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Mina

—Adelante.


Mi madre entró a mi habitación después de unos segundos, aun podía ver la decepción en su rostro por no ser yo la que se iba a casar ese día, pero entró con actitud un poco mas alegre está vez como si una nueva oportunidad estuviera en camino, quise quejarme pero sabia que me arrepentiría al segundo, preferia mantener la cabeza gacha y obedecer a aguantar un sermón de 3 horas.

La noticia de la boda fue una bomba, era la primera boda que se festejaba después de mucho tiempo y por eso dejaron que la noticia se corriera por todas partes, en la mañana cuando me levanté de la mesa y deje a mis padres solos escuché como mi padre le decia a mi madre que los Imperios desertores le mandaron sus “felicitaciones” a Jimin, corrían rumores que la palabra Felicidades estaba escrita con sangré. Yo no creia que fuera un rumor, sabia que podía ser verdad. Mas tarde, cuando viera a Tzuyu en la boda le preguntaré.

Mi madre cargaba con una caja crema en sus brazos, me estaba sonriendo.

—Seras dama de honor—solto un grito de emoción—Vas a pasar tiempo con alguno de los hijos importantes de esta generación así que ya sabes lo que debes hacer…

Lo sabía, y odiaba saberlo. Era lo único que le reclamaba a mis padres. Lo único por lo que mostraba inconformidad. Solian pedirme que me acercara a los hijos del señor Kim y al hijo de los Park y los seduciera, no mecionaban directamente la palabra seducir pero prefería mil veces dijeran esa a las otras cosas.

—No hagas esa cara, niña. Te saldran arrugas.—mi madre se acercó a mi y empezó a acomodar cada imperfección que podia haber en mi, acomodó un poco mi peinado y tomo mi barbilla para inspeccionar mi maquillaje, quería quitar su mano de mi barbilla en un gesto grosero pero lo reprimi, como casi todo lo que quería hacer.—Riete de todo lo que digan y sonríe, intenta inclinarte de forma que tu escote favoresca y…

Me puse de pie interrumpiéndola, odiaba cuando decía que hiciera algo para que un hombre me deseara o cuando funcionaba y regresaba a casa llorando porque me sentía sucia. O cuando mi madre me miraba con desaprobación porque no lo había hecho bien pero en el fondo yo gritaba, gritaba porque me gustaba cuando no salía bien lo que ellos planeaban.

Aun así asentí y dije:

—Ya se que hacer.

Señalo la caja que dejo en la esquina de mi cama y se fue. Solté el aire que no sabia que estaba reteniendo y me acerque a la caja.

El vestido era púrpura, pase mi mano con delicadeza por la costura y la tela suave. Tome la pequeña tarjeta que venia en la caja y la abrí.

Myoui Mina ¿Podrías ser mi dama? No hay demasiadas opciones, tendrá que ser un si o si.
Atte: Jeongyeon

Me encogí de hombros, llevaba toda mi vida haciendo cosas porque no había un no en mis opciones por escoger, abrí un cajón y saque un lapicero sintiéndome tonta de pronto aún así raye la palabra si, escribí debajo el no y lo encerré.

A lo mejor soy estúpida, pero este tipo de cosas que hago cuando nadie esta viendo son la que me mantienen cuerda.

Bien, tenia que hacer esto, solo será un día, debía aguantar un día sonriendo aunque no quiera, podía hacerlo. Y si tenía suerte mis padres llegarían tomados y se irían a la cama cuanto antes y yo podría bailar un poco.

𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬 [𝘉𝘈𝘕𝘎𝘛𝘞𝘐𝘊𝘌 #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora