El Chico Del Autobús//YM

SEIS

Con pasos torpes Yoongi logró llegar a su habitación, nadie los había visto pero no era como si les importara, los chasquidos que provocaban sus labios al fundirse entre ellos resonaban con fuerza en la habitación.

Cuando apenas iban subiendo las escaleras y el pelinegro atacó los delgados labios de Yoongi, eso destabilizo un poco al rubio y estuvieron a punto de caer, la sensación de sus labios dando guerra entre ellos era tan exitante.

Yoongi tiro a Jimin a la cama y cerró la puerta con pestillo. Camino desabotonandose la camisa de una manera tan sensual que hizo a Jimin morderse los labios.

Jimin tampoco perdió el tiempo y comenzó a desaserce de la ropa de una manera rápida.

—Joder, Jimin, me pone tan duro verte así — Jimin tenía el torso descubierto y uno de sus pezones estaba adornado con hermoso pircing.

Yoongi se subió sobre el pelinegro, desabotono el pantalón y comenzó a bajarlo lentamente, mientras repartía besos y chupetones en sus muslos

—Ahh!! ~

Jimin disfrutaba de la forma en la que Yoongi pasaba su lengua por su piel.

De un tiron el apretado pantalón estaba fuera, Yoongi comenzó a recorrer el jugoso cuerpo de Jimin con su feroz mirada.

Tomó el pie derecho y sonrió al ver lo pequeño que era, introdujo el dedo gordo en su boca.

—Mgh!~... Yoon.

Dejando un rastro de saliva Yoongi comenzó a recorrer con su lengua toda la. Pierna de Jimin, dejando un par de besos en la pantorrilla. Su ágil lengua se pasea por toda la extensión.

—Te gusta como te chupo —Jimin gimió ante lo caliente que se sentía.

Cuando la lengua de rubio llegó a los muslos comenzó a repartir pequeñas mordidas, que hacían gemir a Jimin. Olfateo un poco la zona íntima de su amante y se delito con el olor que desprendía Jimin.

Las grandes manos de Yoongi apretaron los gordos muslos de Jimin y empezaron una dura batalla de besos, Yoongi mordía los labios del pelinegro a la vez que dejaba apretones en esos deliciosos muslos.

Yoongi se deciso de las últimas prendas de sus cuerpos y llevó tres dedos hacia la boca de Jimin.

—No tengo lubricante, pero tu saliva servirá, conejito.

El pelinegro comenzó a chuparlos deleitando al ojiazul con sus movimientos.

—Ahh!~ —Yoongi soltó un gemido al sentir una pequeña mordida en su dedo medio, eso lo calentó.

Sus dedos abandonaron la caliente cavidad del menor y abrió con una sola mano esas hermosas piernas, lamio entre ellas.

Yoongi observó como Jimin se removia bajo su cuerpo. Y no lo pensó más, metió un dedo en ese apetitoso anillo rosado que palpitaba ansioso.

—Ahh!~.

Jimin recivio al intruso en su interior apretado, y Yoongi no podía estar más que exitado por la forma morbosa en la que su dedo se movía dentro de Jimin.

Un segundo dedo entró, el rubio comenzó hacer tijeras dentro de Jimin. Mientras este estimulaba su cuello con besos y lamidas.

—Mgh!!~ Yoon-Yoongi... Ahh! M-me gusatiria montarte Mgh!!~.

Esas palabras hicieron palpitar el pene de Yoongi.

—Tengo que estirarte más, precioso.

Jimen negó —. Ya quiero tenerte dentro.