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Chaeyoung


Mis instintos se dispararon inmediatamente escuché los disparos, un aturdimiento me recorrió cuando vi a Jihyo desangrándose, tenía que moverme, así que saque el arma que había asegurado debajo de mi vestido, toque el micrófono que tenía en mi oreja y lo apreté.

Unos segundos después escuché la voz de Yoongi. Aunque hace un momento todos estábamos en el mismo lugar, era mas seguro comunicarnos así.

—Chaeyoung ¿Cuántos son?—escuche la voz de Seokjin.

Me escondí atrás de una mesa y mi atención se dirigió al hombre que corría en dirección a Namjoon, el estaba haciendo lo posible por sacar a Jihyo de ahí pero eran demasiados.

Sabia que esa nota que le llego a Jimin no fue cualquier cosa, como no. Prácticamente Jimin hizo que la atención de los Imperios desertores se concentrara en nosotros con la boda.

Apunté al hombre y disparé sin dudar, cayó.

—Mas de una docena—respondí por fin.

Escuché como Yoongi maldecía.

—Yo conté mas de 30—Taehyung sonaba un poco agitado.

—Gracias, Taehyung. De verdad no sabes cuánto me has tranquilizado—dijo Hoseok.

Yo resople y seguí disparando a todo aquel que identificara como enemigo. Nuestros hombres ya habían llegado así que empezábamos a tener la ventaja de vuelta.

Podemos con esto, pasábamos por cosas peores a diario, pero lo que mantenía el ambiente tenso era que hirieron a Jihyo, y aunque todos parecían calmados yo sabía que estaban desesperados por ir tras de Jihyo.

Y los entendía, yo quería hacer lo mismo.

—Necesito que cubran a Jeongyeon y Nayeon—la voz de Jimin hizo eco en mi oreja.—Atrape a uno vivo…

De inmediato escuché a Jungkook y Taehyung hablar al mismo tiempo:

—Yo me encargo.

En mi campo de visión ví como Jungkook y Taehyung se acercaron con cuidado a la mesa en la que supongo estaban las chicas.

—La situación ya se controló, saquen a todos de aquí y díganles que se vayan a un lugar seguro.—ordeno Yoongi.

Salí de detrás de la mesa y deje que los nuestros hombres se encargaran de sacar a los invitados, corrí en dirección donde estaba Jihyo.

Estaba pálida y sus manos tenían sangre, me hinque a su lado, Namjoon le pasaba la mano una y otra vez por dl cabello y le decia: Estas bien, Estas bien, Estas bien. Con voz dulce.

Empezaron a acercarse todos, incluso Taehyung que siempre iba por la vida demostrando que no le importaba nadie en absoluto.

Todos mirábamos la mano de Namjoon y evitábamos bajar la vista en dirección donde le dispararon, y por un momento ninguno de nosotros supo que hacer. Mi cerebro mandaba órdenes pero mi cuerpo no era capaz de reaccionar y me pregunté en que momento había permitido que estas personas llegaran a importarme al punto de que esto me afectará mas de lo que debía. Yo solo trabajo para ellos.

Son 6 años de tu vida, y los conociste en tu peor momento, de cierta forma te ayudaron.

Claro, pero eso no evito que me acusaran de traidora.

—¿Qué están haciendo?—la voz de la ahora esposa de Jimin me trajo de vuelta como si me echaran un balde de agua fría. Apareció a lado de mi y toco la frente de Jihyo—Esta perdiendo mucha sangre.

La otra chica; Nayeon también se acercó, sus movimientos siempre eran torpes y lentos y de cierta forma pensaba que era algo muy de ella.

Miro a Namjoon con un poco de pena.

—Con permiso.

Y luego le quito las manos de encima de Jihyo. Cuando escuchamos el ruido del vestido de Jeongyeon rompiéndose todos nos movimos.

Nayeon y Jeongyeon empezaron a amarrar grandes pedazos de tela alrededor de Jihyo para que dejara de desangrarse. Una vez estuvo lista, Jeongyeon asintió.

—Al hospital, quiero pensar que ya no están actuando como imbéciles y se van a mover.—se puso de pie y fue en dirección a Jimin dando fuertes pisotones—Están actuando como si nunca les hubieran disparado.

Y era verdad, solo que jamás le habían disparado a Jihyo.

Todos la miramos y antes de que llegara a Jimin se volteó en nuestra dirección con furia en su mirada.

—¡Muévanse o se va a morir antes de llegar al hospital!

Namjoon parpadeó y cargo a Jihyo, salió rápidamente del lugar con Nayeon detrás, lo último que escuche fue a Nayeon susurrándole a Jihyo que no se durmiera.

