El Orígen de los Imperios.
Todo empezó con una traición.
La traición de un esposo, y no, el esposo no dejo a la esposa por alguien más o fue encontrado teniendo sexo con otra mujer, no fué ese tipo de traición.
Zhou Mei era hija de una familia muy importante en china, no era la familia mas rica o influyente, pero si constaban de una belleza muy etérea que dejaba a todos deslumbrados. Pero Mei no solo era hermosa, Mei era muy lista y era portadora de una mente maestra para los negocios.
Pero seguía siendo mujer y lo único que tenía permitido en su familia era casarse.
Asi que una noche mientras asistía a una cena de gala muy importante dentro del mundo de los ricos Mei encontró a la persona perfecta para alcanzar lo que quería; un hombre.
No tuvo que hacer mucho, se acercó a el y fue torpe, se sonrojo falsamente ante su labia y lo hizo sentir que tenía todo el control sobre ella. Y el cayó.
Mei no sabia quien era el, no sabia su nombre o a qué se dedicaba pero solo le basto esa noche para saber todo sobre el, un empresario jóven y multimillonario muy famoso y bien visto en Corea del Sur y algunas partes del extranjero, y su familia era muy respetada.
Y en ese momento el se enamoró de ella, o eso pensaba el, aunque su concepto de amor era que Mei era bellísima, que tenía un cuerpo de muerte, que seguramente tendrían hijos muy guapos y que tener a Mei caminando detras de el haría mucho por su imagen como empresario, no solo sería guapo, millonario y dueño de una empresa, sino que tendría a la mujer mas bella detrás de el.
Asi que el decidió que Mei sería su esposa. Y Mei no se quejo en absoluto.
Al inicio de su matrimonio todo fué convencional y feliz, Mei le dio todo lo que el quiso, fue la esposa perfecta, y eso lo volvía loco en el buen sentido. Había momentos donde el se quedaba pensando mientras miraba el techo.
¿Cual es la trampa?
Se preguntaba una y otra vez, Mei nunca estaba en desacuerdo con el, Mei nunca le reclamaba cuando llegaba horas después de salir del trabajo, Mei no le pedía que pasara más tiempo con ella. Mei no hacía preguntás.
¡Era la esposa perfecta!
Dos años después de casarse, Mei por fin le pidió algo.
—Quiero trabajar en tu empresa, me aburro aquí dentro.—se lo había pedido con un puchero en sus labios y con ese tonito que lo volvía loco.
El se había quedado en silencio y eso hizo que Mei agachara su cabeza.
—Esta bien si dices que no—solto una risa nerviosa—De hecho no tiene que ser en tu empresa, con que me dejes trabajar en cualquier otro lugar...
—Si puedes—el ni siquiera lo dudo, desde un principio había pensado en decirle que si.
¿Como podría decirle que no? Era la esposa perfecta, a parte ella quería hacer esto por aburrimiento y el seguramente empezaría a disfrutar muchísimo más trabajar con Mei cerca de el.
Y así fue, los primeros meses con Mei en la empresa fueron el cielo.
La esposa perfecta. La esposa perfecta. La esposa perfecta.
No podía dejar de pensar que Mei era todo lo que habia necesitado siempre, y todos sus amigos no paraban de decirle que se había ganado la lotería.
Dos años y 6 meses fue lo que Mei necesito para que su esposo la dejara hacerce cargo de la empresa.
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𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬 [𝘉𝘈𝘕𝘎𝘛𝘞𝘐𝘊𝘌 #1]
RandomLos Imperios son hijos de la venganza y el odio, nacieron del dolor y la avaricia y estan destinados a terminar en muerte.