Aunque pedir el método de contacto de Huo Shaoheng del Imperio Huaxia fue un proceso muy indirecto, Tan Guiren no tuvo otra opción. Solo estaba pensando que, dado que sus padres le habían pedido a Huo Shaoheng que la ayudara a nivel doméstico, ¿no deberían tener su información de contacto? Pero se sentía avergonzada y no sabía cómo explicárselo a sus padres. Como Huo Shaoheng le había dado una tarea tan importante, no quería estropearla.
Después de pensarlo toda la noche sin dormir, Tan Guiren desarrolló círculos oscuros debajo de sus ojos. Finalmente no tuvo más remedio que llamar a sus padres a casa.
"Mamá, soy yo", dijo.
Tan Guiren había sido rescatado hace casi un mes pero no quería volver. Aunque sus padres estaban ansiosos, no la habían obligado y solo habían asignado más seguridad para protegerla. Dado que la policía estadounidense conocía su identidad, también habían aumentado las patrullas en su calle y estaba mucho más segura que antes.
La madre de Tan Guiren, Cai Songyin, se puso nerviosa tan pronto como recibió la llamada de su hija. "Guiren, ¿estás bien? Escúchame. Vuelve pronto. Nos estás preocupando.
"Mamá, estoy bien". Tan Guiren consoló a Cai Songyi en silencio durante mucho tiempo antes de preguntar: "Mamá, ¿tienes la información de contacto del mayor general Huo?"
"¿Mayor General Huo?" Cai Songyin se puso rígido, luego recordó que él era el mayor general militar al que le habían pedido ayuda. Ella respondió rápidamente: "¿Qué es? ¿Quieres hablar con él?
"Sí. Necesito hablar con él sobre algo, pero no puedo comunicarme con él", dijo Tan Guiren vacilante. "¿Puedes preguntarles a sus amigos y familiares en casa, o a sus colegas y superiores, si hay alguna forma de contactarlo?".
Menos de una docena de personas en el Imperio Huaxia sabían la verdad acerca de que Huo Shaoheng estaba varado. Incluso Tan Guiren pensó que estaba bien y solo continuaba con su misión.
"¿Vaya? ¿Es eso así? ¿Es esto urgente? A Cia Songying le preocupaba que su hija volviera a estar en peligro. "¿Qué tal si regresas primero? Estoy realmente preocupado por ti. Tus abuelos realmente te extrañan".
"Mamá, déjame descansar unos días más", dijo Tan Guiren suavemente. "Es mucho más seguro aquí ahora. Las cosas son un desastre en casa y no quiero que los medios me persigan todo el día".
A pesar de que se escondía en Estados Unidos, los medios de comunicación nacionales fueron implacables a la hora de perseguirla e incluso intentaron llamarla todo el tiempo para entrevistarla a fin de obtener información de primera mano. Eso fue hasta que hubo una prohibición interna de todos los informes sobre Tan Guiren, para que pudiera relajarse. Pero la prohibición probablemente se levantaría tan pronto como se fuera a casa.
"No te preocupes. Tu papá está ocupado con las elecciones en este momento y hay mucha seguridad en casa. Los medios no vendrán aquí". Cai Songying trató de convencer a Tan Guiren por un tiempo, pero ella solo cedió y dijo que lo consideraría. Al menos ella no lo estaba rechazando abiertamente como antes.
"Mamá, ¿puedes ayudarme a encontrar una manera de contactar al mayor general Huo?" Tan Guiren cambió su mano sosteniendo el teléfono. "¿Cómo conseguiste que me rescatara en primer lugar? ¿No podemos encontrar a esa persona de nuevo?
"Fue un amigo quien nos lo recomendó al principio, y dijeron que su seguridad solo estaría garantizada si él iba. No estaban equivocados. solo el mayor general Huo podría salvarlo de una situación tan peligrosa".
El rostro de Tan Guiren se sonrojó ante las palabras de su madre. Frotándose los lóbulos de las orejas, susurró: "Entonces, ¿puedes preguntarle a tu amigo cómo contactar al mayor general Huo?"
Cai Songyin comenzaba a sospechar de la forma en que su hija pedía repetidamente la información de Huo Shaoheng. Ella asintió con una sonrisa. "Está bien, no hay problema. Mi amigo no tiene su información de contacto, pero solo sabía lo increíble que es. Todavía tenemos que contactar a los militares para obtener la información del Mayor General Huo".
Terminando la llamada, Cia Songying contempló un poco más antes de llamar directamente al General Ji.
