Lycoris Radiata (Erasermic)

39

POV Narrador

Al final de la noche todos se fueron al departamento de Hizashi. Él les prestó ropa nueva y se quedaron en la sala. Todo estaba tan silencioso, solo se escuchaba la lluvia golpear la ventana.

Chicos. - Shouta habló desde la barra de la cocina. El resto lo miró. - Hay algo que tengo que decirles. - sacó algo del bolsillo de su antigua chaqueta. - Aunque en realidad no es mío sino de Emi. - levantó una pequeña carta. Todos cambiaron sus expresiones.

¿Cuándo te dio eso? - preguntó Hizashi.

En el segundo día, cuando se fueron a traer ropa nueva. Me dijo que se las lea si algo sale mal, exactamente luego de su funeral. - abrió la carta.

Flashback; 3 días antes

¡Tranquilos! Tengo a Terminator conmigo, nada puede pasar. - dijo Emi mientras señalaba a Shouta con una sonrisa.

Que no haga algo estúpido, ¿Eh? - Shouta asintió terminando los restos de comida de Emi. Los otros tres salieron del cuarto.

¡Bien! - Emi se levantó de la cama y fue hacia la cómoda del lado.

Ey, ey, ey. - el azabache se acercó a ella. - No te levantes así. - luego de que sacara algo del cajón dejó que la volviera a sentar en la cama.

Ya estoy bien Shou-chan, relax. - se acomodó. - ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Que se te abran las heridas y te desangres. Eso pasaría. - le puso las sábanas encima.

Bueno tal vez. - levantó una hoja y se la mostró. - En fin, quiero que me digas que piensas sobre lo que escribí. - Aizawa la miró curioso y se sentó en el otro borde de la cama. - El título es: "Palabras de una amiga muerta".

Ay no Emi, por favor. - se quejó y la chica tomó su brazo para que no se vaya.

Necesito que me escuches. Porque no sé cuanto tiempo voy a seguir aquí. - tragó en seco y Shouta hizo una seña para que siguiera. - Que conste que no puedes decirle a nadie. Haré que mi fantasma te de pesadillas y te hable todas las noches, si les cuentas, pero confío en ti.

Como si no tuviera suficientes
voces.

Asintió y tomó aire para leer.

Presente

"Palabras de una amiga muerta"
Para que esto quede en sus
memorias, me presento: me
llamo Yamada Emi y soy la
chica que siempre se anda
revisando las uñas, "Sono il
mio tesoro più grande" como
decía mamá. Cuando Shouta les
lea esto no estaré ahí para reírme
con o de ustedes.
Voy a extrañarlos tanto como
extrañaré las mezclas de tragos
de Nemuri y Oboro, o la tensión
sexual entre Hizashi y Shouta.

Rieron.

Sé que están muy tristes, pero
de verdad quisiera que sonrían.
Me gusta verlos así, se ven lindos.

Puso una flecha diciendo: "Especialmente tú Hizazhi, sino para que estuviste dos años con brackets". - el rubio sonrió.

No sé si de verdad tenga otra
cosa que decir. Me dieron momentos
muy divertidos hasta en el hospital.
Los amo mucho, les mando varios
besos y los esperaré en mi penthouse
infernal.

Iba a dejar la carta, pero vio el final de la hoja doblado. Lo estiró y en otro color decía...

P.D: Atrapen a esa perra y Shouta,
siento comerme el pedazo extra
de pizza que dejaste.

Hija de puta. - murmuró el azabache con una sonrisa mientras tapaba su rostro con el papel.

La carta hizo que el ambiente deje de ser pesado. Ahora todos sonreían como antes, cosa que solo Emi haría en momentos así.

Ya la oyeron. - murmuró Oboro. - Atrapemos a esa perra.

Pasó un mes desde todo lo ocurrido. En todo este tiempo Toga se estuvo moviendo entre las sombras sabiendo que su fin iba a llegar, pero "intentar no cuesta nada".
En este plazo también encontraron a los hermanos, pero no habían tenido una reunión aún. Preferirían acabar a la jefa primero.

Ahora mismo se encontraban en el pasillo de la mansión, esperando noticias de Tensei. Este mismo se había propuesto a encontrarla y parece que ya estaba llegando a algo.

¡La encontré! - el grupo miró a Tensei. - No está tan lejos. - se pusieron alrededor de él para ver la pantalla. - Está en un edificio abandonado en el centro de Akihabara.

¡Te besaría!, pero mis labios le pertenecen a alguien más. Mándame su ubicación, la voy a estar vigilando hasta la noche. - Hizashi metió sus manos a sus bolsillos y salió de la habitación. El grupo salió detrás de él.

¿Te gusta alguien..? - murmuró Shouta.

Mhm. - asintió con una sonrisa y vio su reacción. - ¿Qué? ¿Celoso?

Para nada. - se burló y miró a otro lado. El rubio vio de reojo a los otros dos y se sonrieron entre si.

Oboro, pon a tus hombres en esa zona. Quiero que la vigilen de cerca por si acaso. - asintió. - Y tú Shouta. - se dirigió a él caminando de espaldas. - Vas a ser quien nos traiga a esa pequeña bastarda. - le guiñó el ojo. - Nemuri se va a quedar conmigo el resto del día. - pasó su brazos alrededor de sus hombros y se la llevó.

Entonces lo mejor será que estés al tanto de mis hombres. - Oboro se lo llevó al patio donde se encontraban varios guardias. - ¡Chicos, vengan! - le hicieron caso y se reunieron. - El señor Yamada tiene un pedido. Hasta la noche  quiere que vigilen el barrio otaku. - su celular sonó. - Justo a tiempo. - les mostró la pantalla. - Manténganse cerca  a este edificio. Revisen quien salga y quien entre. A su vez, en la noche, regresarán a ser un mismo grupo y recibirán las órdenes de Shou-chan.

Yes, boss! - exclamaron e hicieron una reverencia ante los dos. El moreno les hizo una seña y se fueron a Akihabara.

Como tenemos el resto del día... - se puso en frente de él. - Hay que planear tu declaración de amor.

¿Disculpa? - lo miró incrédulo.

Sí, mira, yo digo que iremos por la típica frase de: "Tengo algo que decirte". Luego–.. - fue interrumpido.

Qué te hace pensar que le voy a decir. - se cruzó de brazos. - Ya te dije que no y ya está.

Oh no, querido. Le dices por que le dices, no tienes otra opción. - revoloteó sus cabellos. - Es imposible que te rechace. Ambos sabemos eso.

No, solo tú crees que sabes eso. - volteó sus ojos.

Venga ya, eres imposible. - tomó aire. - Ese día que fuimos al restaurante y nos pusimos en modo italiano, estábamos hablando de ti. - soltó sin más. - Está enamorado de ti, Shouta. Tampoco quiere decírtelo, pero de verdad lo hace. - el menor se quedó en silencio. - Te recomiendo de todo corazón que le digas antes de que pasen peores cosas. - se quedó pensando. - Y no pienses que eres un reemplazo para llenar el espacio de Bianca. Hizashi es mejor que eso. - palmeó su hombro. - Te vas a quitar un peso de encima. - Shouta evitó el contacto visual y se sonrojó.

¿Porqué esperaste tanto para decirlo? - murmuró y por fin lo miró.

Por que confiaba en que se lo ibas a decir o él a ti. Necesitaban un empujón, como dijo Nemuri. - rió levemente y lo abrazó por los hombros. - Ahora vámonos, tenemos que arreglar todo para esta noche.