Desafío al corazón .{Justin y ___}.

{Capítulo 57}

Después de un completo mes de clases totalmente estresante, llegó la semana. El campamento. The cabins. Había escuchado hablar mucho acerca de este campamento, decían que era increíble. Las chicas me habían enseñado algunas fotos y videos del pasado año y parecía fantástico. Ashley y Paula estaban de los nervios ya que se nos estaba haciendo tarde. Sí, salíamos en media hora. Y aún no habíamos terminado ni Anahí ni yo nuestras maletas.

El día anterior habíamos estado estudiando todos en la biblioteca. Nunca había estudiado en grupo. Nunca había logrado concentrarme habiendo más gente a mí alrededor. ¡Pero lo conseguí! O bueno, eso creo. Nos estamos preparando para los últimos exámenes. Después de esta semana, tenemos los últimos y...sí, estoy muy nerviosa. Pero entre todos nos hemos ayudado bastante, tan sólo tendré que repasar un poco cuando volvamos del campamento y confiar en mí misma.

-¡Listo! ¡Terminé!
-¡Yo también! - exclamó Any.
-¡Por fin! - con un salto, Pau se levantó de su cama y se colocó el cabello tras de su oreja. Caminó hasta nosotras y tiró de sus dos pesadas maletas.
-¿Te vas de camping o de tour? - exclamé. Ella me empujó levemente riendo.
-Tú tampoco te quedas atrás. - se defendió señalando mi maleta.
-Tan sólo es una. - me elevé de brazos.
-Pero tardas como si fueran cien.

Esta vez la empujé yo mientras todas carcajeábamos. Corrí al armario y cogí mi cámara de fotos, la guardé en una pequeña mochila, que llevaría en el autobús mientras marchábamos a nuestro destino. Cerré la puerta con llaves y se las lancé a Ashley. Nos encontramos con Jasmine y su grupito mientras bajamos con las maletas. Me dedica una mirada furiosa y yo me atrevo a dedicarle una sonrisa irónica. Me siento satisfecha. Entre murmullos llegamos a bajo. Todos están en círculo y el profesor Ben, está contando a los chicos. A su lado se encuentra la señorita Hudson que también nos acompañará estos cinco días.

-¿Dónde estaban? - nos pregunta Hudson con una ceja elevada. Nos ganamos el primer puesto de atracción de miradas. Yo me elevo de hombros y me coloco al lado de Logan y los chicos. Justin me sonríe divertido y vuelvo a mirar a la profesora. Las chicas no dicen nada.
-Estábamos terminando de guardar nuestras cosas. Se nos hizo algo tarde y bueno. - me elevé de hombros. Todos me observaban.
-Espero que esto no ocurra cuando lleguemos al campamento. - nos advirtió a todos.

Yo sonreí débilmente y giré mi cabeza. Ashley y Paula nos observaban a Anahí y a mí negando. Todo por nuestra culpa. Lástima que no me sentía culpable. Ben, seguía apuntando en una agenda de cuero. Levantó su mirada.

-Bien, estamos todos. - asintió.

Después de unas indicaciones salimos de la universidad y llegamos al autobús. Colocamos nuestras maletas dentro y montamos en la guagua.

-¿Está libre? - me preguntó Justin sonriendo.
-Hmmm...no. Para ti no. - dije divertida.
-Ah. - asintió. - Muy bien. ¡Jasm...! - gritó.

No le dejé terminar. Le tiré de la blusa y calló a mi lado. Me miró divertido esta vez él.

-¿Qué haces? - le dije mientras reía con una ceja elevada.
-¿No decías que no estaba libre? - me siguió él.

Yo negué riendo y saqué mis cascos de la mochila. Él comenzó a hablar con Ryan y Chaz que estaban en el asiento de al lado. Anahí me tiró del pelo desde atrás.

-¡Ay! - me quejé. Me giré hacia atrás. - ¿Qué te pasa?
-Toma. - me dio un paquete de golosinas. Yo la observé y elevé una ceja. Estaba prohibido comer mientras íbamos en el autobús. Ella se llevó el dedo índice a los labios silenciando. Yo reí y me giré.
-¿Quieres?
-¿Quién te las dio? - metió la mano en la bolsita y sacó una gominola. Se la llevó a la boca y puso una cara desagradable.
-¿No te gusta? - carcajeé.
-Es un poco...- tragó. - Agria. - rió esta vez él.

Yo reí y me comí otra. Se las ofrecí a los de adelante. Pau y Chris. Volví a mi lugar con el sabor dulce y encendí mi Ipod. Me llevé un casco a mi oreja y el otro me lo robó Justin. El autobús arrancó. Dejé caer mi cabeza en su hombro mientras viajábamos en silencio. Con su mano izquierda acariciaba mi brazo y en un tono a penas inaudible, cantaba la canción que estábamos escuchando. Levanté un poco mi cabeza y lo miré, él me dedico una sonrisa cuando dejó de cantar.

-Cantas muy bonito. - dije a penas en un susurro.

Su expresión fue algo extraña. Era una mezcla de asombro con una pizca de miedo. No dijo nada. Sustituyó esa cara, por otra sonrisa, dejándome algo desconcertada. Volví a dejar caer mi cabeza en su hombro. Y no tardé más de cinco minutos en abandonar la realidad.

-___. - escuché un susurro.
-¿Hm? - lentamente abrí los ojos. La claridad me calló de lleno y me acurruqué en la oscuridad de su hombro unos segundos. Después de volverme a convertir en persona, abrí los ojos de nuevo y me acomodé.
-¿No me he quedado dormida verdad? - pregunté. Él carcajeó. Odiaba quedarme dormida durante el día. Mi humor cambiaba y durante la noche, me costaba recobrar el sueño.
-¿Si te digo que no, cambiaría algo? - dijo está vez él.
-No, creo que no.
-Entonces sí, te has quedado dormida. - tiró de mi brazo y me acercó a él. Volví a apoyar mi cabeza en su hombro. Miré mi reloj.
-¿Cuánto falta? - pregunté.
-Ya estamos llegando.
-Llevamos como tres horas de camino. - suspiré cansada y volví a alejarme.

Necesitaba estirarme. Y así lo hice. Él me miraba riendo y luego se unió mi risa a la suya. Me acerqué a él y le di un corto beso mojado en los labios. Pero la cosa cambió cuando el colocó la mano en mi nuca y formuló un beso más grande. Necesitaba oxigeno. Y él también. Pero ninguno se atrevía a alejarse.

Hasta que finalmente, me decidí yo. Él sonrió y besó mi mejilla.

-Chicos, ya llegamos. - la voz del profesor Ben interrumpió todos nuestros pensamientos.

Todos se pusieron en pie cuando el autobús se detuvo. Justin se levantó y me cogió de la mano, fuimos a la salida de atrás y en un pequeño salto salimos del bus. Observé mí alrededor. Estaba en lo que parecía un bosque. Era exactamente como en las fotos que había visto, sólo que mucho mejor. Ahora podía verlo, sentirlo y olerlo. Respiré profundamente, respirando el aire puro de la naturaleza, que purificó mis pulmones.