Allí estaba la muchacha, con el agua hasta las rodillas, con la mirada fija en esa silueta que la observaba en el medio del río.
—¿Sabes que hicieron canciones sobre ti?— preguntó la muchacha.
—Si, lo sé— respondió la entidad.
—¿Te gusta mi vestido de novia?—se le ocurrió preguntarle a la señora.
Con pesar ella respondió: —Es hermoso, lamento que él se haya arrepentido, en serio.
—¡Llorona!—le gritó la niña.
—Dime querida...
— Llévame a lo profundo del río, ya no tengo nada que hacer aquí.
Y así, sin más se dirigieron hacia la oscuridad misma, arrastrando tal tristeza que hasta el mismo Dios derramó una lágrima por ellas, que se mezcló con la dulzura del desconsuelo que portaba aquel curso de agua trágico.
Desde el cielo, el ángel más hermoso fue enviado a buscarlas, para ser llevadas allí donde el dolor no existía, y eran esperadas y amadas, incluso antes de que la luz barriera sus lamentos,borrará sus cicatrices.
Desde entonces, se cuenta que aquel río tiene el agua más pura y cristalina del mundo. Que quién se sumerja jamás sentirá dolor, sino a Dios.
Escrito por GenEsys.
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