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El pensamiento que tuve segundos antes, se esparcieron al oír los gritos de Dea-Su, quién agarraba un cacho de puerta para apartar a los zombies.

—¡Corred!— gritó.

Suhyeok me agarró fuertemente de la muñeca al ver que yo estaba algo desorientada.

Pero de pronto, su agarre se soltó y yo corrí sin darme cuenta de que el chico ya no estaba.

Corrimos hacia el aula del laboratorio, y ya todos dentro, suspiramos del alivio.

—¿Dónde está Suhyeok?— pregunté alarmada.

—Se ha caído por las escaleras. Dijo que después vendría.— respondió Choengsan.

—Será idiota.— susurré.

—Malditos zombies.— se quejó Dea-Su aún con la respiración entre cortada.

Todos estábamos callados; algunos apoyados en el suelo, otros sentados en las sillas, y otros, vigilando las puertas.

Miré de reojo a On-Jo, está miraba con cierto miedo a I-sak.

—¿Va todo bien?— le pregunté.

—On-Jo...— susurró I-sak mirando una mordida que tenía en su tobillo.

—Mierda.— me levanté del suelo.

—¡Es uno de ellos!— gritó Na-yeon señalando a la mejor amiga de On-Jo.

—¡Callate! ¡Tu voz me irrita.— le grité rodando los ojos.

I-sak cayó al suelo y comenzó a convulsionar. Se paró unos segundos y sus huesos comenzaron a sonar frenéticamente. La joven se levantó con los ojos rojos y fijados en su mejor amiga.

La chica corrió hacia On-Jo tirándola al suelo y tratando de morderla.

Cheongsan ayudó a On-Jo y quitó a I-sak de encima.

On-Jo cogió a I-sak y la empujó hacia la ventana haciendo que quedara colgada. On-Jo la sujetó fuertemente, sin dejar que cayese.

Cheongsan corrió rápidamente hacia ella.

—¡Tirala, On-Jo! ¡Vamos!— dijo tratando de quitar sus manos entrelazadas.

—¡No!— sollozaba ella.

Pero en el último momento, soltó su mano con la de I-sak, y está calló.

—¿Qué problema hay si la tira? Si ya está muerta.— murmuré para mí misma con obviedad.

Todo se quedó en un gran silencio; On-Jo sollozaba por la perdida de su amiga, mientras que los demás, nos mirábamos sin nada que añadir.

Mis pensamientos y dudas volvieron a aparecer en mi cabeza: ¿Dónde estaría ahora mi hermano?

Ahora mismo le guardaba mucho rencor por la pervertida actitud que tuvo anteriormente con una chica, pero, aún así, era mi hermano, y me preocupaba.

Realmente me preocupaba.

—Tenemos que salir de aquí.— la voz de Dea-Su me sacó de mis pensamientos.

—¿Cómo piensas salir de aquí? Moriremos allí fuera.— dijo Ji-min.

—Es mejor salir que quedarnos aquí. De igual manera, moriremos si nos quedamos aquí.— intervino Gyeong Su.

Así que Choengsan ideó un plan; yo solamente me recosté en la pared, y no hice absolutamente nada.

Nam-Ra vigilaba la puerta, Gyeong Su la abría poco a poco para que su mejor amigo —Cheongsan— pudiera agarrar una manguera que había tirada en el suelo.

Cuando finalmente consiguió atrapar la cuerda de la manguera sin que ningún zombie se alarmara, hicimos varios nudos; esto nos serviría para poder bajar y así ir a otra aula.

Gyeong Su fue el primero en bajar.

—¡Aquí abajo está la señorita Park!— gritó ya abajo.

—¡Quiero bajar!— interpuso Na-yeon.

—Callate y espera tu turno, necia.— respondí malhumoradamente.

Entró al aula y el siguiente bajó por la cuerda hasta el aula de estudio.

Yo era la penúltima.

Era.

—Te toca.— habló Cheongsan.

—¿No quieres ir tú primero?— pregunté.

—Las damas primero.— respondió con una reverencia.

Pero ye era tarde; los zombies derribaron la puerta y no tuvimos otra opción que bajar los dos juntos por la cuerda, lo cual, era un peligro total.

—Mierda, esto es muy incómodo.— dije bajando incomodamente.

—¿Suhyeok?— preguntó Cheongsan viendo como el chico aparecía por una ventana.

—¿¡Dónde mierdas estabas?!— grité.

—Una historia muy larga, estaba en el aula de artes.— respondió.

Un zombie saltó por la ventana de arriba y se agarró al tobillo de Cheongsan.

—¡Abajo tuyo, Cheongsan!— gritó Suhyeok acercándose y saltando a la cuerda justo debajo de mi.

Los dos chicos comenzaron a pisar al zombie, quién al final pudo caer.

—Te veo la ropa interior.— habló Suhyeok mientras bajábamos con cuidado.

—Pues no mires, idiota.— me quejé.

Sentía que el cualquier momento caeríamos de la cuerda.

Pero que más da; "el que tenga miedo a morir que no nazca".

—¡Cerrad la ventana!— gritó Na-yeon cuando llegamos al aula.

La señorita Park se acercó apresuradamente hacia nosotros para comprobar si estábamos bien mientras que Na-yeon y Gyeong Su discutían.

—No grites.— pidió Gyeong Su.

—¡Hay que mantener la ventana cerrada!— gritó esta aún alterada.

—Teniamos que esperar a que Suhyeok, Mi-Suk y Choengsan entraran.— justificó Gyeong Su harto por la actitud de la pelirroja.

—¡Callate imbécil pobretón!— le gritó.

—¿Cómo has dicho?

—¡Que te calles imbécil pobretón!— esta vez, la señorita Park tuvo que intervenir en la discusión, ya que, Gyeong Su tuvo las intenciones de golpear a la pelirroja.

Todo se quedó en un gran silencio.

Cuando de pronto...

La ventana que cerramos segundos atrás se rompió. Un zombie apareció colgado de la cuerda por el que habíamos bajado.

—¿¡A qué esperais?! ¡Sacarla!— gritó Na-yeon señalando al zombie.

Choengsan cogió un palo de una escoba y lo utilizó para ahuyentar al zombie. Gyeong Su, su mejor amigo, lo ayudó.

—¡Tiene una mordida!— gritó Na-yeon.

𝐀𝐋𝐋 𝐎𝐅 𝐔𝐒 𝐀𝐑𝐄 𝐃𝐄𝐀𝐃 || Lᴇᴇ SᴜʜʏᴇᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora