El primero en despertar a la mañana siguiente fue Reve, la mayor parte del tiempo despertaba temprano, esta vez no fue la excepción, pensó que el menor era uno de los que le gustaba dormir, pero dedujo que no lo hacía con frecuencia, no descansaba lo necesario y con tranquilidad debido a que podía escuchar los pensamientos invasores, no sabía si era de ese modo o si sucedía algo más, pero decidió creer y acostumbrarse a la idea de que su ahora novio es un poco diferente e increíble. Lo observó dormir un poco más antes de levantarse, lucia cansado y con ojeras, quería que pudiera descansar adecuadamente.
- No debes dormir mucho ¿Cierto? ¿Qué estarás haciendo que no duermes?
La curiosidad comenzó a invadirlo pues quería saber más del chico, nada lo detendría, pero por ahora lo dejó dormir y se dispuso a preparar el desayuno. Quería sorprenderlo ayudando con la comida, no podía dejarlo hacer todo y no ayudarlo. Antes de iniciar su labor se dirige al baño a lavarse, solo se colocó su ropa interior siendo estos unos calzoncillos negros que le ajustaban bien y una franela sin mangas negra que traía debajo de su ropa la noche anterior.
Se metió en un territorio desconocido para él, la cocina de Ander. Era pequeña pero acogedora, le tomó unos minutos saber dónde colocaba cada cosa para poder preparar el desayuno. A pesar de que el pequeño lugar donde se encontraba era un poco sombrío y "descuidado" la cocina se mantenía en orden y limpia, no parecía tener nada malo ni fuera de lugar.
Ander despierta poco después de dormir un poco más de lo que acostumbraba, el ruido en la cocina no lo dejo dormir más a pesar de intentarlo, lo escuchaba muy lejos debido al sueño pesado que continua en él, quería saber que sucedía y de dónde provenía tal sonido, no encontró al chico en la cama así que imagina lo que podría ser. Reve pensó que estaba siendo silencioso y sigiloso como un ratón, pero no fue así, en ocasiones los ratones también suelen dejar rastro.
Es así como poco tiempo después Ander aparece en la sala de estar, desde allí puede observar muy bien lo que sucedía. Ya el pequeño Rev había colocado la mesa mientras esperaba terminar para servir la comida. Olía muy bien a pesar de no verse bien el área de trabajo, pero eso no le importaba a Ander en absoluto, podía ver al chico cocinar y escucharlo feliz por un rato más.
- ¿Qué haces aquí? – Reve se sorprende al ver a Ander en la cocina, estuvo a punto de dejar caer el plato que llevaba en la mano, no era momento de acercarse a su zona de trabajo-
- Me despertaste...
- ¡Oh! Lo siento no era mi intensión, quería preparar el desayuno.
- Está bien, dormí muy bien gracias a ti y además huele bien.
- Sí, sí, claro que sí. Ahora ve a limpiarte, lavar tus dientes o algo, no te acerques aquí aún, pronto estará listo todo, no he terminado – Menciona el más bajo a medida que empuja suavemente a Ander por su espalda para que fuera de regreso a la habitación, quería que saliera de la cocina-
- Está bien, iré. Pero regresaré dentro de un rato. – Indignado menciona entre sonrisas y regresa a la habitación-
Reve se sentía feliz por su triunfo y regresa a su labor, faltaba poco para terminar así que comienza a servir y llevar los platos con la comida a la mesa de la sala, su mirada volvió a la foto que llamó su atención la noche anterior, pudo observarla mejor puesto que ahora había más iluminación en la habitación, la luz del sol cae de lleno por las ventanas, ya no llovía, se distrae rápidamente que olvida lo que estaba haciendo. Deja con cuidado los platos que llevaba en sus manos en la mesa y toma la foto para observar mejor, realmente le recordaba a la Sra. que conoció hace años atrás, su amiga. Su corazón comenzó a palpitar rápidamente al recordar todo nuevamente, pero prometió recordar las cosas buenas y la imagen de la sonrisa de su amiga volvió, cuando ambos reían y hacían chistes, cuando le contaba lo que pasaba en la escuela, así que sonríe "Ella...sonríe igual que Ander..." pensó.
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I HEAR YOU
Ngẫu nhiênAnder debía vivir diariamente con un ruido tormentoso, los pensamientos. Su única salida eran su MP3 y su madre...Hasta que lo tuvo que dejar ir. Odia no poder escuchar sus propios pensamientos, no podía huir de ellas ni en sueños. Su madre era...