Era la hora de la comida, y los Madrigal, a excepción de Camilo, Dolores y Alma, sabían que la matriarca tenía grandes noticias.
En el comedor...
Ya todos estaban sentados, aunque entre Camilo y Antonio habían dos sillas libres, y los demás entendieron que era lo que podía estar pasando.
– Bueno, familia... antes de comenzar a comer... quiero darles la gran noticia... ¡ya pueden pasar! – dijo Alma con un gran entusiasmo.
Al toque, Luca y Alberto pasaron al comedor, todos al verlos, los saludaron, y las preguntas comenzaron.
– ¿De dónde son? – preguntó Mirabel, ya los monstruos marinos estaban sentados, y todos estaban ya comiendo.
– Somos de... técnicamente del m... auch... – dijo Alberto, pues Luca le dió un codazo para que no dijera "del mar", no quería revelar que eran monstruos marinos, pues eran de un pueblo distinto en otro continente, por lo que podrían reaccionar diferente a los aldeanos de Portorosso – somos... de Italia... si... –
– Wow... *ñam, *ñam... ¿dónde queda eso? – preguntó el pequeño Antonio.
– Está en Europa, *ñam – respondió Luca.
– Y, Luca, Alberto... ¿por qué han venido a Colombia? – preguntó Alma.
– Es que en una semana va a haber un eclipse solar... *ñam, *ñam... y pues al parecer, la penumbra se verá mejor reflejada aquí, pero mejor se verá en el río Caño Cristales – respondió Alberto.
– Cierto... tantos colores cubiertos por la sombra de la luna... – dijo Camilo.
La comida era "normal", pues la mayor parte de la conversación giraba en torno a Luca y Alberto.
Cuando la comida terminó, Luca quiso ir a conocer el pueblo, y Mirabel se ofreció a mostrarle todo, y aprovechando que no le pasaría nada, Alberto decidió ir a conocer el Encanto con Camilo.
En la plaza...
Camilo y Alberto platicaban de temas triviales, las típicas preguntas cuando alguien se conoce, y cómo era el mundo.
Era obvio que no iban a faltar las personas necesitadas de Camilo, por lo que el cambiaformas aprovechó para mostrarle su don a Alberto.
Cuando Camilo cambió de forma a la de una madre que necesitaba descansar un poco, Alberto se impresionó con él maravilloso don del camaleón.
Alberto miraba con total atención a Camilo, pues aún siendo el un monstruo marino, le impresionaba más ver como otra persona se transformaba.
Por la plaza iban pasando Luca y Mirabel, viendo todo a su alrededor, admirando los bellos colores, y también a Alberto que estaba ahí.
– ¡Beto!... yo... – Luca vió cómo Alberto miraba a Camilo con más que solo admiración, por lo que fue a interrumpir la paz de los dos.
– Oye... ¿qué te pasa? – decía Alberto molesto pues su pareja lo había empujado – ¿Luca?... ¿en serio?... ¿qué no puedo estar tranquilo ni cinco minutos? –
– No sé vuelvan a juntar... – fue lo último que dijo Luca para después irse a Casita a descansar un poco.
Mirabel no sabía que decirle a Luca, pero decidió ayudar a Alberto.
– En serio... lo siento... Luca puede ser muy... – decía Alberto.
– Posesivo – decía Mirabel.
– Celoso – dijo Camilo.
– Y mucho más... pero sólo es un adolescente en crecimiento... yo también... pero el ha tenido problemas desde pequeño... y quiero creer que no sabe como actuar ante esos problemas – dijo Alberto.
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🔥 Eclipse camaleónico ☄️ (Camilo × Alberto)
Любовные романы⚠️ ADVERTENCIA: Contenido no apto para menores de edad, si lees esta historia y no te gusta, evita dejar malos comentarios y darle mala fama, esto es un FANFIC, su contenido puede ser perturbador para algunas personas, así que lee bajo tu propio rie...