Fue entre amaneceres y agua de Luna, que los humanos comenzaron a destruir su mundo.
Así como se les dió, con tanto esfuerzo y explosión mediante, buscaron la estrategia más eficaz.
No está claro si fue la lluvia del aburrimiento o la violencia de su frustración lo que logró la sed de someterse entre ellos.
Se dividieron por miles de cosas: razas, idiomas,géneros. Cualquier circuntancia les servía para separarse.
Ya sea por el color de sus ojos, por el color de sus cabellos, ideologías, el mismo Dios..
Miles de excusas para masacrarse y aniquilarse entre ellos.
Ningún humano quedó vivo para mantener por lo alto sus diferencias.
La trampa más simple del mundo, quién está muerto por dentro, buscará matar el exterior.
Bien se sabe que los muertos entierran a los muertos.
El exterior sufrió el estallido una vez más, solo que en vez de darle vida, anunció su muerte.
Hace mucho mucho tiempo, dentro del inmenso Cosmos, existió una vez un planeta llamado Tierra.
Yo viví ahí.
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Microrrelatos de Sombras y Marcas
Short StoryMicrorrelatos que surgen de dormir con la luz apagada.