—¿Deberíamos agradecer a Jimin o a Yoongi?—pregunto de pronto Taehyung.

Lo mire confundida ¿De cuando acá Taehyung hablaba sobre agradecimientos?

—¿Por qué?—cuestione.

Apuntó con su barbilla en dirección a Jeongyeon y el lugar por el que desapareció Nayeon hace unos momentos.

—Esas chicas son mas de lo que pensábamos.

Taehyung y yo muy pocas veces estamos de acuerdo o pensamos igual, y para ser sincera no me cae del todo bien desde que sugirió que yo los había traicionado, pero tenía razón, cuando Jimin dijo que se casaría pensé que traería alguien mas para cuidar.

Recordé el momento que vi a Jeongyeon acercarse hecha una furia para después golpear al gran Richard Rollins, y como, a pesar de que las estuvieran apuntando con un arma Nayeon se puso delante de Jeongyeon, sin dudar.

Y pensé en la primera vez que me apuntaron con un arma, es vez mataron a mis padres. No pude evitar pensar que ellas habían sido mas valientes que yo.

Y que si yo hubiera sido un poco como ellas dos, mis padres seguirían vivos.

—¿Dónde esta, Tzuyu?—la voz de Mina me trajo de vuelta a la realidad.

Su cabello rubio está hecho un desastre y respiraba con dificultad, su vestido estaba arrugado y tenía sangré, y aún así se veía realmente hermosa. Tenía años conociéndola, pero era de las personas con la que menos hablaba.

—No lo sé.

—Deberías preguntarle a Yoongi, todos sabemos perfectamente que el sabe donde esta ella. Tenia entendido que iba a venir con el a la boda, yo mismo escogí su vestido—Taehyung hizo una pausa y miro de pies a cabeza a Mina—De hecho se parece mucho al que tienes puesto.

Oh.

Que hijo de puta.

Mire un momento a Mina se quedó quieta en su lugar y se miro el vestido comenzado a unir piezas.

Yo seguí a Taehyung furiosa, siempre estaba enojada con el, pero esta vez había herido a alguien que no le hizo nada.

—¿Qué mierda pensabas?.

El se encogió de hombros y siguió caminando. Yo lo aborde y me pare delante de el.

—Ocúpate de tus propios asuntos, Son.

—¡No tenías derecho de decírselo así!

—Quítate de mi camino.—Taehyung no suele mirar directamente a nadie, y en ese momento me miro fijamente, quise dar un paso atrás pero me mantuve quieta, no lograría intimidarme—Ahora.

—Eres un imbécil, Taehyung. Un imbécil insensible que no le importa nadie, que solo piensa en si mismo y va por la vida lastimando a personas que no le han hecho nada.

El avanzó mas hacia mi.

—Quitate. De. Mi. Camino.

Comenzaba a perder la paciencia, lo sabia.

No me quité.

Por un momento creí que se enfadaría tanto que terminaría matándome pero al final hablo.

—¿Estas preocupada porque lastime los sentimientos de alguien?—rio sin ganas—Acabamos de ser atacados, hirieron a Jihyo y seguramente estamos en el inicio de una guerra con los Imperios desertores, ¿Y tu estas enojada conmigo porque le dije la verdad a Mina?

—Lo haz hecho para joder a Yoongi.—espete—Estas furioso porque me perdono la vida y odias el plan para mantener a las treses con vida.

—No—su voz empezaba a ser mas dura como de costumbre, yo conocía ese tono, era el que usaba cuando torturaba a alguien—Lo hice porque conozco a Mina.

Me reí.

—Y una mierda. A penas y le hablas, ¡A penas y le habla cualquiera de ustedes!. ¿Y ahora dices que lo hiciste porque la conoces?

El apretó los puños.

Me agarró del brazo y me hizo a un lado, sorprendentemente sin causarme dolor.

Me miro sobre su hombro.

—Si Mina no se hubiera enterado hoy que Yoongi se acercó a ella únicamente por ordenes de alguien, y se enterara mas adelante, ahí si que hubiera salido lastimada, estúpida.

Empezó a caminar de nuevo y antes de desaparecer volvió a hablar.

—¿Iras al hospital?—asenti—Muévete odio llegar tarde.

Por un momento no supe que hacer, Taehyung me había dejado si que decir y ahora me estaba ofreciendo llevarme al hospital.

Suspire cansada y lo seguí.



Mina


Como dije, siempre que asistía a fiestas como estas y me relacionaba con algún hombre terminaba llorando. Me sentía débil por eso, porque todavía no podía quitarles el poder a las personas de lastimarme, yo sola podía decidir cuando dejar de llorar o cuando mandar a alguien a la mierda. Pero seguía siendo vulnerable a todo.

