Hoy el día estuvo muy lindo, no había casi nubes. Ya en la escuela fui a mi casillero y saqué los libros de hoy.
—Parker —murmuró una voz conocida detrás mío—.
—Stark —cerré el casillero y giré sobre mi eje, respondí—.
—¿Cómo estás?—preguntó
—Un poco cansado —contesté—, ¿tú?
—Yo también, dormí poco —argumentó Lucy.
—¿Qué te quedaste haciendo hasta tarde?
—No estuve haciendo nada, miré el techo como por 2 horas. Pasaban muchas cosas por mi cabeza —justificó y comenzamos a caminar por el pasillo.
—¿En qué pensabas? —cuestioné. Yo también tuve una noche difícil, me acosté a dormir la siesta a las 3 de la tarde y a las 7 me desperté así que me costó mucho dormirme. Nunca duermo la siesta.
—Nada importante, muchas cosas en general. Una de esas cosas es qué tienes de especial. ¿Por qué formas parte de los Vengadores? —interrogó. No sabía? Creí que por lo menos había preguntado.
—No sabes todavía?
—Y si te estoy preguntando es porque no sé Parker. ¿Qué especie de animal eres a ver?
—Ugh, no soy una animal. Bueno sí pero un poco de mí nada más. ¿Quieres ver?
—Uhm sí obviamente —contestó con impaciencia. Lo he notado, tiene la misma personalidad que el Sr. Stark, bien jodidamente sarcástica.
—Nos saltaremos una clase si es que quieres que sea ahora —advertí con las cejas alzadas—.
—No me importa Peter, quiero saber que eres —dijo sin importarle—.
—Sí que te vale la escuela, no es así?
—No es que me vale, pero quiero saber y una clase no es nada.
—Bien, pues si tu lo dices...
Nos salteamos Historia. A quién le importa la historia? Digo, ¿para qué me sirve saber lo que pasó antes?
Volviendo a lo que estábamos, fuimos con Lucy al campo de fútbol detrás de las gradas. Eran altas y estaba lejos de los salones así que nadie nos iba a ver.
—¿Y? ¿Qué tienes de especial, Parker? —preguntó ansiosa
—Nada... —respondí sospechosamente—.
—Nada es lo que te creo. No te creo nada. Algo especial tienes que tener, para algo me trajiste aquí afuera, lejos de los salones.
—¿Ves esa pelota ahí? —Señalé una pelota en el campo con mi cabeza—.
—Sí... ¿Qué?
—¿La quieres?
—¿Para qué voy a querer una pelota? —interrogó un poco fastidiada—.
—Ah... Bueno. Te la voy a dar igual —contesté con desilusión—.
Solo me miró con cara de extrañada. ¿Qué más podría hacer que ir a buscar la pelota al medio del campo? Asomé mi cabeza al lado de las gradas y estiré su brazo. De un momento a otro tenía la pelota en la mano, en una milésima de segundos.
—¿Pero qué? —Me sacó la pelota de la mano y tenía una especie de hilo extraño y blanco— ¿Qué es esto? —preguntó Lucy con asco—.
—¿Conoces a Spider-Man? —pregunté lanzando la pelota al campo otra vez—.
—Sí—respondió—, ¿que eres? ¿Una especie de primo de Spider-Man o qué? —cuestionó sacándose la telaraña que tenía en sus manos—.
—No. Soy Spider-Man —afirmé—.
—¿De verdad? ¿Tú eres el de YouTube? —preguntó ilusionada—.
—Sí, ese soy yo, cool no? —confirmé orgulloso—.
ESTÁS LEYENDO
everything I needed
Teen FictionLa custodia se la llevó mi mamá en 2010, la prisión se la llevó en 2022. La soledad y el abandono me llevó con mi progenitor paterno, Tony Stark, alias Ironman. Descubrir cosas nunca fue lo mío, lo sé ya que por 12 años no me di cuenta de algo semej...