enferma, ni las ganas de joder, sino que me supera saber qué es lo que ha hecho que mi novio palidezca tanto estas últimas semanas, y desaparezca bajo las ahora holgadas prendas del uniforme del colegio. Mientras lo abrazo contra mí, me doy cuenta de lo delgado que se encuentra, en aquellas zonas donde antes era más rellenito y donde podía hacerle cosquillas hasta que por impulso me pateara entre risas directo al piso. Dios... ¿Estoy loco por preocuparme por estas cosas? No lo creo.
Lo que sí no ha cambiado han sido esas hermosas constelaciones que en su piel se dibujan al trazar cada uno de los lunares que adornan sus mejillas, su cuello y pecho. No tiene pecas, pero sí lunares. Bastantes.
