AUTOBÚS

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Ya hace dos días que Reve no ve a Ander, desde la noche de su encuentro, donde le dijo aquellas palabras "Escucho tus pensamientos" en una corta y breve frase que retumbó una y otra vez en su cabeza, tratando de descifrar por qué lo dijo. Ander desapareció cuando el hermano de Reve los interrumpió, fue como si el viento se lo llevara, eso creó más dudas en él.

- ¡Ahhhh Alex! ¿Por qué tuviste que aparecer justo en ese momento?  -Decía para sí mismo, sin percatarse que el mismo Alex lo escuchó-

- ¿Por qué? ¿De qué hablas?

- ¡De nada! - Dice algo molesto, observando a su hermano Alex colocar los platos en la mesa mientras ríe, era usual que hiciera berrinches de vez en cuando-

- Ya deja eso del chico fantasma, siempre los ves, yo no los veo, así que déjalo ir al otro mundo.

- ¡No era un fantasma! era completamente real y tú lo espantaste.

- ¡Uhh! perdón por espantar a los fantasmas que te persiguen, así como el de esa señora.

    Reve se quedó callado, eso de la señora era cierto, lo perseguía en sus sueños, pero dejó de hacerlo hace unas semanas. Alex deducía que era porque entró a despertarlo esa mañana de una forma inadecuada, desde entonces no ha vuelto a soñar con ella.

     Una vez la comida estuvo lista y ambos dispuestos a partir, toman sus cosas. Reve al salir de casa ve hacia las escaleras cuesta abajo, es lo primero que se encuentra ya que su casa es la primera que se encontraba luego de subirlas desde esa pequeña colina, tenía esperanzas de ver a Ander.

- ¿De nuevo pensando en el fantasma?  -Pregunta su hermano con intención de molestarlo, el cual solo gruñe, si logro su cometido-

    Ambos se dirigen hacia la misma dirección hasta llegar a la parada de autobús, donde Alex dejaba todos los días a su hermano menor, no porque temiera que se perdiera, era su costumbre de acompañarlo hasta ese lugar, además toma ese camino para ir a su trabajo todos los días, era su excusa. La verdad es que seguía preocupado por él y quería que superara su trauma poco a poco.

- Ya sabes, nada de ver fantasmas, no te distraigas en el camino y ve bien las paradas - Le da indicaciones a Reve, el cual se limita a verle con odio, Alex le regresa una pequeña sonrisa-

   Reve no omitió palabra alguna en todo el camino hacia la parada de autobuses, dejó ir a su hermano y permaneció a la espera de su transporte diario.

    Alexander o Alex como le suelen decir sus allegados, es el hermano mayor extraño, a su parecer lo es. Viven juntos desde hace varios años, muchos a decir verdad. No son hermanos ni primos de sangre o familia cercana, pero si son como tales. Sus padres eran amigos de infancia, cuando ambos murieron en un accidente siendo ellos tan pequeños se hicieron más cercanos, más cuando Alex decidió protegerlo como su hermano mayor a pesar de tener a sus madres con vida, comenzaron a vivir juntos desde que Alex pudo independizarse al tener 18 años. La madre de Reve no frecuentaba su hogar, permanecía fuera por trabajo, era lo que les solean decir, pero claramente no quería cumplir con su deber de madre, abandono esa responsabilidad. Ahora que ambos estaban más tiempo solos se encarga más de su hermano menor, así lo adoptó y nadie podía decirle lo contrario.

     Alexander se ve como todo un chico empresarial al momento de trabajar, al estar con Reve es increíble el aura de sobreprotección y hermandad que brota de su cuerpo, que para su edad es notable, se lleva cuatro años con Reve, tiene 26 años de edad. Claramente es mucho más alto, de aproximadamente 1.82cm, su cabello hace notar la diferencia, ya que el suyo es mucho más claro, un castaño claro y sus ojos le hacen juego con el mismo tono. En cuanto a su esbelto cuerpo, como le suele decir Reve, cualquiera pensaría que frecuenta el gimnasio, pero solo se mantiene saludable y corre por las mañanas, algo que envidia su pequeño hermano, no lo puede hacer con tanta facilidad.

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