[3] Hola, señor mayor general

Capítulo 420: La persona que estoy protegiendo (3)

Tan pronto como mencionó negocios, la esposa del general Ji se quedó callada. Desvió la mirada y suspiró. "No entiendo nada. Viejo Ji, voy a entrar primero". Sacudió la cabeza hacia Xu Piaohong y su madre antes de regresar a la sala de estar.

Xu Piaohong estaba conmocionado y enojado. ¡Nunca había imaginado que el general Ji y su esposa, que siempre habían sido amables y la tenían en mayor estima que a los demás, le darían la espalda! Sus lágrimas cayeron mientras se ahogaba: "Tío Ji, ¿qué hice mal? ¿Por qué me tratas así? ¿Qué ley rompí? ¡No entiendo! Siempre me mantengo orgulloso y digo con confianza que siempre hago lo correcto. ¿Cuándo infringí la ley? ¡Por favor dímelo claramente!"

La Sra. Xu entró en pánico: ¡su hijo estaba siendo rebelde otra vez! Una cosa era discutir con los demás, ¡pero ella solo estaba buscando problemas al meterse con el general Ji!

"¡Piaohong! ¡Callate la boca! Iremos a casa y discutiremos esto; tal vez hubo un malentendido. Primero lo resolveremos con tu padre. La Sra. Xu siguió lanzando miradas a Xu Piaohong y luego trató de sacarla a la fuerza, inclinándose todo el tiempo ante el General Ji.

La terquedad de Xu Piaohong asomó la cabeza y ella se negó a irse. Abrazó el pilar en la entrada de la mansión Ji y gritó: "¡No hice nada malo! ¡Sé que no hice nada malo! ¿Por qué tengo que irme? ¡Me están incriminando—!"

¡Bofetada!

Xu Piaohong no pudo terminar de gritar la última oración antes de que su madre la golpeara furiosamente en la cara. "¿Aún no has terminado? Ya te dije que lo hablaremos en casa. ¿Por qué estás enojando al General Ji aquí?

Los guardias de la puerta vigilaban a la madre y la hija. Si se negaban a irse, los guardias los obligarían a irse. Después de todo, el general Ji dio las órdenes y deben obedecer. El sonido de una fila de pistolas saliendo del seguro resonó por todo el patio. Xu Piaohong y la Sra. Xu miraron con sorpresa la fila de bozales negros; estaban tan asustados que salieron dando tumbos, gritando, del patio del general Ji.

Cuando regresaron a casa, se encontraron con el subjefe de personal Xu leyendo una revista en el sofá. Vio los ojos hinchados de su hija y una evidente huella de mano en su mejilla. Arrojando la revista a un lado, se puso de pie enojado y se acercó a su esposa e hija para preguntar en voz alta: "¿Qué está pasando? Piaohong, ¿quién te golpeó? ¿Quién se atrevería a tocar a mi hija? ¡¿Quieren morir?!"

"¡Padre!" Xu Piaohong finalmente escuchó una voz normal de preocupación y se conmovió tanto que colapsó en su pecho para llorar. "¡Padre! ¡Tienes que hacer esto bien para mí! ¡Estoy siendo intimidado!"

La Sra. Xu miró a Xu Piaohong con decepción y la arrancó de los brazos de su padre. La señaló con enfado. "¡Regresa a tu habitación para reflexionar ahora! ¡No salgas y hagas rabietas!"

Xu Piaohong había sido golpeada por su madre por primera vez y estaba muy indignada. Ella solo se sintió agraviada, pero ver a su madre inusualmente enojada fue aterradora. Ella pateó y gritó: "¡Enciérrame para siempre si puedes! ¡Nunca saldré! ¡O cásate!".

"¿Casarse? ¡Todo lo que sabes es eso! Eres una chica joven que canta sobre casarse todo el día. ¿No tienes vergüenza? Al ver la actitud descarada de su hija, la Sra. Xu levantó la mano para abofetearla nuevamente.

El subjefe de personal Xu rápidamente la bloqueó e intentó intervenir: "Bien, bien, hablemos de esto con calma. ¿Nuestro hijo fue acosado afuera y en vez de consolarlo le estás pegando? ¿No te sientes mal por eso? ¿No es ella tu propia hija?

"¡Es porque ella es mi hija que debe ser estrictamente disciplinada!"Sra. Xu se puso ansioso e irritado al recordar la expresión del general Ji hoy. Después de obligar a Xu Piaohong a subir las escaleras con algunas palabras más, agarró nerviosamente la mano del subjefe de personal Xu y susurró: "Parece que Piaohong se ha metido en algún tipo de problema. Hoy, el general Ji estaba muy molesto y prácticamente nos echó de su casa. ¿Puedes salir y preguntar qué pasó?".