[3] Hola, señor mayor general

Capítulo 459: Sin dejar rastro

Gu Nianzhi no era juez. No sabría cómo sentenciaría el tribunal a Miao Yunxiao, por lo que no le dio una respuesta definitiva. En cambio, dijo: "Puedes hablar de esto con tu abogado. Si tiene una manera de ayudar, la apelará en la corte".

Gu Nianzhi sabía que si Miao Yunxiao realmente lograba ser de ayuda para el Ejército, la corte podría cambiar su posición a ser un testigo corrupto. Después del caso, existiría la posibilidad de que le permitieran no dejar ningún registro a su nombre.

Miao Yunxiao asintió con entusiasmo. Ahora confiaba completamente en las palabras de Gu Nianzhi. "Seguro seguro. Iré a hablar con mi abogado inmediatamente. Nianzhi, gracias. ¡Muchas gracias!" Volvió a dar las gracias con una reverencia y salió corriendo rápidamente.

Gu Nianzhi y Ma Qiqi intercambiaron miradas y no volvieron a mencionar nada sobre Miao Yunxiao.

Al empacar su bolso, Gu Nianzhi se volvió hacia Ma Qiqi. Son casi las ocho. Necesito hablar con el profesor He para enviar mi tarea. Tienes clases hoy, ¿no?

"Sí, una electiva y dos módulos básicos". Ma Qiqi se estiró. "Yo también tengo que irme".

Después de despedirse, Gu Nianzhi bajó apresuradamente hacia el dormitorio de profesores de He Zhichu. No se atrevió a llamar a He Zhichu antes y simplemente se preparó para ir directamente a su apartamento. Ella pulsó el timbre.

Ding dong!

La puerta se abrió en el momento en que sonó el timbre. He Zhichu se paró en la puerta con una cara seria. Había anillos de aspecto sombrío debajo de sus ojos, y se veía pálido. Parecía bastante claro que no había tenido un buen descanso nocturno.

Gu Nianzhi bajó la cabeza con culpa y dijo tímidamente: "Estoy aquí para entregar mi tarea, profesor He".

El agarre de He Zhichu en la manija de la puerta se hizo más fuerte. Sus labios permanecieron fruncidos mientras la miraba con frialdad y no decía nada. Dando un paso a un lado, dejó paso a Gu Nianzhi para que entrara.

Gu Nianzhi se metió y sacó su computadora portátil de su bolso. "Profesor He, las diapositivas de PowerPoint que necesitaba para su conferencia de hoy y mi tesis, las envié a su buzón esta mañana".

He Zhichu reconoció y entró en la cocina. "Toma asiento. No he desayunado. Su voz generalmente clara tenía un fuerte tono nasal hoy. Parecía que se había resfriado.

Gu Nianzhi se sintió extremadamente culpable. Dejando su bolso, siguió a He Zhichu a la cocina y preguntó, llena de preocupación: "¿Se ha resfriado, profesor He?"

He Zhichu permaneció en silencio. Sacó un paquete de café y lo vertió en la máquina de café.

Gu Nianzhi se movió a su alrededor. "Profesor He, ¿es buena idea tomar un café temprano en la mañana? Ya no te sientes bien. ¿Deberías tomar un poco de leche en su lugar? ¿O algunas gachas?

He Zhichu la miró con frialdad. "¿Puedes hacerlos?"

"No, no puedo". Gu Nianzhi sacudió la cabeza con honestidad. "Pero puedo tratar de hacer té de jengibre para ti. Después de beber una taza de té de jengibre, definitivamente te sentirás mejor".

He Zhichu miró y señaló una estufa eléctrica a un lado. "Ve a hacerlo".

"¡Sí, profesor!" Gu Nianzhi se acercó y abrió los gabinetes para buscar jengibre y azúcar morena. Luego, usando su teléfono, buscó instrucciones sobre cómo hacer té de jengibre.

Gu Nianzhi todavía sostenía su teléfono en una mano frente a la tetera, miraba las instrucciones y agregaba agua y azúcar moreno lentamente incluso después de que He Zhichu había terminado de preparar su café. Era un caso obvio de aprendizaje sobre la marcha.