El secretario personal del general Ji recibió su llamada y sabía que era la esposa de Tan Dongbang, por lo que rápidamente le preguntó al general Ji si quería atenderla. El general Ji terminó una reunión y estaba leyendo información, por lo que respondió: "Conéctame con ella".
El secretario personal reenvió la llamada de Cai Songyin.
"¿General Ji? Lamento molestarlo, pero quería preguntarle si tiene la información de contacto del Mayor General Huo", dijo cortésmente Cai Songyin. "Mi hija tenía algo que preguntarle".
El general Ji se quedó atónito sin palabras. ¿Estaba esta familia por encima de sus cabezas? ¡Qué derecho tenían!
"¿General Ji? ¿Sigues escuchando? Cai Songyin esperó un largo momento pero no escuchó al General Ji dar una respuesta, por lo que pensó que el teléfono no funcionaba bien y comenzó a pincharlo.
El general Ji finalmente gruñó y respondió con frialdad: "Lo siento. Shaoheng no está aquí. Puedes hablar con él cuando regrese.
"Pero mi hija tiene algo urgente que preguntarle. También sabes que mi hija está sola en el extranjero. Si algo le pasa a ella...
Cai Songyin no había terminado cuando el general Ji levantó la voz y dijo: "¿Es culpa nuestra que su hija esté sola en el extranjero? ¡¿Por qué no la traen de vuelta a casa?!"
Cai Songyin se puso rojo oscuro y rápidamente respondió: "Mi hija regresará a casa muy pronto, pero realmente necesita ayuda en este momento. Necesita hablar con el mayor general Huo".
El general Ji estaba harto de bromear con ella y dijo fríamente: "Hable con el consulado si tiene algún problema. Shaoheng tiene negocios y no está disponible a su entera disposición". Colgó.
Cai Songyin miró fijamente su teléfono, incapaz de creer lo que escuchaba. ¡Qué grosero fue el general Ji! Fue a ver a su esposo Tan Dongbang enfadada y se quejó sin cesar del general Ji antes de mencionar la solicitud de Tan Guiren. Dijo en voz baja: "Nuestra hija siempre ha sido altiva y demasiado buena para considerar a nadie. Parece que esta vez es diferente, de alguna manera. Ella está interesada..."
Afortunadamente, Tan Dongbang todavía tenía la cabeza clara y respondió enojado: "Deja de estropear las cosas. ¿Sabes cuál es la situación en este momento, para que le hables así al general Ji? El mayor general Huo tiene una identidad especial, ¡y aun así intentaste pedir información de contacto! ¿Quieres arruinar mi carrera?
Cai Songyin se sonrojó una vez más, pero se negó a retroceder. "¿Qué hice? ¡Solo pedí su información de contacto! Él simplemente puede decir que no. ¿Por qué hacer que suene tan horrible?
"No soy yo diciendo cosas horribles, es lo que dijiste que es horrible". Tan Dongbang negó con la cabeza. "Piense cuidadosamente en su tono con el general Ji. ¿Fue una falta de respeto? Sinceramente. ¡Ni siquiera había sido elegido como Primer Ministro, y ya te atreves a hablarle así al General Ji! ¿Hasta dónde llegarás cuando realmente me elijan?
"Yo..." Cai Songyin recordó su actitud anterior y vio que había actuado con bastante derecho. Sintiéndose un poco culpable, murmuró: "Solo lo estaba haciendo por nuestra hija. Ella sufrió por eso, y fue culpa nuestra. Ahora que está interesada en el mayor general Huo, ¿no deberíamos ayudarla como sus padres? Recuerdo que el mayor general Huo no está casado y no tiene novia, ¿verdad?
Tan Dongbang frunció el ceño. "¿Cómo puede estar interesada en el mayor general Huo? Solo se conocieron por unos días. No han estado juntos todos los días. ¿No estás pensando demasiado en esto?
¡Soy su madre! ¡Puedo saber lo que está pensando con una sola cosa que dice! ¡¿Cómo estoy pensando demasiado en las cosas?!" Cai Songyin estaba desesperada. "Bien, bien. Le diré a Guiren que no podemos obtener la información de contacto del mayor general por el momento. Preguntaré qué le pasa y veré si podemos ayudarla.
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[3] Hola, señor mayor general
RomansaGu Nianzhi no tenía idea de cómo hacer que el distante y apuesto mayor general se enamorara de ella. Sus ojos eran oscuros y serios. "...Seduceme. Si puedes hacerlo, soy tuyo ». Gu Nianzhi: «!!!» /// Autor: Han Wuji