CUATRO

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Yoongi estaba rascándose el ojo derecho con su mano hecha puño, estaba muy cansado pero su madre lo obligó a levantarse, odiaba tanto no dormir bien después de un día ajetreado, el día anterior había llegado muy cansado, había esperado que su padre lo recogiera en el centro de Busan. Pero el muy maldito lo había olvidado y tuvo que tomar el transporte público.

Estuvo esperando por varias horas hasta que se canso de esperar y decidió preguntar para poder llegar a la hacienda, no conocía para nada el lugar, nunca tuvo interés en conocer esa propiedad, bueno en algún momento deseo con toda el alma viajar y conocer a ese ser que llenaba sus días de alegría.

Pero no fue necesario ya que dejaron de escribirse y se olvidaron, o al menos Jimin lo olvidó a él, y ese era uno de los motivos de su visita, la mañana del día aterior estaba en su oficina leyendo una de las muchas cartas que Jimin le escribió.

Precisamente la última que recibió, pero nunca respondió.

En la carta Jimin le decía que se había enamorado de sus palabras, Yoongi aún recuerda que se emocionó mucho, pero su novia en ese momento descubrió la carta y lo hizo elegir entre ella y el pequeño Jimin, y Yoongi la eligió a ella.

Después de un tiempo se dio cuenta del error que cometió, así que preparo un regalo para pedirle disculpas a Jimin por sus acciones, aprovecharía que su madre iría a su visita mensual y le mandaría el regalo.

Sin embargo no contó con que Jimin había sido consolado por alguien más, eso le partió el corazón, pero sabía que la culpa era suya, así que dejó el tema en el olvido, pero al leer nuevamente esa carta las emociones del momento lo invadieron.

Sin pesanrlo tomó el primer tren a Busan en busca del perdón de Jimin, llevando consigo ese regalo que aún conservaba. Sin embargo no contaba con que en el autobus, en medio de tanta gente sudada econtraria un par de ojitos miel que lo enamoraron por completo.

Quiso negarlo, pero luego de ver esa sonrisa supo que no había vuelta atrás, se enamoro a primera vista de ese hermoso ser angelical, pero la cago por completo con sus malditas palabras. En lugar de preguntar su nombre o pedir su número de teléfono.

Y como no se cansaba de cagarla al bajar del autobús lo siguió todo el camino hasta su casa, si parecía un completo acosador pervertido, pero así era él, directo y sin filtros.

Sus planes eran ir a buscarlo al siguiente día e invitarlo a una cita, pero la noche anterior había sucumbido ante los deseos carnales y se había complacido con la hermosa imagen de ese ser tan sensual, deseando ser asfixiado por esos gordos muslos.

De solo recordar lo que hizo en la noche su amigo se levantaba de manera gloriosa, había quedado agotado luego de todo su trabajo manual que se dedico a dormir todo el día, y ahora se encontraba preparando su regalo de disculpas hacia Park Jimin, y justo era el mismo chico quien lo llevaba a su segundo motivo importante en Busan.

Sus padre le habían llamado y le dijeron que era necesario que conociese a su prometido, ya que ellos estaban desididos a casarlo, justo con Jimin, Yoongi no tenía planes de boda, o al menos no con Jimin.

Ahora su mente solo era consumida por el bello chico de la noche anterior, quizás si conseguía el perdón de Park este mismo lo ayudaría a convercer a sus padres a cancelar ese matrimonio, y también a conquistar al chico de muslos gordos.

—Yoongi hijo —su madre entró con todo su esplendor y belleza —. Los Park ya están aquí.

Suspiro —Mamá ya te dije que no quiero casarme, menos con alguien sumiso como todos los chicos de este pueblo —Yoongi tomó la cajita donde estaba su regalo y la metió en una bolsita de tonos lilas.

El Chico Del Autobús//YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora