Capítulo 5 - Inocencia

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El amanecer se daba en el Encanto, y algunas personas en el pueblo despertaban barriendo, cocinando, bañándose, pero no todos seguían la corriente del río.

Alberto despertó de un gran sueño uno muy duro, largo y pesado, y más que predecible al tener el pito de Agustín aún dentro de él, provocándole cosillas ahí abajo, y no sólo en su entrada, sino también en su falo, pues aún tenía aquella jaula.

Para evitar despertar al mayor, Alberto se movía lentamente, aunque todos sus planes quedaron frustrados al ver a Agustín abrir los ojos.

- ¿Pero que... mierda?... Agh... ¿Alberto? - decía Agustín muy adolorido, y apenas se dió cuenta de cómo estaba su miembro, no pudo desaprovechar la oportunidad, aunque no estaba en las mejores condiciones aquel falo, pues Alberto no pudo hacer sus necesidades correctamente... en otras palabras, si, le cago el pito a Agustín - pero que puto asco, niño... no creas que te vas a librar fácilmente... -

- Por favor, señor Agustín... ya tuve suficiente con lo de anoche... me iré si es lo que quiere... pero no me haga esto - decía Alberto queriendo llorar pero aguantándose para que el mayor no le hiciera nada.

- Muy tarde - Agustín no se espero más y con todo el falo embarrado de mierda, se lo metió a Alberto en la boca, dando una obvia sensación nula de placer pero super activa de asco.

No pasaron ni cinco minutos cuando Agustín ya quería terminar, aunque trataba de aguantar un poco, y por su parte, Alberto no había tenido esa sensación de mierda en la boca desde hace no mucho, por lo que su asco no era demasiado, pero el mayor le dió por adoptar ese nuevo fetiche, que le duraría poco.

- Ya estoy... cerca~, agh... limpia toda la caca que me embarraste en el pito, niño estúpido~... - gemía Agustín, aunque el "placer" se volvió dolor poco a poco, pues aunque pudo alcanzar su máximo punto y terminar en la boca del menor, había un pequeño detalle que por suerte no había notado la primera vez, algo no muy relevante en su momento.

Agustin terminó dentro de Alberto, en toda su boca, dejando esa sensación de mierda y semen de antes, por lo que el menor evitó vomitar para no tener que tragarlo todo.

Al estar muy cansado y crudo, Agustín se desmayó, por lo que Alberto no desaprovechó la oportunidad, se quitó la jaula, y se fue de ahí...

En Casita...

Seguía siendo relativamente temprano, pues aún se podía ver algo de la noche, y el primero en notarlo fue Camilo, pues apenas había podido dormir por aquel estrés de la pelea y sobre su madre.

Todo dolor por aquello fue apaciguado por el problema de Alberto, lo había descuidado tanto, que ni cuenta se dio de cuando había salido.

Camilo se puso a buscar desesperadamente por toda Casita, en todos los cuartos, en el baño, en los alrededores de la casa mágica, hasta que llegó el momento de buscar por fuera, cosa fácil, pues vio a Alberto acercándose a Casita.

- ¡¡Beto, me habías asustado!!... ¿dónde estuviste? - preguntó Camilo apenas pudo ver bien y a detalle a Alberto, pues estaba todo sucio, rasguños, sangre, y algo salía por debajo de su pantalón - ¡¿QUIÉN TE HIZO ESTO?! -

- Fue... Agustín... - dijo Alberto en pausa no por drama, sino por lo cansado que estaba de haber caminado bastante hasta encontrar una salida de aquel extraño bosque.

- Mi tío Agustín es como un pequeño cachorro indefenso... pero no habrá que descartarlo - dijo Camilo preocupado, aunque al principio con humor por pensar como sería su tío si tratara de matar - ven, mi tía Julieta tiene algo de comida, espera... mierda... -

- ¿Qué pasó, Milo? - preguntó Alberto.

- La mayoría de personas se quedó encerrados en el comedor... luego te lo explico, es algo muy extraño, aunque también divertido, mejor vamos y aprovechamos para ver si están bien - Camilo tomó en brazos a Alberto, causando un gran sonrojo entre ambos.

🔥 Eclipse camaleónico ☄️ (Camilo × Alberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora