DIVINO

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Sus lágrimas inundaban el lugar, por momentos se agarraba la cabeza

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Sus lágrimas inundaban el lugar, por momentos se agarraba la cabeza.

Sentía su ritmo cardíaco acelerado, peligrosamente angustiado y trágicamente manoseado.

Me pedía que él regrese con ella, haría cualquier cosa.

Me prometía sus rezos, sus tiempos y ayunos.

Tironeaba mi manto, queriendo cubrir su vergüena.

Bajé de mi altar, y aunque no podía creerlo porque no lo hacía seguido, no pudo mirarme, estaba aterrada.

Le abracé, lo más fuerte que pude, como un padre o una madre abraza a un hijo que no soporta ver sufrir.

Y en su oído susurré:

-Jamás vuelvas a pisar esta tierra dudando de que estoy a tu lado. Lloras porque piensas que estas sola, y ninguno de ustedes lo está.

Esa misma noche rezo por el mundo, por los que no habían visto.

Dichosos los ojos que creen, sin haber visto....

Escrito por Genesys.

Escrito por Genesys

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Microrrelatos de Sombras y MarcasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora