«Amores Imperfectos»

Capitulo 12

En cuanto escucho la alarma salgo dispuesto a prepararme, por fin llego el día. Mía se remueve en la cama con la alarma y me acerco para acariciarle el cabello y que se vuelva a dormir, apenas son las 4 de la mañana y es fin de semana.

Me dirijo al cuarto de baño, me cepillo los dientes y orino, bajo tratando de no caerme por lo oscuro y trato de preparar el desayuno, hago unas tostadas con mantequilla y unas tortas de huevo con avena, me sirvo en un plato lo que voy a comer y agarro un poco de avena mientras subo otra vez en busca de un libro.

Empiezo a comer mientras leo y se me pasa un poco el tiempo ya que ya esta amaneciendo por lo que deben de ser las 5:30, me bebo lo que queda en mi vaso, pongo el separador de paginas para no perderme y llevo los trases al lavavajillas, guardo en la alacena la comida de Mía para cuando se despierte y voy al cuarto de mamá a buscar unas cosas.

Me dirijo a mi habitación para darme una ducha larga y salgo para buscar algo de ropa en mi armario.

Agarro una mochila pequeña y meto un cambio de ropa mas formal para la ocasión. Reviso que todos confirmaran y agarro la pequeña caja que deje en la cocina.

Voy hacia el lugar del evento y empiezo a decorar mientras llega Harriet y Ben a ayudarme. Coloco el cuadro de madera que di hacer, le pongo mantén a las mesas, desenredo las luces, desempolvo las sillas y riego el pasto mientras espero ya que llegue muy temprano.

Desde lejos veo el carro de Harriet, amiga cercana de Lía; me imagino que con ella viene Ben, otro amigo cercano de Lía.

Agarro mi mochila y me dirijo a donde ellos cuando se bajan de vehículo. 

—Cuidado rompen la caja que esta en la mesa. —Les advierto luego de saludarles y me marcho de ahi.

Nervioso camino hasta mi destino y luego de 20 minutos de camino estoy frente a su puerta. No se si fue buena idea venir pero ya estoy aquí y no debo arrepentirme.

Toco el timbre y luego de unos segundos la puerta se abre dejando a la vista a una chica castaña de ojos verdes con azul, Lía.

No digo nada pero le doy a entender que necesito hablar con ella, se aparta para que pueda adéntrame aceptando hablar conmigo, estuve practicando por 1 semana como hablarle.

—Primero que todo y antes de cagarla mas, felices 18 y estoy muy feliz por ti y en estos momentos te quiero abrazar pero tengo miedo de que me pegues un rodillazo. —Se queda callada así que prosigo —se que fui un idiota en tratarte de esa manera, no debí de hacerlo así, la razón por la que ella esta durmiendo en mi casa es por que tiene problemas familiares y tengo que apoyarla si viene a mi, enserio me gusta Mía y en ningún momento quise lastimarte, sabes que soy un tonto en ese sentido por eso no he ido a mas con ella, no tengo a mi psicópata mejor amiga que me pegue en la cabeza cada vez que digo una estupidez o que me abrace todos los 28 de marzo y me consuele.

—Lo que paso entre nosotros se que no estuvo bien y que fui muy impulsiva en todos los sentidos, además de que se que no controlas eso de la mejor manera —hablo por primera vez en el día.

—Lo siento yo que fui un total estúpido, intente hablar contigo varias veces en la salida esta semana pero siempre te ibas en auto entonces no hacia nada —abre la boca tratando de decir algo y la corto —no necesito que me des explicaciones, es tu vida Lía y ya estas adulta para tomar tus decisiones. 

No puedo descifrar lo que dice su mirada y veo que tiene los ojos llorosos, de repente siento como me rodea con sus hermosos brazos y empieza a llorar dándome a entender que también me extraño.

—Una ultima cosa, te tengo una sorpresa, alístate que vamos a salir y no te preocupes, no ira Mía —le digo cuando me separo de ella y tratamos de subir por las escaleras.