My husband's Lover (✔️)

T R E C E

𝙼𝚊𝚛𝚊𝚝𝚘𝚗 𝚄𝚗𝚘/?

Pov'S Aidan Gallagher

Iris había salido, no se a dónde pudo haber ido y me había miedo de que algo le pudiere pasar, dejé a mi suegra cuidando a los niños mientras me dirigía a la casa de Miranda la hermana mayor de Iris quien nos avisó de que estaba en su casa.

Tal vez Iris no me quería ahí, tal vez ni siquiera me quería ver, pero no, es mi esposa y tengo que estar con ella, no entendía todo lo que dijo hace unos momentos cuando desperté. ¿Por qué decía que ella y yo no estábamos casados? Tal vez le afecto lo del divorcio y el hablar cenado con Barbara, mi amante de más de un año, cerré los ojos frustrado al recordarla. Está mañana vino a reclamarme el porque le había dejado en el hospital mientras la ginecóloga le examinaba sus partes los cuales Iris había golpeado con furia. Recuerdo ese momento, pero lo que hizo mi furia fue recordar el beso que el idiota de Gali le dió a mi Iris, la besaba tan tiernamente como alguna yo lo hice. Sus labios eran míos, siempre fueron míos al igual que toda ella, por mi mente paso su voz gritándome. "—¡No, deje de ser tu esposa desde que me fuiste infiel!".

—¡Maldita sea!— golpee dolido el volante con mi puño.

El divorcio.

Le fui infiel.

Le pedí el divorcio, Barbara sigue con que quiere casarse y tener hijos. Recordé a Ryan él siempre supo de Barbara y de la posible separación con Iris. Los trámites del divorcio aún no han comenzado y nunca lo harán. No voy a dejar a mi esposa, esa mujer me cautivó desde la preparatoria, no la dejaré ir. Muchos de mis amigos me preguntaban "¿Que le ves?" Y yo les contestaba "Todo" porque era la verdad, veía por dentro y por fuera de esa chica linda, tímida y tierna que siempre ha sido, es y siempre mi linda y preciosa mujer.

Me ha hecho el hombre más feliz con mis dos preciosos hijos que a pesar del largo parto qué tuvo con ellos siempre me mantuve con ella, la palabra del divorcio es tan fuerte que para mí significaría el fin del mundo para mi vida, con ella no podría seguir.

—Sin ti no quiero vivir, Iris.

Estacione mi auto frente a la casa de Miranda, a unas cuadras más ví el auto de Iris. Bajé y caminé hacia la puerta donde toque el timbre ansioso. La puerta se abrió varios segundos después y Miranda abrió la puerta.

—No creo que mi hermana te quiera ver—dijo ella sería, fulminandome con la mirada.

—Necesito ver a mi mujer. —la miré serio, ella sonrió sarcástica.

—No me hagas reír Aidan, mi hermana ya no es tu mujer, si mal no lo recuerdo le pediste el divorcio, pronto no será tu mujer. — tense la mandíbula ante sus palabras.

—Pues aún es mi mujer y la quiero ver, ahora. —hable enojado, ella levantó la ceja sacando un chiflido muy de barrio.

—Así que es tu mujer.

—Miranda la quiero ver, quieras o no, la voy a ver y me la llevaré. —le dí un empujón y me adentre a la vivienda.

Fui a la sala, no estaba. Frunci el ceño, le eché un vistazo a la cocina, tampoco estaba. Revisé todo el primer piso, no estaba por ningún lado. Solo quedaban las habitaciones de arriba.

—¡Iris!— grité mientras subía las escaleras.

Miranda subió corriendo, antes de llegar a los pasillos de la habitación de detuvo colocando su mano en mi pecho. Cerró los ojos y suspiró cansada.

—Por favor no las lastimes más, te lo ruego. Ella está cansada, agotada y no deja de llorar, me temo que le daré uno de mis calmante si llora aún más con tu presencia. —dijo con la voz entre cortada apunto de llorar.