Una confesión inesperada

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Ah San Valentín, una época del año donde el amor se esparcía por el aire, uniéndose a la fragancia de dulces y flores, el sonido de risas y lágrimas, corazones danzantes por besos y abrazos; para algunos un día mágico y especial en el que estar junto a ese ser querido, para otros un día horrible que les recordaba sus fracasos; en el caso de Anne Boonchuy hoy era el día en el que finalmente sacara sus sentimientos al aire y le diría a esa persona en especial lo que realmente sentía, no obstante, el problema era que no se trataba de una si no de dos personas, y quienes otras si no sus amigas de la infancia Sasha Waybright y Marcy Wu, un desastre; pero ella no podía evitarlo, eran tan hermosas he inteligentes, podían hacer cosas que ella nunca podría, a su lado sentía que el mundo estaba a sus pies y nada podría detenerla de seguir adelante. Había estado enamorada de las dos desde que podía recordar, y si bien habían tenido sus problemas en el pasado, su mutuo crecimiento personal las había unido más de lo que alguna vez estuvieron, provocando que aquellos sentimientos crecieran de forma exponencial hasta volverla loca, trato de ignorarlo, pero cada mirada, cada conversación, cada gesto o muestra de aprecio eran demasiado para que su pobre corazón olvidara lo que realmente sentía. Entonces decidió que no podía guardar aquellos sentimientos por más tiempo, tenía que hacerlo o moriría, sabía que podía arrepentirse, en el mejor caso le dirían que no o solo una correspondería... en el peor las perdería para siempre.

—Puedes hacer esto —se animó a sí misma, moviéndose entre la multitud de jóvenes enamorados que reinaban en los pasillos de la secundaria Saint James, aferrándose a dos pedazos de chocolates envueltos en papel rosado y verde respectivamente. Llegando hasta un área más vacía de los casilleros, la adolescente de cabellos castaños pudo divisar en la distancia a las dos personas que buscaba.

—¡Anne! —Marcy fue la primera en notar que Anne se acercaba, saludándola profusamente con un intenso brillo en su mirada.

—Al fin llegas —Sasha saludo agitando su mano izquierda volviendo su vista hacia su teléfono por un momento antes de guardarlo y acomodar su mochila sobre su hombro junto al bolso de Marcy; ninguna de las dos pareció notar lo nerviosa que se veía Anne.

—H-hey chicas —tartamudeo mirando hacia varias direcciones con discreción, sintiendo como todo su valor la abandonaba, había planeado esto con antelación, el momento, lo que diría, pero ahora teniendo a sus dos enamoradas frente a ella no sabía que decir, se había quedado en blanco—¡Maldición!

—Uh... Anne? ¿Estas bien? —no se había dado cuenta de lo cayada que estuvo hasta que Sasha la saco de sus pensamientos.

—S-si E-estoy bien jajaja no digas tontearías Sasha —Anne agito su mano con nerviosismo evitando hacer contacto visual con cualquier de las dos.

—¿Estas segura? —Marcy intervino—Te vez... extrañamente roja.

—¡¿Que?! —casi grito, cubriéndose el rostro con sus manos—Dios soy un desastre, no puedo hacer esto, tengo que salir de aquí, si debo... —más su ola de pensamientos se vio interrumpida por una repentina fuerza que la jalaba hacia atrás, mas específicamente un par de brazos que se aferraban a ella como si supieran lo que quería hacer.

—Okey que está sucediendo? —Sasha hablo sosteniendo a Anne un poco más cerca en caso de que luchase por liberarse—Has estado actuando muy extraño hoy.

—Sea lo que sea que este molestando te ayudaremos, sabes que puedes decirnos lo que sea —Marcy agrego abrazando a Anne también, aunque con menor fuerza—Nos has estado evitando todo el día...

—Si hicimos algo que te molesto...

—¡No! —Anne hablo finalmente, no podía permitir que su miedo se esparciera hacia sus amigas también—No ustedes no han hecho nada malo...

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