[3] Hola, señor mayor general

Capítulo 519: Bastante afortunado

Había un largo pasillo fuera de la sala de tratamiento. Parecía vacío excepto por la presencia de Huo Shaoheng y Chen Lie.

"Señor. Huo, ¿quieres que Little Ze se despierte y vuelva a la normalidad antes? Chen Lie preguntó en voz baja. Parecía serio.

Huo Shaoheng se sorprendió. "¿Qué ocurre? ¿La condición de Little Ze es crítica? Pensé que habías dicho que estaba bien.

"Él está bien. Sin embargo, al ver que todavía no se ha despertado, me preocupa que puedan ser los primeros signos de que se está convirtiendo en un vegetal". Chen Lie se subió las gafas redondas por el puente de la nariz. "Perder el conocimiento por falta de oxígeno es un mecanismo de defensa natural. Sin embargo, no hemos logrado comprender la capacidad total del cerebro humano. Por lo tanto, no podemos predecir lo que podría suceder. Puede que se despierte pronto, o puede que nunca se despierte..."

Huo Shaoheng se quedó en silencio frente a la ventana con los brazos cruzados. Observó la noche tropical de Barbados y lo pensó un rato antes de volverse hacia Chen Lie. "Disparo."

"Erm... Yo solo... Erm..." Chen Lie comenzó a sudar bajo la aguda mirada de Huo Shaoheng. Sacando su pañuelo, se limpió la frente aceitosa y finalmente tartamudeó: "Dado que Nianzhi también está aquí, ¿por qué no-?"

"¡Cierra la boca!" Huo Shaoheng espetó, cortando el resto de la oración de Chen Lie. "¿Cuántas veces te lo he dicho? ¡Nianzhi es un humano! ¡Un ser humano vivo! ¡Ella no es un experimento en movimiento! ¡Estoy muy decepcionado contigo, Chen Lie! ¡¿Ves a Nianzhi como uno de esos ratones de laboratorio que tienes para experimentos?!"

Huo Shaoheng nunca antes había sido tan severo con Chen Lie. Su cara se puso roja al instante. Chen Lie sabía que no debería haber planteado esta sugerencia, y también adoraba a Nianzhi. Nunca la había visto como un experimento ambulante. Pero las cosas eran así. La mayoría de las personas querrían un atajo cuando se encontraran con dificultades.

Quien decidiera no tomar un atajo cuando había uno era un idiota. Chen Lie no fue la excepción. En una situación tan extrema, querría volver a tomar un "atajo".

"Nunca antes había visto a Nianzhi como mi ratón de laboratorio, Sr. Huo. Te estaba hablando de una opción. ¡Con esta opción, Little Ze podría recuperarse casi de inmediato! Chen Lie se explicó claramente a Huo Shaoheng. "Además, no olvides la razón por la cual el ejército la puso a tu cuidado. ¡No te olvides de los beneficios de la nación solo porque te has enamorado de ella!

"Chen Lie, Nianzhi y los beneficios de la nación no chocan", dijo con firmeza Huo Shaoheng. "Ella es una de las personas a las que quiero proteger, y los beneficios de la nación serían algo que todos debemos trabajar juntos para lograr como sus ciudadanos. Si hay un beneficio que podemos lograr sacrificando a uno de nuestros ciudadanos, creo que preferimos renunciar a él". Dijo esto con tanta firmeza que parecía que él sería el que enfrentaría todas las calamidades si algo le sucediera al Imperio Hua Xia...

Chen Lie miró a Huo Shaoheng sin comprender y solo susurró después de un buen rato: "... Entonces, si algo realmente le sucediera a Little Ze, ¿qué intentaría hacer? Nianzhi ya parecía sentirse muy culpable en este momento..."

"¿Ella se sentía culpable?" Huo Shaoheng se sorprendió un poco. "¿Por qué?"

"Era obvio... Ustedes estaban aquí por su padre. Sería extraño si ella no se sintiera culpable. Chen Lie negó con la cabeza. "Olvídalo. He dicho lo que pude. No le diré a Nianzhi lo que te dije. Solo quería discutir una opción contigo. Ya que no deseas que Nianzhi te ayude, dejémoslo al destino. Reza mucho, tal vez Little Ze se despierte pronto".

Huo Shaoheng permaneció en silencio y se paró frente a la ventana del corredor, solo. Abrió la ventana y sintió el aire húmedo de la noche de Barbados. Sacó un cigarrillo, lo encendió e inhaló profundamente antes de soltar una larga bocanada de humo.