Exponentia •kth•

uno

El estar sentado en la silla fuera de su pequeña casa observando el atardecer, dejando el usual verde césped en un anaranjado suave, era una de las pocas costumbres que ha adquirido en los tres meses que ha estado viviendo en aquella casa. Le gustaba estar ahí, la soledad le permitía a si mismo poder tener un nivel de creatividad que no logro conseguir en la ciudad, estando en un prado alejado de la sociedad dónde su visual lo estimulaba mucho más que muchas paredes de concreto juntas.

Aunque eso mismo tambien tuvo sus cosas buenas, además de dedicarse a su arte, pudo conseguir un trabajo relacionado a sus talentos y otro de medio turno siendo repartidor de comida rápida. Ahí conoció a un par de amigos que le apoyaron con su cambio de casa, tanto emocionalmente como al traslado de sus cosas que, en realidad, no eran tantas.

Cuando el sol se puso en la colina de enfrente, supo que debía entrar, el frío que se producía y el viento que se generaba por la falta de sol no le haría bien a nadie para la salud. El crujido de la madera del suelo le gustaba mucho, aunque cualquiera que vea aquella casa pensaría que cualquier movimiento brusco haría que se vaya abajo, pero incluso eso le gustaba.

- Dime que ya te entraste- Escucho decir a su amigo Jimin por su teléfono celular que él tenía entre su hombro y su oreja- La otra vez tu voz estaba realmente mal, habías atrapado un resfriado por quedarte afuera con ese frío hasta tan tarde.

- Si, estoy adentro- Respondió mientras preparaba su cena, unas tostadas con un té de manzanilla- Cómo está, Sooyoung?

- Está bien, pero te extrañamos mucho y ahora con el embarazo está más sencible y quiere hacerte una visita, bueno en realidad...- Continuo hablando- queremos hacerte una visita.

- Por mi no hay problema, tengo dos habitaciones extra- Se sentó en la mesa para comenzar a comer lo que había preparado- Les hará bien tomar un descanso algunos días.

- Podríamos ir el otro fin de semana, porque este Soo tendrá un ensayo para una presentación de su clase.

- Esperaré aquí.

- De acuerdo, nos vemos entonces- Se despidió cortando la llamada. 

Hace tres años que Taehyung comenzó a rentar un departamento en Seúl, teniendo de vecinos a Jimim y a Sooyoung, quienes vivían juntos porque eran en ese tiempo novios y ahora llevan un año de casados y ella espera un bebé de ambos.

Los dos quieren mucho a Taehyung y él a ellos porque además de compartir amor por el arte en general, los tres se apoyaban mucho con todo. Ya sea por el grupo de danza contemporánea que Jimin dirigía, a Soo por sus clases de orquesta y Tae por sus pinturas y dibujos.

El chico de negra melena fue hasta su pequeño estudio de pintura y en su escritorio vio su cuaderno de dibujo. Se sentó en su silla y continuó en su creación de hace unos días. En ella se puede ver un boseto de una flor que él había visto en su viaje a comprar víveres de la última vez al pueblo cercano. Era un simple tulipán, él mismo habia intentado hacer algo diferente en aquella flor, pero le era muy bella a su vista y cambiarle o alterar su forma o color no serviría de mucho porque de por sí ya era hermosa.

Comenzó a trazar los detalles finales y luego dió paso al color en su hoja. El tulipán se tornó de un amarillo brillante con un tallo verde y luego jugó con las sombras y brillos para darle más realismo.

Quedó muy satisfecho con su creación, pero al ver la hora supo que le sería muy difícil levantarse temprano al día siguiente, porque debía ir a su trabajo que quedaba en la granja de un vecino que estaba a unos kilómetros de distancia, se encargaba del establo, de limpiar este, repartir pedidos y rara vez, también debía cosechar. Le gustaba ese trabajo, porque podía hacer todo a su tiempo, solo debía completar todas tareas que se le requerían y listo, además como era distribuidora de manzanas y otro tipo de frutas, le iba bien y le pagaban bien. Y otro punto a favor era que no trabajaba todos los días y eso le venía bien por su otro pasatiempo y trabajo que era el dibujo y la pintura.

Al otro día había despertado por la alarma de su celular, con mucha pereza pero ansioso porque hoy era día de su paga, lo que significaba, comprar más material para sus creaciones. Se vistió con su pantalón de buzo color negro, su sudadera gris y su abrigo café que luego se quitaría para trabajar, pero como hacía mucho frío, debía abrigarse más.

Tomó su mochila dónde lleva por supuesto, uno de sus cuadernos de dibujo pequeño, un cambio de ropa y otras cosas.

Subió a su auto, que no era una maravilla si no que estaba todo oxidado y sonaba literalmente todo, pero a Taehyung le gustaba porque era mucho mejor que caminar tanto para llegar a su trabajo.

- Es gracioso que tú auto anuncie tu llegada- Dijo su jefe dirigiendose a él amigablemente refiriéndose al sonido de lata que tenía de automóvil- Pero al menos es una forma original de hacerlo.

- Lamento haber despertado a toda su familia- Rió el chico jugando con el mayor.

- No es un problema, de hecho le haces un gran favor a mi esposa, despertar a nuestros cinco hijos es tarea difícil, más si dos de ellos ya son adolescentes.

- Bien, entonces tendrá que comenzar a pagarme también por ser su despertador.

- Todo es negociable- Finalizó dándole palmaditas en el hombro al pelinegro- Bien, hoy no hay mucho que hacer, solo cosechar las frutillas que están maduras, mañana es el día pesado en el que hay que hacer algunas entregas.

- De acuerdo- Le sonrió por última vez y fue hasta dónde estaba el invernadero de frutillas.

No necesitaba el trabajo por el dinero, a Taehyung le iba realmente bien con sus cuadros, pero le gustaba trabajar para el señor Choi y su familia, ellos eran muy amables.

Le gustaba su vida en general, sus amigos, sus hogar, su arte... Le gustaba su vida tranquila.

Aaaah estoy emocionada jiji
Solo espero que está historia pueda gustarles y le den mucho amorcito 💚

Ah! Y el que sepa que significa el título... Se gana un abrazo a distancia je.