Porque me la pasaba en una caja de cristal protegida de todo y solo salía de ella cuando me lo pedían, y siempre regresaba rota.

No suelo ser estúpida todo el tiempo, simplemente hay cosas que mi mente no puede entender del todo y desde pequeña me he preguntado lo mismo una y otra vez: ¿Qué hago mal?

¿Qué hice para que todos se alejaran de mi? ¿Qué hice para que ahora me utilizarán de segunda?

Veo como Yoongi se acerca a mi, la mayoría ya se a marchado al hospital tras de Jihyo.

—Rubia…—empieza.

Intentó ser lo más comprensiva, entiendo que Tzuyu es importante y que exponerla a qué venga a una boda es peligroso, pero no pude, no pude serlo, porque Yoongi me habia hecho sentir bien, me trato como si fuera alguien para después enterarme que lo hizo por su propia conveniencia.

El fingió ser amable conmigo ¿Cómo no lo noté? El no era amable con nadie, ni con Tzuyu.

Espere un segundo, a qué el dijera no se que para justificarse pero nada salió de su boca.

—¿Dónde está, Tzuyu?—pregunte, estaba furiosa, jamás había estado furiosa antes.

Yoongi dio un paso atrás por el tono de mis palabras, pero se recompuso de inmediato.

—No puedo decirte.

—¿Por qué?—estaba empezando a respirar mas fuerte—¿Por qué no puedo saber dónde esta mi amiga?

Necesitaba ir con ella, no quería ir a casa.

Su repuesta me dolió, fue como si alguien me golpeara, sus palabras salieron filosas y me cortaron:

—Porque no confío en ti.

Me alejé de el, caminé lo mas rápido que pude y al dar la vuelta me di de bruces con Jungkook, el me sostuvo por los hombros y me estabilizó.

Al verlo mi enojo creció más, estaba harta. Me quite sus manos de encima con muy poco cuidado y lo rodeé para irme.

—¿Mina?

Odiaba como todos decian mi nombre, mi madre, mi padre, todos ellos. Siempre como si quisieran tener cuidado, como si fuera debil, como si mi piel perfecta se fuera a romper.

Lo ignore y seguí caminando, los malditos tacones comenzaron a lastimarme y el olor de la sangre que tenía en mi piel se empezó a hacer presenté y cuando escuché pasos detrás de mi y mi nombre siendo gritado una y otra vez, exploté.

—¡Alejense de mi!—mi voz sonaba extraña cuando gritaba, Yoongi y Jungkook se detuvieron, no dieron un paso más—No quiero volver a verlos en mi vida, a ninguno de los dos—los señale—Estoy harta de que no me digan las cosas en la cara. Hagan como siempre han hecho, actúen como si no existiera y yo hare lo mismo con los dos.

Era lo mas largo que había hablado en mi vida y ellos lo notaron.

—Rubia, porfavor…

—Callate, Yoongi—susurre, estaba cansada de pronto—Solo cállate y déjame en paz, ya no quiero que me lastimen y lo único que han hecho ambos es lastimarme.

Mis palabras hicieron efecto y ninguno dijo más, me alejé de los dos otra vez. Sali del lugar, las calles estaban solas creo que mis padres pensaron que algún hombre me llevaría a casa asi que me dejaron ahí. Me rodeé a mi misma con mi brazos, estaba haciendo mucho frio y deje mi abrigo adentro. Camine sin dirección alguna esperando encontrar algun taxi que pudiera llevarme a casa.

Nos habían atacado, pudieron haberme disparado y mis padres se habian ido sin más, esperando que alguien mas me llevara a casa. Un sollozo se escapó de mis labios.

Pero no pude llorar mas, no en ese momento, estaba segura que mas adelante tendría mas razones para llorar cuando un auto se detuvo a mi lado, caminé mas rápido pero cuando se bajaron 4 hombres del auto comencé a correr.

Cuando era mas jóven le pregunté a Jungkook si ellos tenían un bando, si eran los buenos o los malos, el me había respondido:

—Todos somos malos, Mina. Somos un montón de gente mala luchando para sobrevivir.

No entendía porque alguien que luchaba por sobrevivir era malo.

Hasta que me toco a mi luchar.

Me alcanzaron, papá no fue el tipo de padre que me enseño a golpear o disparar como los demás padres de los Imperios, asi que cuando me alcanzaron no hice nada, solo me quede quieta y comenzaron a rodearme.

Uno de ellos se acercó a mi y me golpeó la cabeza, yo caí al suelo.

Todo se volvió negro.

𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬 [𝘉𝘈𝘕𝘎𝘛𝘞𝘐𝘊𝘌 #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora