TW: xupadita rápida más adelante ahre
La noche había caído. Zhongli estaba sentado en la cama, esperando a Tartaglia.
El timbre sonó.
Cuando fue a abrir, se encontró a Ajax con un ramo de flores en mano.
-¡Buenas noches! Toma. - le entregó el ramo. - ¿Te gustan?
-...sí.- sonrió levemente mientras se pasaba un mechón por detrás de la oreja. - Gracias. Pasa.
El de orbes azules entró, el otro cerró la puerta y apoyó las flores en una mesa. El pelirrojo ya estaba sentado en el sofá y el de cabellos castaños se sentó a su lado.
-Ajax, escuchame. Antes evadiste el tema pero ahora no. Respecto al dinero... Por favor, no lo hagas con unas cantidades tan grandes.
-¡Pero yo quiero dartelo! Te juro que me sobra el dinero.
-... Aun así, me da cosa.
-Zhongli... - acarició su pecho. - No te enfades...
-No estoy enfadado, tonto. Solo... Es que me siento como que te lo tengo que devolver.
-No me tienes que devolver nada. Anda, confía en mi.
-Vale, ¿pero que hago con esos 20.000?
-Lo que te de la gana. Oye, ¿y si cambiamos de tema mejor?
-... Bueno...
-No te pongas así. - se acercó a su rostro. - Que me da pena.
Zhongli suspiró.
-Vale... Entonces... ¿Por qué estás aquí? Aparte de extrañarme.
-No tengo más razones. Te extrañaba. - pasó el pulgar por su labio, después deslizó el dedo hacia mejilla. - Cuando ví que estabas en directo mi necesidad de verte incrementó.
Zhongli se sonrojó levemente, incluso aunque lo intentara ocultar, Ajax notaría como sus mejillas habrían subido levemente de temperatura.
-Bueno... Yo también te extrañé.
Ajax lo abrazó mientras acariciaba su espalda, el acto fue correspondido.
-Oye, ¿has cenado? -preguntó el pelirrojo.
-Sí, ¿y tú?
-Yo no. Aunque tampoco tengo mucha hambre.
-Te preparo unos cereales si hace falta.
-Ooow... Pero prefiero otra cosa. - su mano bajó hasta su trasero.
-¡Me cago en... Ajax, quita la mano!
El de orbes azules reía escandalosamente, pero al otro no le hizo mucha gracia.
-Perdón. - tomó sus manos. - Tampoco es para escandalizarse...
-Calla.
-No. Cállame.
-Ok. Acércate.
-... - se acercó.
-Un poco más...
Antes de que Zhongli hiciera algo, el contrario se abalanzó sobre él.
-¡Ah...! ¿A ti qué te pasa? Te veo muy juguetón.
-Siempre lo estoy si es cerca tuya, primer aviso.
-¿Hay segundo aviso? - pasó las manos por detrás de su nuca.
-... No me tientes.
-No hice nada, creo que eres tú quien te ilusionas solo.
-Venga ya, que a ti también te gusta jugar conmigo.
