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POV Narrador

Espero que ya hayan creado algo para el baile de mañana, Yaoyorozu. - dijo Mitsuki reclinando la silla. - Si no, mandare a los míos y haré explotar el lugar.

No te enojes, te puedes arrugar. - murmuró Hizashi jugando con su cabello.

¡¿QUE ME PUEDO QUÉ, MOCOSO INSOLENTE?! - golpeó la mesa molesta y el menor se encogió de hombros con una sonrisa.

Tranquilos, por favor. - un hombre de cabello negro, con algunas canas, se levantó. - Con Nezu y Emi ya acordamos todo. - le dio pase para que Nezu hable.

Es verdad. - se levantó como el otro señor. - Puedes pasar, Keigo. - en eso escucharon la puerta abrirse y entró un chico joven, super relajado.

Bom dia! - caminó al frente con las manos en el bolsillo. - Soy Keigo Takami, el espía brasilero de Nezu. Un placer trabajar con ustedes. - hizo una reverencia.

Él irá en el primer evento para conocer el terreno y sacar algo de información. Como ya vieron, su carisma lo va a ayudar. - sonrió volviendo a su sitio. - Ya desde hace tiempo estuvo investigando sobre éstas personas. - Keigo levantó un poco la mano para poder hablar.

Pido un compañero para este trabajo. - dijo el moreno. - Investigué tal y como dijo y requiro otra persona porque estaremos tratando con gente testaruda. Al menos con uno de esos "políticos VIP" - hizo las comillas con sus dedos. - Entre la información que pude rescatar, Akihiko Satō, es de los más pesados, pero tiene un punto débil. - miró unas fotos que sacó de su bolsillo. Las esparció por la mesa. - Se nota que le gustan personas lindas y jovenes. - en éstas fotos se le veía al tal Satō a las afueras de unos moteles con diferentes jóvenes.

¿Ya tienes a alguien en mente? - preguntó Tenya.

Me parece que sí. - miró a al rubio distraído. - Yamada. - lo llamó y este lo miró. - El otro día te vi con alguien de cabello negro. Estaban super juntos.

¿Hablas de Shouta o de Nemuri? - preguntó volviendo a jugar con sus cabellos.

No me sé los nombres. Pero era alguien con una cola alta, camisa blanca y pantalón negro. - pensó en como describirlo.

Ah, Shouta. - chasqueó los dedos.

Supongo que será ese. - hizo una mueca de duda. - ¿Estará disponible mañana por la noche? Le puedes decir que un brasilero guapo lo quiere invitar a una cita. - rió y Hizashi lo vio fijamente, cosa que hizo reír el moreno.

Le puedo preguntar. - puso su vista hacia abajo.

Te paso las condiciones del trabajo luego. - le guiñó el ojo sonriendo.

Ahora nos pasamos al departamento de Hizashi donde estaba todo el grupo.

No, no, no y no. - dijo el azabache. - No hay forma de que haga eso. - tiro el papel en la mesa.

Venga Shouta. - murmuró el rubio. - Son solo cuatro horas.

Cuatro horas en, y cito: zapatos altos, vestido, joyería, peinado extravagante y maquillaje. - se cruzó de brazos.

Te verías precioso. - ahora entró Oboro a la conversación.

Nunca me he puesto esas cosas. No lo pienso hacer. - le dio un golpe en el hombro al moreno.

Te reduzco una hora. - se sentó a su lado.

¡Vamos Shou!, ¡Acepta! - Emi y Nemuri lo alentaban riendo.

¿Porqué no mandan a Nemuri? Tenemos el mismo cabello y a ella se le va a hacer más fácil andar con todo eso. - vio a su jefe.

Siento decirte que el tipo de este viejo mañoso es el siguiente: jóvenes, cabello negro, pálidos, con rasgos delicados, pero que conserven su masculinidad y de voz algo grave. Con el tiempo que tenemos, no podemos encontrar a una yo en mujer. - se apoyó con sus manos en el sillón.

Yo no tengo rasgos delicados... ¿O sí? - dudó viendo a sus amigos. Todos asintieron a la vez.

Estás entre lo femenino y masculino. Tu piel es limpia, quitando un poco las ojeras, podría decir que la tendrías perfecta. Tienes músculos, pero mantienes la contextura delgada, así que no pareces un fisicoculturista. - rió el de ojos verdes. - Ojos grandes y bonitos, nariz perfecta y tus labios, algo rosados, no son ni tan gruesos, ni tan delgados. - el resto lo miró, especialmente el de "ojos grandes" - ¿Qué?... Solo decía. - se paró para mirar por la ventana.
Aizawa no podía recordar cuando fue la última vez en la que alguien le dijera tantas cosas buenas de su físico sin tornarlo a un contexto sexual.

"Eh, ni lo pienses. De seguro
miente."

"Su tono parece honesto."

"¿Cuándo alguien fue honesto
con nosotros?"

¿Cuánto me pagarán? - aclaró su garganta cambiando de tema.

Te duplicamos la paga y te doy un bonus por colaborar. - se quedó un momento en silencio. - 75 mil dólares.

85 mil y lo hago. - miró sus manos.

Entonces hablaré con Keigo para confirmarle. - sonrió levemente y se alejó de ellos para hacer algunas llamadas.

Nosotras te vamos a ayudar con tu makeover. - las dos chica se sentaron a ambos lado de Shouta. Oboro mantenía su vista en el pasillo donde estaba su amigo. - Oboro nos vas a ayudar también.

Cuenten con ello. - vio como el rubio entraba a su cuarto. - Solo un momento chicas. - las dejó hablando sobre que cosas iban a comprar y como sería su maquillaje.

Al entrar al cuarto de su mejor amigo, lo vio echado en la cama y mirando al techo. Decidió acompañarlo.

¿Todo bien, jefecito? - giró su cabeza hacia él.

Sí, creo... - mantenía un tono neutral y algo distante. Shirakumo al notar esto solo comenzó a hacerle conversación. No le iba a preguntar porqué estaba así. Lo conocía demasiado bien como para saber que no se lo iba a decir.

Hace tiempo que no te escuchaba elogiar a alguien, ¿Sabes? - se apoyó en su codo.

¿Qué dices? Si me la paso diciendo éstas cosas a medio mundo. - lo miró incrédulo.

Pero no tanto como lo hiciste con Shou-chan. - sonrió levemente. - Si me lo preguntas parecen otra cosa. Algo más que amigos o compañeros de trabajo.

¿Amor? - levantó una ceja y el peli-azul hizo un movimiento de brazos que decía "No lo sé, tú dime". Obvio que se refería a eso. - Te estás imaginando cosas. La marihuana ya te está jodiendo las neuronas. - se levantó de la cama e iba a salir de la habitación.

¿Te recuerda a ella, no es así? - el más bajo se paró en el marco de la puerta. Se quedó unos segundos callado y sin verlo.

Te dije... que te éstas imaginando cosas. - miró al suelo. - Yo no me vuelvo a enamorar. - fue lo último que dijo antes de regresar con los otros.

Tampoco puedo obligarte a que lo olvides... - suspiró.

Lycoris Radiata (Erasermic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora